21.

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Un mes ha pasado desde mi propuesta, un mes en el que sigo desempleada, un mes en el que hemos estado preparando la boda pues Jennie también quiere que sea antes de que nazca nuestro bebé.

Encontramos otra escuela para Ella a la cual se ha adaptado muy bien, se ve contenta con el ambiente y eso me hace feliz porque cambiarla fue una decisión solo de Jennie y mía, dejando su amigos y todo atrás.

Por otra lado Jennie cuenta con nueve semanas de embarazo, dentro de unos días tendremos la consulta y estoy ansiosa porque su vientre ya está muy abultado pero sin importar eso se ve preciosa. Ella sigue trabajando en la recepción del despacho y aunque sé que no está contenta con eso sigue porque yo aún no encuentro trabajo y eso me está desesperando mucho. Tengo ahorros y aún conservo lo que mis padres me dejaron pero ella insiste que todavía no lo va a dejar a pesar de que no está nada feliz en ese lugar.

Con respecto a mi sigo sin encontrar un puesto en algún colegio y eso me desanima porque ya llevo dos meses sin trabajar y eso me hace sentir inútil.

—¡Lisa!. — Min no ha dejado de darme ánimos para seguir buscando pero tal vez lo mejor será buscar trabajo de otra cosa. —¡Te conseguí trabajo!. —grito tan fuerte que tuve que alejar el teléfono de mi oído.

—¿Que?. —pregunté levantándome de la silla. —¿Hablas en serio Mingyu?.

—Si sólo que no tiene nada que ver con niños. —dijo ya sin gritarme.

—¿Entonces?.

—Ayer por la noche me sentía con ganas de tomar unos tragos entonces salí al bar de siempre pero por alguna extraña razón estaba cerrado. —siempre me tenía que dar un contexto previo a decir lo verdaderamente importante. —Fui a uno que estaba a unas cuadras al que una vez nos sacaron por provocar una pelea ¿lo recuerdas?.

—Si lo recuerdo perfectamente porque fuiste tú quien provocó la pelea al intentar ligar a una chica que estaba con un tipo que era el doble de grande y fuerte que nosotros.

—Bueno entre y gracias a los dioses no me reconocieron. Pedí un trago y todo marchaba bien hasta que tuve que ir al baño y había un letrero que decía que estaban contratando bailarinas. —este hombre está loco si es lo que ya estoy pensando. —Salí del baño para regresar a la barra donde pedí informes sobre los requisitos que necesitaba la bailarina me los dieron y les dije que ya tenía a la perfecta. Te tienes que presentar mañana a las ocho.

—¿Estas loco?. —pregunté sorprendida por su estúpido relato. —¿Como se te ocurre que voy a trabajar de bailarina en un bar? Si Jennie se entera me saca de los pelos de ese lugar y seguro me deja sin más descendientes.

—¿Puedes abrir la puerta y te explico mejor?. —primero juega conmigo por teléfono y ahora resulta que esta afuera de la casa. Me levante con cara de querer golpear su lindo rostro por tan estúpida idea. —Gracias ¿esta Ella en casa?.

—No, hoy fue su primer entrenamiento en el equipo de fútbol. —cuando le dije a Ella que podía empezar a entrenar y jugar fútbol con más niñas de su edad se puso muy feliz y no me soltó hasta que la deje dormida en su cama.

—Me alegro porque es muy buena y le gusta. —dijo sentándose en un sofá.

—¿Quieres algo de tomar?. —pregunté por cortesía porque en realidad no le quería dar nada.

—¿Tienes vino?. —asentí y fui por el. —Gracias. —le dio un sorbo disfrutando el sabor, era un buen vino ya que el poco alcohol que hay en esta casa es mío ya que Jennie no toma y ahora que esta embarazada menos. —Es bueno.

—Lo sé. Podrias ir al grano. —le exigí.

—Oh es cierto mañana te tienes que presentar a las ocho para la entrevista. —¿para el puesto de bailarina hacen entrevistas?

La Mamá De Mi Alumna (Jenlisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora