No estaba en ningún lado.
Le había buscado en la sala, el baño, habitación; nada. Ni un solo ruido o esencia de él. Incluso preparó todo un discurso en el que se disculpaba por aparecer a tales horas, abrió la puerta con sigilo y creyó que yacía dormido al ver las luces apagadas. El silencio lo comenzó a alarmar y ahora, que no lo encontraba por ninguna parte, decir que estaba preocupado era muy poco.
¿Quizá salió a festejar con sus amigos? No, no era posible realmente. Alzar su mirada hacia el viejo reloj en la pared de la sala y comprobar que eran las doce y media de la noche; lo comprobaba. Era Seokjin, Dios Santo, un obsesionado con los horarios y la organización, un hombre que no toleraba las impuntualidades, y, sobre todo, Taehyung estaba más que seguro que él jamás estaría en una fiesta si debía trabajar al día siguiente.
Algo tuvo que haberle sucedido. No era paranoia, era más como intuición entre hermanos. El rubio doblo sus piernas sobre el suavecito sofá y escondió su rostro entre medio. Piensa, piensa, piensa. ¿Que hacer?... ¿A quien llamar?...
Unos cuantos minutos más y ya iniciaba a sentir las palpitaciones de su corazón irregulares, tragando saliva y, totalmente hundido en la angustia. Si tan solo....
Gretty.
¡Sí! Gretty, Gretty la secretaria. Ella seguramente sabría más del paradero de su hermano. Debía llamarla cuanto antes. Y con estas intenciones, se dirigió hasta la mesita donde el teléfono de casa reposaba.
La línea contraría no tardó en abrirse y la voz de una joven en escucharse.-¿Hola?
-¡Gretty! Soy yo, Taehyung.
-¡Tae!, un gusto escucharte cariño. ¿Como estás?
-Bien... Me preguntaba si sabes dónde está Seokjin.
-¿No ha llegado a casa?
-No. Bueno, en realidad no estoy seguro, yo he regresado tarde y no lo encuentro por ningún lado.
-No lo sé en verdad, pero... En la tarde iba muy contento. ¿Te enteraste del contrato?
-Si, quería celebrarle con galletas-susurro lastimero. Maldita lluvia.
-Ahora que lo dices, él menciono un festejo, quizá esté en el restaurante aún.
-¿Restaurante?
-Si, hice una reservación de una mesa para dos hoy mismo.
-Oh...
¿Pero con quién podría haber ido?
Prefiriendo no preguntar aquello, se dispuso a agradecer a Gretty por la información y también por atenderle apesar de la hora. Ella era muy amable, aún recordaba cuando la conoció: una obejilla pérdida, con signos de nerviosismo inolcultables, sentada en el escritorio a un costado de la entrada a la oficina de su hermano, diciéndole con voz temblorosa que el jefe estaba ocupado y no podría atenderle.
Solo bastó aclarar su parentesco para que lo dejará entrar sin más, pero la cara avergonzada de la chica había sido toda una risa. Se disculpó y dijo que era su primer día en su primer trabajo, el rubio la tranquilizó y desde entonces, se habían convertido en buenos amigos.
Y, quedando en verse en la cafetería de siempre, finalizaron la llamada.
Taehyung decidió esperar un poco más a su hermano, de todas formas, no tenía ni una pizca de sueño. Subió hasta su habitación y quitó la ropa mojada de su cuerpo, la reemplazó por un pijama calientito y fue a la cocina a prepararse leche caliente. Luego de terminarla, decidió que prepararía las galletas, hizo bastantes, con intenciones de dar algunas a sus amigos.
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Mi Excepción | KookTae
FanfictionTaehyung y sus amigos deciden hacer un picnic en un sendero montañoso para despejarse del estrés acumulado por las exigencias escolares. Sin embargo, la suerte no está de su lado: El taxi que debía recogerlos se avería, dejándolos varados en medio d...