Tra corone👑🗡️ [SeungJin]

Diciotto👑🗡️

Pasaron algunas horas desde que Changbin abandonó la estancia. Hyunjin estaba llorando y él simplemente no encontraba la fortaleza que necesitaba para ponerse en pie. Pero no estaba muerto. No quería matar a nadie, nunca lo había hecho, y esa vez no sería la excepción. Esperó hasta que su jefe abandonara la sala y pensara que estaba muerto para idear una buena estrategia que lo alzara con la victoria, y eso era lo que lo había llevado a mantenerse en el suelo hasta que estuviera seguro de que nadie sabía que no habían acabado con su vida. No era así de lamentable.

Seungmin se puso en pie mientras algunos de sus huesos crujían dolorosamente, aunque no le dio demasiada importancia y miró directamente al heredero; se mantenía con los ojos muy abiertos y, por suerte, había dejado de llorar. Sacó la horquilla que había mantenido todo el tiempo oculta en sus cabellos y se arrodilló frente al príncipe. Este tan solo se limitó a mantener silencio, mirando con súplica las manos dañadas del joven frente a él mientras rezaba para que eso funcionara. Las cadenas de sus manos cayeron de forma estrepitosa contra el suelo sin que ninguno de los dos pudiera evitarlo y el castaño maldijo por lo bajo, deseando con todas sus fuerzas que no hubiera sonado tan fuerte en el exterior. Ocurrió lo mismo con las cadenas de sus pies, y Hyunjin finalmente se puso en pie. Ambos se abrazaron con fuerza, Seungmin apenas sintiendo  los huesos contrarios contra su piel debido a lo delgado que se mantenía. 

Mantuvo distancia de nuevo y agarró su mano para guiarlo hasta la salida. Sabía que estaban en el horario menos transitado del día, pero igual quería estar seguro de poder hacerlo bien y que el heredero no tuviera que sufrir más de lo que ya lo había estado haciendo. Antes de abandonar el lugar, Seungmin fue hasta la mesita de noche y agarró unas tijeras que se refugiaban en uno de los cajones. 

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando finalmente salieron de aquella sala, caminando en silencio por todo el lugar. Por curioso que fuera, todas las puertas se encontraban desbloqueadas y deshabitadas, lo cual solo provocaba que estuviera más nervioso. Los pasillos estaban oscuros y vacíos, con una sensación de soledad que nunca antes había sentido. Algo andaba mal. Era prácticamente imposible que todo fuera perfectamente sin haber ideado un plan.

Cuando el viento rozó sus heridas supo que finalmente estaba fuera. Estaban fuera. Observó a Hyunjin y este solo sonrió, por lo que ambos se encaminaron hasta algún lugar de la ciudad; le había prometido una buena comida, y sabía dónde podría conseguirla.  

- No conozco la ciudad realmente. ¿Estás seguro de que-?

- He sido una rata de calle toda mi vida, así que sí, estoy seguro de que podemos ir por aquí.

El heredero solo asintió en silencio y siguió sus pasos. Pasarían quince minutos como máximo cuando un letrero turquesa los recibió. Se adentraron en silencio en el lugar y Hyunjin ordenó tanta comida como quiso; se encargaría de devolver el dinero más tarde. Mantuvieron una conversación trivial hasta que la comida fue finalmente servida y el príncipe comió todo lo que quiso. Entonces Seungmin descubrió que lo amaba. No le gustaba, era un sentimiento mucho más grande que eso. Pero, tal vez, aún eran palabras demasiado grandes como para expresarlas en voz alta. Observó al hombre frente a él, quien comía sin descanso, pero muy tranquilo para todo el hambre que debió de haber soportado. Amaba verlo comer. Amaba verlo. Lo amaba. Y estaba muy seguro de eso. Ahora, Hyunjin era lo único que temía perder. Había jugado con la confianza de su mejor amigo y lo había abandonado de nuevo. También había perdido su trabajo, pues era bastante obvio que estaría muerto si después de sacar al heredero de allí volvía como si nada hubiera pasado. Tampoco tenía un lugar al que llamar hogar, cuando no vivía en aquel edificio rondaba por las calles en busca de algo que valiera la pena. ¿Y sus padres? No estaban. Los había perdido cuando era más joven. Ellos se dedicaban a la mala vida; vendían y consumían drogas y otras sustancias. Nunca quiso ser partícipe de eso, pero terminó en la calle de todos modos cuando ambos murieron de sobredosis. Suponía que el destino les había hecho pagar el precio de lo que hacían.

Alzó su rostro cuando el cubierto de Hyunjin se detuvo frente a él con un poco de comida. Al llevar su vista a esos ojos oscuros, supo que se había dado cuenta de que había estado pensando de más. 

- ¿Quieres?

- Claro.

Simplemente se dejó alimentar un poco. No iba a deshacerse en sus pensamientos y traumas mientras estuviera con él. Ya tendría tiempo para hacerlo más tarde. Pasaron allí casi una hora completa en la que siguieron hablando mientras Hyunjin comía. Realmente, ninguno de los dos había tenido una buena infancia. Tal vez por eso se complementaban tan bien. Se sentía afortunado de tener a alguien como el príncipe. Al contrario que el resto de hijos de la realeza, él era una buena persona, nunca había tratado mal a los suyos, y aunque si era un poco burlón sabía que guardaba un corazón noble. Suponía que por eso se dio la circunstancia. Y entonces, el pensamiento de volver al castillo le aterró. Volver a ver a Jeongin, a sus padres, los dormitorios... No se sentía preparado. Además, ¿qué se suponía que dijera?¿Contarles lo que ha pasado? Ni de broma. Acabarían con él.

- Sabes que no pueden vernos juntos en el castillo, ¿no? - se maldijo al instante por liberar su pensamiento intrusivo.

- ¿Por qué no?¿Por lo que ha pasado? Hablaré con mis padres. Quiero decir, tienes que pagar por lo que has hecho, pero no te van a matar porque me has traído de vuelta.

- He tenido suficientes consecuencias.

- Ya lo sé, pero no podemos evitarlo. Es eso o que mis padres acaben contigo por desaparecer a la misma vez que yo, ¿no crees?

 👑🗡️

holaaaaaa

ya está casi finalizada la historia TT

espero que les esté gustando tanto como a miii

y nada, nos vemos en los próximos capítuloss

cuídense, coman bien y beban mucha agua

adiós!<3