"está prohibido hablarle de esa manera a sus estudiantes"
Dios, no dejaba de pensar en lo malditamente bien que se escuchó su voz aquel día. Nunca me dijeron que algo estaba prohibido.
Crecí en una familia muy liberal, donde no me negaban nada, podía hacer lo que yo quisiera, siempre y cuando dijera mis horarios, lugares y personas con las que iba. Podía beber, estar con chicas o con chicos, a mis padres jamás les importó eso.
Tiempo después, me di cuenta de la importancia de las reglas, así que, para mi decir que quedaba prohibido algo, era sagrado, era una ley. No me gustaba que rompieran las reglas en mi salón, aunque era más bien mi escuela. Odiaba que los jóvenes se sintieran superiores a mi, porque no era así. Yo era superior dentro y fuera de ese salón de clases.
Pero Margot, oh margot. Esa chica con ojos cambiantes, y esa voz tan sensual que tiene, me hace flaquear y me hace desearla. Era normal, ya era una jovencita de veinte años. Y era deseada por su profesora, y sabía que ella lo sabía.
Hoy era su cumpleaños, así que decidí comprarle un pequeño collar de oro. Nada excéntrico, probablemente para ella sea un detalles mínimo y superficial, pero quería tener ese detalle con ella. Después de hablarme como si fuera una sumisa, lo merecía.
-buen día, jóvenes - saludé mientras cerraba la puerta y las cortinas del salón, me sentía como el profesor Snape
-buen día - saludaron todos, excepto Margot. Ya era costumbre
-bien - me recargué en el escritorio haciendo que la falda que llevaba, se levantara ligeramente. Los ojos de Margot me recorrieron y sonreí ante todos, cosa que les extrañó -. El día de hoy presentarán sus exposiciones los equipos del seis al cuatro. Iremos desde el último, hasta el primero -si tienen dudas o quejas, no me interesa
Una chica bajita de lentes alzó la mano temblorosa, pobre
-¿si?
-soy el equipo seis - se aclaró la garganta -. Y no la traje, lo que pasa es que, creí que pasaríamos desde el primero hasta el último
-¿y usted cree que eso a mi me interesa? - negó -. Pues cree bien, no me interesa. Su responsabilidad como estudiantes, es tener las cosas listas, les toque exponer o entregar. Les di una semana entera para hacer su presentación y ponerse de acuerdo con su equipo, así que, queda reprobada
-¿que? ¿Por qué?
-¿te estás quejando?
-no, solo estoy preguntando, tendría que reprobarme en el examen, no por una exposición
-mira, por tu culpa, todo tu equipo queda reprobado - dije con fingida lastima -. Así que, equipo cinco ¿tienen su exposición?
Asintieron con rapidez y se levantaron para proyectar su exposición
-bueno chicos, pueden quedarse en sus lugares a excepción de la señorita Landi, usted se sentará conmigo en la parte de atrás
-pero
-sin rechistar - la interrumpí antes de que pudiera objetar
Tomé mi bolso y me fui a la parte de hasta atrás, me senté en la orilla, dejándole el asiento de la pared a ella. Los alumnos comenzaron a exponer, pero dejé de ponerles atención en el momento en el que, el perfume de Margot me embriago
-¿con que me va a fastidiar hoy? - dijo en un susurro
Saqué la pequeña cajita en el que llevaba su collar, y lo desplace en la mesa, hasta llegar a su mano, la cual estaba reposando en la mesa
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PROHIBIDO
VampireLa vida de Margot cambió en el momento en el que su padre decidió meterla a una escuela pública, pero mejora notablemente cuando Hazel, su profesora de matemáticas financieras, hace su primer aparición, después de todo las cosas no podían ir tan mal...