HEARTLAND

Hogar

La brisa de primavera soplaba botando las frágiles flores de cerezo, Minjoon, Soomi y Jinyu sentados en una banqueta esperaban en la entrada de la casa a que el vehículo apareciera, estaban ansiosos de ver a su abuela llegar. Yuna había estado una semana completa en el hospital producto de una complicación de salud. Toda la familia había vivido una pesadilla al verla tan enferma, pero la fuerza de vivir de la mujer era tan poderosa que había logrado sobreponerse y superar la crisis. Gran parte de esa fuerza se la debía a sus nietos, quienes eran su más grande aliciente para vivir.

Jin salió de la casa y le divirtió ver a los niños sentados esperando con ansiedad que apareciera el automóvil del abuelo, sabía cuanto habían extrañado a su abuela. Llevaba a su hijo menor en brazos Kwan ya tenía 9 meses y al igual que sus hermanos era un bebé enorme. Soobin había cumplido dos años hace unos meses y era un verdadero torbellino, corría de un lado a otro haciendo salir canas verdes a sus padres.

- Niños, ¿han visto a Soobin?-

- No papi, no ha salido de la casa, al menos no por esta puerta- Minjoon le habló sonriendo, sabía que su hermano no se quedaba tranquilo ni un minuto.

Jin volvió a entrar a la casa y gritó -¡¡Kim Soobin, aparece en este instante si no quieres que te amarre!!-

Jimin apareció en la sala, venía de la cocina - Creo saber donde están, ya los he sorprendido varias veces-

Jin rodó los ojos - Ay este niño, por que habrá salido tan travieso y más encima arrastra a su primo-

Caminaron juntos hasta la biblioteca, al entrar escucharon unas divertidas risas de niños. Jimin sonrió, le parecía muy chistoso el que su hijo y su sobrino fueran tan cómplices.

- Salgan de una vez, ya sabemos que están aquí-

- BUUUUUUUUU- gritaron los pequeños al mismo tiempo, saliendo de abajo de escritorio.-

Jin los miró con el ceño fruncido - No es gracioso, nos tenían preocupados, no vuelvan a esconderse-

Soobin corrío a abrazarse a las piernas de Jin - Te amo papi- Con solo ese gesto se derretía y no podía seguir reprendiéndolo - Tú y tus hermanos siempre han sabido como derrotarme Soobin.

Jimin tomó a los niños de la mano y salió de la biblioteca siguiendo a Jin - Vamos la abuela ya debe estar por llegar-

Entraron en la sala y encontraron a Jungkook sentado dando el Biberón a Daeyang.

-¡Kookie! ¿Llegaste hace mucho?-

-No, acabo de entrar, Quise alimentar aquí a Daeyang para poder estar cuando llegara Yuna-

- Deben estar al caer, Namjoon me envió un mensaje hace unos quince minutos, ya habían salido del hospital-

- ¡¡¡ABUELA!!!-

El grito de los niños afuera indicaba que Yuna había llegado.

Una sonrisa se dibujó en sus rostros, habían llegado. Caminaron todos a la entrada de la casa, sabían lo contenta que se pondría Yuna al verlos a todos.

Namjoon y Yoongi ayudaban a su madre a sentarse en la silla de ruedas y Taehyung tomaba la maleta con las pertenencias de su madre.

La abuela miró a su alrededor y unas lágrimas de emoción recorrieron su rostro, estaba feliz de volver a su casa.

Los niños corrieron a su lado, la habían extrañado muchísimo.

-Mis niños, los eché tanto de menos- Yuna los abrazaba y besaba sus frentes.

-Nosotros también abuela, muchísimo-

- ¿y a mi no me extrañaron - Baeckyung los miró divertido

- Abuelo, tu estuviste todo el tiempo con nosotros- Soomi soltó una carcajada, sabía que su abuelo estaba bromeando-

- Entremos, la abuela debe descansar- Namjoon empezó a empujar la silla de ruedas.

- No seas aguafiestas hijo, además ya descansé lo suficiente, ahora  quiero estar con mi familia -

- Te extrañamos Yuna- Jin se acercó con el bebé en sus brazos para que su abuela lo saludara.-

-Ven aquí mi pequeño ángel, mira que hermoso estás, te pareces tanto a tu padre-

- ¿Y Daeyang?-

- Está adentro, Kookie le está dando su biberón-

Toda la familia se sentó a la mesa, Baeckyung  y Yuna los miraban a todos conversar animadamente, ahora todos sus hijos habían formado sus familias y les habían regalado siete nietos. La abuela estaba segura que vendrían más, los Kim seguirían creciendo.

-¡Atención todos!- Baeckyung se puso de pie, estaba a la cabeza de la mesa como siempre.- Quiero que hagamos un brindis- Todos en la mesa guardaron silencio y pusieron atención al jefe de la familia - No saben cuanto me enorgullecen, cada uno de ustedes aquí es una parte importantísima de esta familia, y juntos, hemos logrado escribir una hermosa historia. Quiero agradecerles por ser parte de nuestras vidas, por llevarnos en el corazón y hacer de estos viejos los seres más felices que pisan la tierra, los amamos. Y quiero brindar también por mi esposa, que sigue siendo la mujer más hermosa que he conocido-

Un fuerte escándalo se desató en la mesa entre gritos y aplausos, los niños reían divertidos y los bebés no entendían mucho la algarabía. Seguirían por años siendo la familia unida que los había caracterizado siempre.