Adeline Hargrevees, melliza de Diego Hargrevees, mejor conocida como número 8 es la hermana menor del grupo Umbrella, una de las mejores brujas que existen y por supuesto la única que conoce el mundo.
La academia se desintegro dejando a todos en dif...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Ojo por ojo)
1982.
Cinco estaba recargado en el auto de la época en espera de la persona que hasta ahora la Encargada le había dicho que lo acompañaría, pero que era completamente confidencial además de una sorpresa para él, dejando al joven de malhumor. Diviso entre la gente que entraba al hotel a su característica hermana pelirroja de ojo azul que caminaba como si nada le importará, caminando de inmediato hacia ella tomándola del brazo para apartarla de la gente.
—¿Cómo llegaste? —pregunto Cinco sin saludar a Adeline.
—Buenos días para ti también Cinco—le dijo sarcástica. —La Encargada ayer me dio una visita y sus ofertas realmente no se pueden rechazar.
—¿Qué te ofreció? —pregunto confundido.
—Volver a 2019—mintió en un susurro. —Me dijo que tengo que ayudarte o no podremos volver.
—Eres una bruja, puedes detonar a todos con tus dedos—le dijo calmado aceptando la mentira de Adeline para ambos comenzar a caminar hacia dentro del lugar. —O usar alguno de los poderes de nuestros hermanos.
—Número uno—comenzó a enlistar—, no puedo hacer magia aquí porque es 1982 y las brujas tienen bloqueada toda su magia—señalo los estantes con objetos que cubrían su magia—, número dos, el único al que le puede copiar su poder es a ti porque estamos en el mismo año y lugar.
—Estoy comenzando a pensar que tus poderes son completamente ordinarios—le dijo burlón. —Espera aquí—ordeno para caminar hacia la mujer de cabello rubio.
Adeline veía a Cinco conversar con la mujer para ella asomarse por todo el lugar, no estaba nada mal aunque la decoración daba mucho de que hablar, Cinco caminaba para verla y mover su cabeza haciendo que lo siguiera.
—Escúchame—la detuvo frente al salón—, tu te quedas aquí mientras yo entro a hacer el trabajo—dejo unas monedas en su mano. —No te muevas, Adeline.
—Si, claro—le dijo sarcástica apareciendo frente a él—, no me quedaré allá para que tu te quedes con toda la diversión.
—Asesinar gente no es diversión—la tomo de los hombros apartándose los dos. —Eras una médico exitosa y ahora te has convertido en una asesina.
—No he asesinado a nadie en la última década—tomo una cereza del pastel a su costado al ver la cara de Cinco de sorpresa. —Apuesto a que puedo hacer esto mejor que tu—exclamo retando al joven que negaba.
—Es imposible, Adeline, yo fui un asesino en los años que no estuve con ustedes—le recordó y ella se encogió de hombros. —Hagamos esto y volvamos a 1960.
1960.
Adeline llegaba a la mansión limpiando la sangre en su rostro y ropa, chisto al ver sus botas negras llenas de sangre para caminar hacia donde estaba Klaus, abrió la puerta viendo a Ben y Klaus uno frente al otro mirándose para fijar su mirada de inmediato en ella.
