15: Cena

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15: Cena

Pov's richard:

Todavía puedo sentir la adrenalina corriendo por mis venas mientras salgo del vestuario. El gol que marqué contra Estados Unidos fue especial, no solo porque nos dio la victoria, sino porque sabía que Fernanda estaba allí, viendo cada movimiento, alentándome como siempre lo hace. Mientras me dirijo al lugar donde hemos quedado de vernos, no puedo evitar sonreír al pensar en su cara cuando me vea.

La encuentro en el lobby del hotel, deslumbrante como siempre. Lleva un vestido rojo que la hace ver como la mujer más hermosa del mundo. Cuando me ve, su sonrisa se ensancha y corre hacia mí, lanzándose en mis brazos.

-¡Ajá! ¡Cule gol, Richard! -me dice mientras me besa en la mejilla.

Siento cómo el orgullo inunda mi pecho. Para mí, no hay mejor reconocimiento que el de Fernanda. La estrecho en mis brazos y le devuelvo el beso.

-Gracias, mi amor. Estaba pensando en vos cuando lo metí -le susurro al oído, y la veo sonreír con una mezcla de dulzura y picardía.

Decidimos salir a cenar para celebrar. Aunque estoy cansado, no hay nada que desee más que pasar esta noche con ella. Caminamos tomados de la mano hasta un pequeño restaurante que había visto unos días atrás. Quería que esta noche fuera especial, y sabía que aquí encontraríamos la intimidad que necesitábamos.

Al llegar, Fernanda se sorprende por la elección. Es un lugar sencillo, pero elegante, con luces tenues y música suave de fondo. La llevo hasta nuestra mesa, que está en un rincón apartado, lejos de las miradas curiosas. Me encanta la forma en que sus ojos brillan cuando se da cuenta de lo especial que he intentado hacer esta noche para ella.

-Este lugar es hermoso, Richard -me dice mientras toma asiento.

-No tanto como vos, Fer -le respondo, y me siento frente a ella, tomándole la mano.

Durante la cena, hablamos de todo. Desde el partido hasta cómo hemos llegado a este punto en nuestra relación. Cada vez que Fernanda me mira, siento que todo en mi vida tiene sentido. No me importa cuántos goles marque o cuántos partidos gane, mientras ella esté a mi lado, todo está bien.

-Estoy tan orgullosa de vos, Richard -me dice en un momento, con los ojos llenos de cariño- Lo que hiciste hoy fue increíble, pero más que eso, la forma en que siempre me haces sentir amada es lo que más valoro.

Sus palabras me tocan profundamente. A veces me cuesta expresar lo que siento, pero con Fernanda todo es diferente. Con ella, no necesito esconder nada.

-Vos sos mi fuerza, Fer. Cada vez que estoy en la cancha, pienso en vos, en lo que hemos construido juntos. Hoy ese gol fue para vos.

Nos quedamos en silencio por un momento, solo disfrutando de la compañía del otro. La comida es deliciosa, pero más que la comida, lo que realmente estoy disfrutando es este momento con ella. Cada palabra, cada gesto, cada sonrisa me hace sentir que soy el hombre más afortunado del mundo.

Después de la cena, decidimos regresar al hotel. No necesitamos decir mucho; ambos sabemos lo que significa esta noche. Subimos en silencio, pero no es un silencio incómodo, sino uno lleno de anticipación.

 Subimos en silencio, pero no es un silencio incómodo, sino uno lleno de anticipación

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Pov's Fernanda:

Mientras caminamos hacia el hotel, no puedo dejar de mirarlo. Richard tiene algo especial esta noche, una energía que lo envuelve y que me atrae aún más. Su gol fue impresionante, pero lo que más me conmueve es cómo me mira, como si yo fuera la única persona en el mundo que realmente le importa.

Cuando llegamos a la habitación, cierro la puerta detrás de nosotros y me quedo mirándolo. Él se da la vuelta y me observa con esa mirada intensa que siempre logra derretirme. No digo nada, solo me acerco a él y lo abrazo. Siento sus brazos rodearme y, en ese momento, todo lo demás desaparece.

-Richard -le digo en voz baja- te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Estoy tan feliz de estar contigo, de compartir estos momentos que son solo nuestros.

Él me besa con suavidad, como si quisiera decirme todo lo que siente a través de ese beso. Mis manos se deslizan por su espalda, sintiendo cada músculo, cada latido de su corazón. Nos dejamos llevar por la pasión, por ese amor que hemos construido juntos.

En esa habitación, lejos del mundo exterior, solo existimos nosotros dos. Nos entregamos el uno al otro, con una intensidad que nos deja sin aliento. Es un momento de pura conexión, donde no hay espacio para dudas o miedos, solo para el amor que compartimos.

Finalmente, cuando la noche se vuelve tranquila, nos quedamos abrazados en la oscuridad. Siento su respiración en mi cuello y me dejo llevar por la calma que su presencia me brinda.

-Richard -susurro, apenas audible- nunca he sido tan feliz como lo soy contigo.

Él me abraza más fuerte, como si quisiera asegurarse de que no me iré.

-Yo tampoco, Fer -me responde- Y nunca te dejaré ir.

Nos quedamos así, abrazados, mientras el sueño nos vence. Y en ese momento, sé que todo está bien, que mientras estemos juntos, no hay nada que no podamos superar.

 Y en ese momento, sé que todo está bien, que mientras estemos juntos, no hay nada que no podamos superar

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Hahahahahhaa, holis gente,
Cómo van ?

Un contrato - Richard Rios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora