NAVIAxNEUVILLETTE*.🌬ɢɪ

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"Lluvia"

Una epoca del año algo dura para la presidenta de Spina Di Rossula, un año había pasado desde que Melus y Silver habían fallecido debido a la profecía de Fontaine y los acontecimientos ocurridos en la Nación de la Justicia.

Navia: Ya paso un año, Melus, Silver. En Spina Di Rosula todo ha estado de maravilla. ¿Saben? Hace unos días vino mi socio y me contó que estuvo en la guerra de Natlan y hace poco estuvo en Sneznhaya, le pasan muchas cosas en un año.

Continúo hablando frente a las tumbas de sus seres queridos, cuando se marchaba una ventisca recorrió el lugar, al principio la disfruto con una pequeña triste sonrisa hasta que esta se intensifico más al punto de levantar su vestido.

Con ambas manos la bajo agarrando del borde, sin poder agarrar su sombrero que volo de su cabeza, cuando volteo tratando de agarrarlo este ya se encontraba lejos, antes de poder correr hacia este para atraparlo y evitar que caiga al suelo, una mano con un guante negro puesto lo atraparon para luego sujetarlo con ambas manos.

Navia: Su Señoría... -dio unos pasos rápidos hacia Neuvillette- Muchas gracias.

Neuvillette: Aquí tiene. Tenga cuidado, mademoiselle. -le devolvió su sombrero y se lo puso enseguida-

Navia: Ah. Así está mejor. -dijo en voz baja para si misma-

Cuando volvió a levantar la mirada tras darle unas palmadas a su vestido para sacudirlo y sacarle unas pequeñas hojas que trajo el viento, vio como la mano del hombre frente a ella se acercaba a su cabeza, específicamente a su cabello, retiro unas pocas hojas que tenía.

Neuvillette: Perdone que la haya asustado.

Navia pudo sentir sus mejillas arder, ella misma no sabía si era por la vergüenza o por otra cosa, pero se quedo mirando a Neuvillette durante unos segundos.

Neuvillette: ¿Mademoiselle Navia?

Navia: Ah. Lo siento.

Nuevamente una ventisca recorrió el lugar, Navia sujeto su vestido con una de sus manos, en cuanto iba a sujetar su sombrero, sintió como Neuvillette se acerco a ella y sujeto su sombrero y uno de los costados de su vestido.

Navia sintió como si el viento hubiera llevado mariposas a su estomago, pero, ¿por qué ahora? Ya estaba acostumbrada a hablar con Neuvillette, pero esto fue lo que encendió la chispa, ¿de qué? Ella no sabe como responder a una pregunta que se hace a si misma.

Las horas pasaron, Navia había vuelto a Poisson y más tarde fue a la Opera de Epíclesis junto a Clorinde, quien a mitad del espectáculo tuvo que marcharse por motivos del deber.

Una vez termino el espectáculo, Navia espero a que todo el mundo se marchara para pararse y así salir sin chocar con nadie entre una gran multitud, Navia abandono la opera una vez estaba segura de que gran parte de la gente se marchó.

Navia: Arg... Está lloviendo otra vez... -soltó un leve suspiro y abrió su paraguas-

Empezó a caminar, rodeando la Fontana Lucine con rumbo hacia  la Estación Jazmimpoluto, se dio la vuelta echando un último vistazo a la Fontana y la Opera, luego continúo su camino.

En lo que se acercaba a la siguiente fuente, pudo ver la figura de un hombre parado mirando hacia el cielo, pudo reconocer el cabello blanco largo y la vestimenta, no llevaba paraguas, Navia acelero su paso y también lo cubrió con su paraguas.

Navia: Su seño... Monsieur Neuvillette. Esta todo empapado por la lluvia, podría resfriarse. Ah, la lluvia puede agarrar desprevenido a uno cuando no tiene paraguas.

Neuvillette: Oh, disculpe... Seguro que una lluvia tan fuerte es una molestia para usted.

Navia: ¿Por qué se disculpa? -ladeo la cabeza algo confundida? Vamos, el Ferribús llegará dentro de nada. -señalo la acuavía y se podía ver la luz de adentro de este mismo, se acerca a la estación-

Cuando llegaron a la estación se subieron al Ferribús, Neuvillette insistió a Navia en que ella fuera adentro del Ferribús ya que él dejaría empapado y no quería causar molestias a las melusinas.

Neuvillette soltó un suspiro y puso su mano en su pecho, aún se siente culpable a pesar de que ya ha pasado un tiempo. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de unos pasos, dirigió su mirada a las escaleras, una vez arriba, Navia se sentó junto a él.

Neuvillette: Mademoiselle, se va a empapar.

Navia: Pero mis botas, vestido, sombrero y cabello ya estaban algo empapados, así que estoy empapada como usted. Además, es mejor estar acompañado, solo es algo de lluvia, ¿no?

Navia le dedico una sonrisa, Neuvillete la miro fijamente y sonrió levemente, instantáneamente dejo de llover.

Navia: ¡Ah! ¡Por fin ha dejado de llover!

Neuvillette: Ah...

𝐇𝐨𝐲𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 || ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ ᴀɴᴅ ᴅʀᴀʙʙʟᴇꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora