Capitulo# 8

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~ El encuentro ~

El despertador sonó, un sonido estridente que me arrancó de un sueño fragmentado. Me incorporé en la cama, el corazón latiéndome con fuerza. La oscuridad del orfanato, las caras sin rostro, el miedo... Todo volvía a mi mente con una intensidad que me hacía temblar.
La habitación estaba oscura, pero la luz del sol se filtraba por la ventana, creando un halo de luz tenue en el polvo que flotaba en el aire. Me levanté de la cama, mis músculos adoloridos por la tensión del sueño. La pesadilla seguía viva en mi mente, las imágenes de las criaturas sin rostro, de Nicole y Sarah, y la oscuridad que lo envolvía todo, se clavaban en mi memoria como espinas. Pero la pesadilla no había terminado. La habitación estaba llena de dibujos, garabateados con furia en un papel que había arrancado de mi cuaderno. Eran imágenes de la oscuridad, de las criaturas sin rostro, de Nicole y Sarah, de la habitación donde habían muerto.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿Cómo había llegado todo eso a mi cama? ¿Había estado dibujando mientras dormía? Me levanté de la cama con rapidez, con las manos temblorosas. La sensación de terror me seguía como una sombra.

Bajé las escaleras, buscando a mis padres. Los encontré en la cocina, hablando con un tono preocupado.

-Mika, ¿qué te pasa?- preguntó mi madre, con un tono preocupado. -Estás pálida, y tienes ojeras.

-No es nada-respondí, tratando de sonreír. -Solo he tenido una mala noche.

-No me convence-dijo mi padre, frunciendo el ceño. -Has estado muy rara estos días. ¿Qué te pasa?

No sabía qué decir. No podía contarles sobre el orfanato, sobre la oscuridad, sobre las criaturas sin rostro. No me creerían.

-Estoy bien-repetí, con la voz temblorosa. -De verdad.

Mis padres no parecían convencidos, pero no insistieron. Me senté a la mesa, tratando de comer algo, pero la comida me sabía a ceniza. La pesadilla seguía ahí, latente en mi mente. Sabía que no había terminado. La oscuridad seguía acechando, esperando el momento adecuado para volver.

-Tengo que ir a la escuela-dije, levantándome de la mesa. -Voy a llegar tarde.

Salí de casa con la sensación de que algo no estaba bien. La pesadilla me perseguía, y no sabía cómo escapar de ella. La escuela se me hizo interminable. Las clases me parecían un tormento, y la mirada de mis compañeros me hacía sentir incómoda.

Al salir de la escuela, me dirigí a la biblioteca, para seguir buscando información sobre los sueños y pesadillas. Mientras corría por los pasillos de la biblioteca, buscando libros sobre sueños que conectan a la realidad o un sueño que reproduce los sueños, pasaba el dedo por los lomos de los libros viejos buscando algo que tuviera que ver con sueños. Lo único que se escuchaba era los sonidos de los zapatos de las personas y el olor a libros viejos por todo el lugar. Eran cerca de las 3 pm. Pero de repente, vi a alguien sentado en una esquina en el suelo. El libro que estaba leyendo me dio algo de curiosidad. "Sueños y pesadillas" Era el libro que debía leer para saber sobre mi pesadilla.

Me acerqué con cautela, tratando de no hacer ruido. La persona estaba completamente inmersa en la lectura, con la cabeza inclinada sobre el libro. No pude evitar sentir una punzada de curiosidad. ¿Qué leía con tanta atención?

-Disculpa-dije con voz suave, tratando de no interrumpir su concentración.

-¿Sí?-dijo sin levantar la vista.

-Podría -dije, señalando el libro, -¿Podría pedirte prestado ese libro por un momento?

El baja el libro, para darme una mirada, observo sus ojos verdes y su cabello castaño.

-Sebastián?- le pregunto sorprendida.

-Mika?- me observa con sus ojos en par en par.

La sorpresa mutua los dejo en un profundo silencio mirándose, mi corazón se comenzó acelerar. Como es posible. Sebastián se levanta del suelo y me da un gran abrazo, que pone mi cabeza en su pecho de forma protectora. "Nos conocimos en el sueño y ahora estamos en la vida real frente a frente"

Sebastián me observa y me dice-debemos hablar y buscar sobre esto, debemos estar preparados cuando estemos de nuevo en aquel sueño o pesadilla.

Buscamos una mesa y nos sentamos en la silla de la biblioteca, pusimos todos los libros que encontramos que se relacionaba con los sueños. Me sintí algo abrumada por la situación. El abrazo de Sebastián le había dado una sensación de seguridad, pero también de confusión. ¿Qué significaba esto?

-Estas buscando información sobre la pesadilla?- le pregunto directamente con una voz temblorosa.

-Si y tu también por lo que veo- respondió Sebastián, con un tono de voz más suave.

-Pero tenemos que averiguarlo juntos- dijo Mika, con determinación.

-- respondió Sebastián, con una sonrisa.

Mika y Sebastián se miraron a los ojos, y en ese instante, ambos sintieron que algo especial estaba sucediendo. No sabían qué era, pero sabían que tenían que descubrirlo juntos. Se pusieron a leer los libros que habían encontrado, buscando respuestas a sus preguntas. Cada página que leían, les hacía sentir más cerca, más unidos, más seguros pero tambien no podía evitar sentir una atracción hacia Sebastián, su mirada, su sonrisa, la forma en que la miraba... Era como si se conocieran de toda la vida.

Sabían que el camino que tenían por delante sería difícil, lleno de terror y supervivencia, pero también sabían que no lo recorrerían solos. Juntos, encontrarían la manera de enfrentar la oscuridad, de protegerse de las criaturas sin rostro, de encontrar la paz y lo más importante salir de aquel lugar. Tal vez, en ese camino, encontrarían algo más que solo la paz...

La pesadilla seguía ahí, pero ya no era tan aterradora. Porque ahora, tengo a Sebastián no me siento sola. Pero aun así tengo miedo de lo que sucederá después, moriremos como Nicole y Sarah o desapareciamos como Lincon.

¿Es una pesadilla o una realidad? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora