Capítulo 13

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Se escondió rápidamente tras un contenedor que había en la calle al oír disparos

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Se escondió rápidamente tras un contenedor que había en la calle al oír disparos. Su hermana se encontraba al otro lado del callejón, frente a ella, sujetando su arma con fuerza. Oyó una voz conocida en la entrada de la calle, y no pudo evitar mirar.

—Will. —Susurró al darse cuenta de quién era. El moreno la miró, y como si no fuera él, la apuntó rápidamente con su arma. —Will, ¿qué haces? —Susurró.

—Maddie, escóndete. —Su hermana murmuró, viendo como el chico no bajaba el arma. —Está bajo el control de Jeanine, como los demás.

—¿Qué haces, Tris? — Se exaltó cuando vio a su hermana apuntando a su amigo con la pistola.

—Lo siento, pero hay que salir de aquí, Maddie.

La morena corrió, negándose a perder a su amigo. Cerró los ojos cuando sintió la bala impactar en su cabeza.


Dió una bocanada profunda de aire al despertar y ver la sala de miedos, y a Cuatro mirándola sorprendido.

—Te has puesto en medio del disparo.

—Sí.

—La mayoría huiría, ¿sabes?

—No dejaría que mataran a Will. —Afirmó.

El chico asintió con una pequeña sonrisa.

—Has superado tus cinco miedos en la mitad de tiempo que los demás, Maddie.

—¿Qué significa eso?

—Sabes lo que significa. —Susurra. —Tu mente funciona diferente, buscas soluciones que un osado no buscaría.

—Lo sé. —Suspiró, sabiendo que ya no había salida.

—Practicaremos mañana. Tienes que pasar la prueba final.

Ella le miró con sorpresa, esperando cualquier cosa menos esa. Confiaba en él, pero sabía cómo era Osadía con los divergentes, y no sabía qué esperar.

—Gracias.

Cuatro sonrió antes de acompañarla hasta la salida.

Will la esperaba afuera con una pequeña sonrisa. Ella no pudo evitar recordar su miedo. Tris matando a Will. Y su primera acción fue tirarse a los brazos de su mejor amigo.

—¿Hoy ha sido más duro? —Ella asintió, aún en sus brazos.

—¿Estás bien? —Volvió a asentir, esta vez mirándole a los ojos.

—¿Vamos a la azotea?

Él sonrió y caminaron juntos a la azotea de Osadía.

—Sabes que eres mi mejor amigo, ¿no?

Él asintió con una gran sonrisa.

—Y tú la mía.

Ambos miraron al horizonte con una pequeña sonrisa, mientras un silencio cómodo los envolvía. Esa era una de las cosas que más le gustaba a Maddie de Will. Podían estar en silencio sin sentirse incómodos, y a la vez, podían hablar horas sin cansarse. Jamás había experimentado una amistad así, y esperaba no perderle jamás. Él se había convertido en su ancla. Después de perder a sus padres, a sus hermanos, que ya no le dirigían la palabra por razones que ella desconocía; y a sus amigos de abnegación e incluso a algunos de osadía, sentía que se había quedado sin nada. Chris últimamente tampoco hablaba mucho con ella, pues siempre estaba con Tris. Y Will era el único que se había quedado a su lado. Él único por el que lucharía a muerte para seguir teniéndole con ella. Y él haría lo mismo.

—¿Qué harás después de la prueba? —Él preguntó, fijándose en el perfecto perfil de ella.

—No lo sé. Puede que me haga instructora, sería divertido molestar a los iniciados.

—Y pasar tiempo con ciertos chicos... —Will susurró antes de soltar una carcajada por la cara de ella.

—No somos nada, Willy.

—Todavía.

—De todas formas, no quiero que mi vida gire alrededor de ellos, ¿sabes? Quiero ser independiente, quiero sentir que puedo defenderme yo misma sin necesitar a un hombre. Por eso estoy en Osadía. Quiero decir, está bien tener una relación, pero no que todo gire en torno a ellos. No sé si me explico.

Él asintió. —Lo entiendo. Es justo. Tú tienes tu vida, y ellos la suya.

—¿Y tú qué harás al acabar?

—Me gustaría ser un líder. Uno mejor que Max, a ser posible. —Ambos ríen recordando lo borde y maleducado que era el hombre.

—Deberíamos volver.

—Tal vez. —Él asintió levantándose. —¿Dormirás en los dormitorios o con los líderes? —Se burló.

—Oh, cállate. —Se rió dándole un golpe en el hombro.

Virago | DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora