Tune out everyone in the crowd
'Cause now it's just me and you
Come fall in love with the sound
Make a pact to each other
Got when no one's around.
—
En retrospectiva, Nathaniel era un idiota.
Al menos eso fue lo que su cerebro le repitió toda la tarde mientras caminaba a su hogar. Idiota, tonto, imbécil. ¿Cómo se me ha ocurrido semejante estupidez?
Y es que Nathaniel no sabía ni por qué aceptó tocar la batería para el concierto.
Quizás fue la mirada llena de esperanza que Lynn le dedicó al momento de preguntarle si podía participar, o sus palabras del momento, que Lysandro había pensado en él específicamente para la labor. Esa mirada, llena de una confianza que Nathaniel rara vez veía dirigida hacia él, había derretido su reticencia en un instante.
En poco tiempo, Lynn se había vuelto una gran amiga. Le había ayudado y, sin saberlo, reconfortado de una manera en la que nadie lo había hecho jamás. Y por eso se había ganado un lugar especial en su corazón. Era como si ella pudiera ver más allá de su fachada de estudiante modelo, más allá de las expectativas que todos tenían de él.
Verla tan entusiasmada y enfocada en la organización del concierto era un rayo de luz en sus días grises, y él más que nadie sabía lo mucho que lo necesitaba. La quería demasiado, no deseaba que todos sus esfuerzos se fueran por el desagüe, y si podía ayudarle, aunque sea un poco, lo haría.
Pero la idea de compartir más tiempo del necesario con Castiel no le agradaba mucho. Nathaniel frunció el ceño, sus pasos se volvieron más pesados con solo pensar en el pelirrojo.
Lo que más le molestaba con respecto a Castiel es como había manejado toda la situación con Debrah. Si bien ellos no eran amigos ni nada por el estilo, solían tener cierto nivel de respeto mutuo. En el pasado, a veces Nathaniel le dejaba sus apuntes, y Castiel le dejaba snacks como agradecimiento, o a veces le iba a hacer compañía cuándo se quedaba hasta muy tarde en la sala de delegados.
Nathaniel recuerda una de esas tantas veces con cariño.
—
—¿No prefieres irte a casa?—Le había preguntado el rubio, viendo como poco a poco la sala de delegados se iba tornando más y más oscura—Se hace tarde, tus padres deben estar preocupados...
Castiel le sonrió amargamente.
—¿Preocupados?—Había contestado con sorna—Puedes estar seguro de que les importa una mierda dónde estoy...—Su voz había temblado un poco, lo que provocó que Nathaniel abriera los ojos, sorprendido. Sus silenciosas reuniones no solían tocar temas personales, por lo que el momento de vulnerabilidad lo había dejado descolocado.
No supo qué decir, él tampoco es que fuera el mejor calificado para dar palabras de aliento en ese tipo de situaciones. En ese momento de su vida, las discusiones y los regaños de su padre eran más y más frecuentes, así que de cierto modo entendía lo que el otro chico estaba sintiendo.
Miró su libreta abierta y el cerro de papeles que aún debía revisar, luego miró el reloj posado sobre la puerta que marcaba la hora.17:40...Aún tenía algo de tiempo...
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Del Odio Al Amor Hay Dos Pasos - CDM (Castiel x Nathaniel)
RomanceCastiel no se consideraba la persona más observadora del mundo. Más que nada porque la vida de los demás, mientras no interfiriera con la propia, no le importaba mucho. Aún así, incluso él notaba un patrón cuando veía uno, y el patrón que regía su...