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Los siguientes días habían sido calmados, Sunoo parecía mejorar aunque sea mínimo, y Sunghoon se aseguraba de acompañarlo en cada momento del día, junto con su cachorro pasando la mayor parte del tiempo en la sala

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Los siguientes días habían sido calmados, Sunoo parecía mejorar aunque sea mínimo, y Sunghoon se aseguraba de acompañarlo en cada momento del día, junto con su cachorro pasando la mayor parte del tiempo en la sala. Sus mañanas se componían de desayunos variados y caminatas en el patio mientras el omega iba mejorando su condición; las tardes eran un poco más tediosas, la mayoría del tiempo Sunoo dormía pequeñas siestas mientras el alfa y el cachorro tenían su propio tiempo; y en las noches, las favoritas de los dos, acompañados de algo de música conforme el pelinegro se encargaba de hacer la cena y el castaño entretenía a Dongmin o le ayudaba a darle de comer.

—¿Qué te parece esto? —cuestionó el alfa, acercándose hasta donde el omega se encontraba sentado.

Acercando la cuchara, Sunoo probó de la sopa y lo degustó, sonriendo satisfecho por el sabor. —Está demasiado rico, me gusta.

Sunghoon asintió, contento con su respuesta. —Perfecto, apagaré la estufa e iré acomodando los platos en la mesa, ya casi cenaremos.

—Déjame ayudarte en acomodar la mesa, por lo menos para hacer algo. —soltó una carcajada, levantándose de su lugar para acompañar al alfa hasta la cocina.

—Está bien, de este lado están los platos y abajo están los cubiertos, ahora te alcanzo. —hizo las indicaciones con sus manos antes de enfocarse en la estufa, apagándola y tapando la olla antes de terminar con el resto de la cena.

Sunoo acomodó un juego de platos y de cubiertos en los respectivos lugares que en las últimas semanas habían tomado. Fue cuestión de minutos para que el alfa apareciera con la cena y comenzara a servir en los cuencos, adornando el comedor con un aroma delicioso que hizo gruñir el estómago del castaño, provocándoles una carcajada a los dos. Cuando estaban por sentarse y comenzar a cenar, el teléfono de la casa sonó, haciendo que Sunghoon se levantara a contestar.

El omega esperó pacientemente en su asiento, observando el plato con la sopa, revolviéndola con la cuchara mientras esperaba a que se fuera enfriando. Sirvió la bebida con manos temblorosas, recién teniendo la fuerza necesaria para cargar la jarra con la limonada preparada. Estaba mejorando, él mismo podía sentir como se le dificultaba cada vez menos para moverse por su cuenta, pero no significaba que todo estaba bien con él, aún había momentos en que sentía que iba a decaer, pero trataba de aferrarse en aquellos momentos de lucidez y buscaba distraerse en algo, principalmente en seguir recorriendo la casa y adaptarse al nuevo ambiente.

Cuando bebió el primer sorbo de limonada, observó como Sunghoon entraba nuevamente al comedor con un gesto diferente a cómo salió, uno más tenso y pensativo, haciendo que el contrario se alertara.

—¿Ocurrió algo? —no pudo evitar cuestionar, frunciendo la frente.

—Me llamaron del trabajo, mi licencia está por vencer el siguiente lunes, por lo que debo de presentarme a trabajar. Realmente ya no me acordaba de la fecha, en realidad no es como si extrañara el trabajo. —sonrió un tanto divertido, tomando su lugar en la mesa. —Solo ahora tengo presente cómo es que puedo hacer con Dongmin, Jay regresa mañana de su viaje al extranjero, solo vino por unos días y mis padres tampoco están por mucho tiempo en la ciudad. Soy algo quisquilloso con las guarderías, pero supongo que tendré que recurrir a una.

𝐅𝐎𝐑 𝐔𝐒 › sungsun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora