Capítulo 10

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El resto de la noche había pasado relativamente lenta para Maddie

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El resto de la noche había pasado relativamente lenta para Maddie. Cada vez que cerraba los ojos, solo veía como Peter trataba de tirarla por el abismo. Porque sí, había sido él quién lo había intentado, y ella no podía estar más destrozada por ello. Había confiado en él, creía que era su amigo, y ahora solo le quedaba recordarle como lo que era: un idiota insensible que había intentado matarla por ganar posiciones.

—No has dormido. —La voz de Cuatro la sacó de sus pensamientos.

Al final se quedó a dormir en el departamento del chico, aunque Eric al principio parecía reacio, Cuatro le cerró la puerta en la cara y no le quedó más que irse.

—¿Cómo lo sabes?

—Tienes ojeras, y sigues en la misma posición que anoche cuando te tumbaste.

Tenía razón. Se había pasado toda la noche tumbada en la misma posición, no porque se sintiera cómoda, sino porque se sentía protegida de esa forma.

—Ya. —Fue lo único que pudo decir. El chico se sentó al borde la cama, a su lado.

—Escucha, si no quieres ir hoy a entrenar, está bien. Eric y yo te cubriremos.

—Iré. Tengo que hacerlo.

—Bien. Pues ahí te he dejado un jersey, por si tienes frío.

Le dió una sonrisa amable antes de levantarse y ponérselo.

Caminaron hasta la puerta del comedor, y la morena se quedó un momento parada, sin saber si quería entrar.

—Si necesitas algo, cualquier cosa, estamos allí.

Asintió antes de empezar a caminar a su sitio.

Sentía las miradas en ella, pero ahora no le importaba. Sabía que tenía cicatrices, y sabía que eso llamaba mucho la atención. Caminó con la cabeza alta hasta donde su hermana y sus amigos estaban sentados.

Will pareció sentir su presencia y se giró para abrazarla. Su sonrisa cayó cuando vió los moretones, y el corte en la mejilla. Su expresión se enfureció cuando Maddie se sentó a su lado, temblando de miedo al sentir la mirada de Peter sobre ella.

—¿Quién ha sido? —La morena no contestó. —¿Quién ha sido, Maddie?

—Peter. —Susurró.

—Y Al. —añadió Tris igual que ella.

—No me lo puedo creer.

La mirada del chico cayó sobre Peter, quien bajó la mirada a su desayuno rápidamente.

—Tris, Maddie, lo siento mucho. Yo no quería-

Tris se alejó rápidamente de Al, acercándose a Chris quien solo miró mal al chico.

—Lárgate, Al. —Will intervino, con una mirada tan fría como el hielo.

—Pero-

—No te quiero volver a ver, Al. Ninguna quiere. Te mereces lo peor, Al.

Aunque el discurso de Tris no había sido muy amenazante, logró que Al se fuera con la mirada baja, avergonzado.

—Maddie.

—¿Sí?

—¿De quién es ese jersey?

La chica miró a su mejor amigo con una pequeña sonrisa, mientras sus pómulos se sonrojaban ligeramente. Ella no había querido tener esa reacción al pensar en Cuatro, pero no había podido evitarlo. Él y Eric causaban algo en ella que no podía explicar.

—¡Dios mío! —Chris gritó alegre, subiendo sus cejas una y otra vez dando a entender que algo había pasado. Su sonrisa desapareció cuando la morena negó con la cabeza.

—No pasó nada, Chris.

                                                                                 ⚔️

—¡Atención! —Gritó Eric cuando los iniciados llegaron a la sala de entrenamientos. —Orden de peleas de hoy: Primero, Molly contra Edward.

Eric siguió durante unos minutos más anunciando peleas, hasta que llegó una que llamó la atención de todos.

—Y por último, Will contra Peter.

<<Esta va a ser una pelea muy interesante.>> Fue lo que pensó Maddie.

Virago | DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora