Capítulo 10.

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(Los doce majestuosos/Reunión de emergencia)

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(Los doce majestuosos/Reunión de emergencia)

Adeline despertaba en el sillón de la casa de Allison, viendo a Klaus que colocaba hielos en un trapo para caminar hacia ella con una sonrisa, arrodillándose junto a ella para dárselo. 

—¿Qué tanto duele? —pregunto Klaus sentado en el piso.

—No siento mi pómulo, pero salvamos al cuñado que ahora nos odia—le respondió irónica. 

—Bueno, Allison ha salido a buscarlo porque no llego anoche—le explico.

—Yo tampoco regresaría al ver que mis cuñados son unos raros con poderes que no pertenecen a esta época—se levanto despacio. —Tenemos que volver a la mansión o nos irá peor con Allison.

—Antes pasaremos a almorzar al lugar horrible que conocimos la primera vez que llegamos—le dijo cerrando la puerta de la casa. —Yo invito.

Los dos llegaban al restaurante para ver las mesas a su alrededor en busca de alguna de su agrado, mientras Klaus perdía su mirada en el joven Dave, disculpándose con Adeline para ir a hablar con él, aunque el plan de Klaus era evitar que el joven fuera a la guerra en unos años, intentando evitar su muerte, el joven pensaba que se le insinuaba o algo así, causando un alboroto entre los hermanos Hargreeves que lo veían mal.

Adeline corría para sostener a su hermano que se tocaba el labio Klaus veía a Dave sin comprender porque había hecho eso, mientras Adeline lo veía con enojo y desaprobación sujetando a Klaus del brazo pasándolo por su hombros y sacarlo del lugar.

Klaus caminaba lejos de Adeline que lo seguía e intentaba apoyar, pero el joven la ignoraba deteniéndose frente a la licorería de la calle, haciendo que Adeline apareciera frente a él, usando el poder de Cinco.

—No—lo empujo de forma que él retrocediera—, no dejaré que desperdicies tres años de sobriedad en los que hemos trabajado duro.

—No es tu problema y si no lo notaste, estoy herido—intento pasar a su lado. —Adeline, tu más que cualquier otra persona debería comprenderme porque así como tu novio esta muerto—señalo a Ben—, el mío es un gay de closet.

—No es lo mismo—le dijo viendo a Ben que lo veía sorprendido. —Él esta aquí—lo señalo.

—Él es un fantasma que no puede encontrar la paz, pero solo tu mente y la mía lo ven, el resto no y es peor de patético—paso junto a ella para verla quedarse pensar. —Te ofrezco el camino a la buena vida.

—No—negó Ben viendo a Adeline pensarlo. —No pueden hacer esto, porque si lo hacen no podremos volver a tocarnos, todo lo que avanzamos sería un desperdicio.

Adeline veía a Ben con lagrimas en sus ojos, viendo a Klaus que tenía la mirada perdida en la licorería, ninguno de los dos estaba bien y Adeline necesitaba a su hermano ahora más que nunca, Adeline aceptaba viendo a Klaus sonreír entrando los dos por botellas de a montón para llevarlas a casa, los dos iban cantando en el camino de vuelta mientras veía la puerta de su hogar abierta para ver la camioneta de la secta junto a ellos.

Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora