𝑹𝒆𝒅𝒂𝒎𝒂𝒏𝒄𝒚• (𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏)

Part 22. Together

— ¿Te gustó la cena?

— Todo estuvo increíble Kookie, a tu lado supo aún mejor!

— ¡Jajaja! Mírate... Todo un galán, ya me conquistaste ¿Que más quieres de mí Jiminshi?

— Que te quedes conmigo, es suficiente.

Nos miramos y cada vez que eso pasaba era como si el tiempo no existiera, se me hacía increíble pensar que estábamos ahí, que eramos solo los dos.

Terminamos de comer y en cuestión minutos nos quedamos dormidos, el agotamiento era notorio, por eso no nos dimos cuenta en que momento pasó.

Al siguiente día, desperté, tomé mi teléfono, viendo que eran exactamente las 9:30am, Jungkook no estaba en la cama ¿Dónde se había metido?
De la nada suena el teléfono de la habitación...

— ¿Hola?

— Buen día dormilón... ¿Cómo te sientes?

— ¡Oye! ¿Dónde estás Kookie?

— Esperándote, estoy en la recepción, ven aquí por favor.

— Ya vas tú, me pones nervioso.

— Tú solo ponte ropa cómoda, del resto me encargo yo ¿Vale?

— Vale.

Tomé una ducha rápida, me puse ropa cómoda y salí corriendo al elevador para llegar a la recepción, parecía un adolescente enamorado, podía sentir las mariposas en mi estómago, iba a estallar.

— ¡Wow, te ves hermoso Jiminshi!

— ¿¡Que dices!? Me puse lo más loco que encontré en mi desorden de maleta.

— Bueno es que tú eres hermoso con o sin ropa.

— Shhhhh, te van a escuchar...

— Que me escuchen, igual solo digo la verdad ¿Y sabes que es lo mejor?

— ¿Que?

— ¡Eres solo mío, me perteneces!

— Eso no lo pienso discutir...

— De acuerdo, ahora vamos a desayunar tengo muchas cosas preparadas para el día de hoy, así que hagamos esto rápido.

Así fué como tomamos nuestro primer desayuno juntos, eramos como recién casados, sirviendo comida, dándonos de comer el uno al otro, simplemente no me la creía.

— ¿Estás listo?

— ¡Para lo que quieras!

Nos fuimos rumbo a nuestra primera parada "Hanauma Bay Nature Preserve" es una impresionante bahía que se formó dentro de un cono volcánico y es el hogar de cientos de especies de vida marina, aquí haríamos snorkel.

Fué increíble sentir el agua salada recorriendo mi piel, al principio tenía muchísimo miedo pero Jungkook me hizo sentir el hombre más capaz y seguro del universo, era mi más grande motivación en ese momento.

—¿Pudiste ver todos esos peces?

— ¡Asombroso Kookie, realmente maravilloso!

— Vamos, tienes mucho más que admirar Jiminshi, recuerda que todo esto merece ser visto por tí.

Sentí como se llenaron de lágrimas mis ojos, por un momento creí no merecer todo lo bonito que me estaba pasando.

Ya eran las 11:50am, nuestra segunda parada sería "Oahu" aquí teníamos un helicóptero para nosotros, así desde el aire poder ver desde otro ángulo cada rinconcito de esta hermosa isla, nuestro recorrido lo narraba el piloto.

— Bienvenidos chicos, espero que puedan disfrutar todo.

— ¡Muchas gracias!

— Iniciaremos el recorrido, tendrá duración de 1 hora y media, así que abrochen bien sus cinturones.

Esta fué nuestra vista la mayoría del tiempo, era como en las fotografías que ví en internet, solo que ahora se quedarían guardadas en mi retina por el resto de mi vida, eran mis ojos el fotógrafo.

— ¿Jiminshi? ¿Si? Probando... 1, 2, 3

— Lo escucho fuerte y claro capitan Jungkook.

— ¿Ve ese hermoso arcoiris?

— De las cosas más sublimes que he visto.

— Justo así llegaste a pintarme de colores, no sé a quien tenga que agradecer pero... ¡Gracias!

— Dios... Quien debe agradecer soy yo Kookie, gracias a ti estoy aquí ¡Viviendo!

— Mereces todo, me encargaré de que cada día juntos sea lo mejor que nos haya pasado.

— Te a...

— Señores, pronto llegaremos al helipuerto, no olviden sostenerse fuerte y estar tranquilos, muchas gracias por su buen comportamiento y atención.

Una vez bajamos del helicóptero, no pude parar de pensar en todo lo que había dejado pasar por el miedo, no podía estar más feliz.

Pero... al ver mi teléfono tenía 12 llamadas de Nam, que era un amigo de mi madre, ¿Que hacía llamándome? ¿Por qué tanta insistencia? ¿Acaso mamá estaba usando a Nam para hacerme volver?, eso no pasará. Puse nuevamente en modo avión mi teléfono, que nada arruinara mi momento.

Lo que no sabía era que lo peor estaba por venir...