Mascara

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I feel soon

I will sink

Into you

What do you think?

'Cause there's still blood

In your hair

I've got the bruise

Of the year

Castiel había pasado un fin de semana horrible. Entre el dolor en su nariz—que milagrosamente no estaba rota— y la maraña de sentimientos confusos en su cabeza, le había sido imposible cerrar los ojos y dormir bien.

Una de las cosas de quedarse mirando el techo en la noche, era tener la oportunidad de poder examinar con detenimiento detalles que en el calor del momento había dado por alto. Por ejemplo, la pasividad con la que dejó que Nathaniel lo golpeara. No era extraño que ambos reaccionaran de forma explosiva, no sólo con palabras, sino con golpes. En más de alguna ocasión habían sido castigados por lo mismo.

Entonces, en la oscuridad de la noche no podía evitar preguntarse a sí mismo, ¿por qué no reaccione?, ni siquiera contradijo la mentira que dijo Nathaniel sobre haberse golpeado con un árbol. No era que le importara proteger la intachable reputación del delegado, ¿entonces por qué?

Primero, Castiel no era un soplón, no iba a ir a llorarle a la directora y decirle que un compañero lo golpeó, ese no era su estilo.

Y segundo, si volvía a pensar en el momento –y si lograba que su cerebro hormonal pensara más allá de la calidez y humedad de los labios del rubio– detrás del odio y la rabia en los ojos del delegado, había algo más; una mezcla de confusión, pánico y terror. Nathaniel no parecía más que un chico asustado, y mierda, eso lo hacía sentirse culpable.

No sabía mucho de la vida familiar del rubio, más allá de que su padre ganaba una millonada y que vivían en un lado adinerado de la ciudad. Pero no sería descabellado pensar que eso influía de alguna forma, o algo así. Que iba a saber él, no era psicólogo.

Volviendo al tema del beso...

Sinceramente, debió haberlo visto venir. Lo que ocurrió en el bosque podía fácilmente ser explicado como la culminación de años y años de roces y peleas de la misma índole. Tenía que ocurrir en algún momento , se decía a sí mismo como consuelo.

Y bien, su problema no era realmente haber besado a otro chico, no señor, el tema de su sexualidad ya estaba más que resuelto. No era muy heterosexual de su parte fantasear tanto con Leon Kennedy de Resident Evil. Castiel ya se había aceptado a sí mismo, aún así, no podía negar que era más fácil para él salir con chicas, se ahorraba muchas cosas, como no ser apuntado ni juzgado. En especial considerando el lugar dónde vivían. Pueblo pequeño, infierno grande.

Lo que realmente le molestaba era, porque de TODOS los chicos del instituto con los que se pudo haber besuqueado, ¿Por qué había tenido que ser con ÉL?, ¿Por qué se tuvo que dejar llevar por sus impulsos?, y sobre todo, ¿por qué no podía dejar de pensar en ello?

Lo único bueno que había salido del encuentro era que ahora Nathaniel lo estaba evitando como si tuviera la peste negra. Bueno, se estaban evitando mutuamente.

Nathaniel usualmente no salía de la sala de delegados más que para asistir a clases, y Castiel adoraba saltarse las clases, por lo que normalmente apenas y se veían.

Del Odio Al Amor Hay Dos Pasos - CDM (Castiel x Nathaniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora