Seis meses... seis meses de que sucedió eso, y el rubio desde esa día no volvió a ver a Mateo.
Algunas veces, se acuesta en su cama, mirando el techo y recuerda es día. Como lo está haciendo en este momento. No sabe por qué ese abrazo que tuvo con el lo dejó pensando tanto.
Walker, aunque ya había pasado 6 meses se seguía preguntando por que hizo eso aquel día, por que lo abrazo. Si el odia a Mateo, hubiese preferido arrancarse los brazos antes de siquiera tocarlo, pero en ese momento cuando lo vio de esa forma, algo dentro de él quiso abrazarlo.
[Seis meses atrás, ese día del cumpleaños de Dior]
El rubio estaba sentando, viendo a todos divirtiéndose, escuchando la música a todo volumen que llenaba esa habitación. La estaba pasando bien? Si claro que si, sin embargo tanto sonido, gente hablando fuerte y riendo, ya lo agobiaron.
Así que salió afuera, al patio de la casa de Dior, se sentó en un pequeño banco, disfrutando el sonido de la noche y el viento. Ama esta clase de momento, donde está solo, en un lugar silencioso y si un alma rondando, era realmente placentero. No es que odie estar con sus amigos o en una fiesta, si no que llega un punto donde solo necesita el placer del silencio y la soledad.
Todo el mundo piensa que es un chico bastante extrovertido, en cierto punto lo es por que si es bastante extrovertido, pero no todo el tiempo. Como un celular, poco a poco se le va acabando la batería.
Durante el tiempo que estuvo ahí hubo un punto donde creyó escuchar a alguien llorar, al principio pensó que solo malinterpretó pero la curiosidad pudo más. Se levantó del banco y fue hacia donde escuchaba ese llanto.
Se acerco a aquel lugar y esperen.... ese era.
—Mateo?...– pensó en voz alta. Vio a un Mateo recostado en una pared, llorando... se imaginaba cualquier cosa, pero jamás ver llorar al castaño.
Llamo la atención de este al decir su nombre, cuando el castaño se movió un poco para ver a este, el rubio pido nota algo diferente en sus ojos, había tristeza y pánico....
—Vete– hablo el castaño con dificultad para respirar, y ahí el rubio se dio cuenta de lo que le sucedía, un ataque de pánico.
No se fue, se quedó, sintió ganas de irse pero no lo hizo, se quedó y algo más sorprendente es que se acerco más. Lo miraba preocupado, algo que jamás pensó que sentiría por aquel ser.
Al verlo de tal modo, quería abrazarlo, ayudarlo..... y como si de un reflejo se tratara, se acerco más y si, lo abrazo...
Se le olvidó todo su odio hacia el, solo sintió ganas de calmarlo, sabia que en ese momento Mateo necesitaba a alguien y el seria ese alguien. Noto que trato de hablar, obviamente no podía —Ya no hables– dijo el rubio.
Segundos después sintió como los brazos del contrario lo rodearon y escondia la cara en su hombro. Al sentir eso, su piel erizo sin razón alguna.
—Tranquilo, respira conmigo– el rubio comenzó a inhalar y exhalar despacio, el castaño empezó a hacer lo mismo. Escucho como el mayor empezó a recuperar el aliento. Se puso nervioso al notar que el castaño lo empezó a apretar más hacia el.
Lo negara para siempre (por ahora) pero ese abrazo.... fue muy diferente a cualquier otro que haya dado o recibido. Sintió una seguridad, calidez, sentir la respiración caliente de Mateo chocando su cuello hacia que su piel cosquillara. No quería que ese abrazo terminará jamás.
El castaño se alejó un poco del abrazo y el rubio pudo ver los ojos del castaño, ahora que los tenía más de cercas podía notar que no eran oscuros como se los imagina. Nunca se había enfocado en sus ojos, no tenía el por qué, pero ahora no tenía ganas de separar sus ojos de los de el.
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𝒀𝒐𝒖 𝑩𝒆𝒍𝒐𝒏𝒈 𝑻𝒐 𝑴𝒆 | Walker scobell
RandomWalker y Mateo se odian. Bueno walker piensa que Mateo lo odia, ya que este mismo es su bully. Entonces Walker empezó a odiarlo al tal punto de no poder compartir aire con este mismo. Pero lo que Walker no sabe es que Mateo no lo odia tanto como el...