No soy uno más || Hipo x Astrid || Hiccstrid || Pausada

"Sensible"

Me monto sobre Chimuelo y comenzamos a surcar los cielos, me siento libre, totalmente libre.
Extiendo ambos brazos y recuesto mí espalda en el lomo de Chimuelo.
—Extrañaba está paz.- Chimuelo soltó quejidos.
Todos en Berk confían en mí, pero, perdí mí libertad para ser lo que ellos querían, un Jefe, ¿Realmente valió la pena?.
Suelto un suspiro.
—Ellos me necesitan amigo..
Chimuelo se quedó en silencio, mientras ambos volamos hacia la nada.

Un barco en medio de la nada, llama mí atención.
Un dragón salvaje los está atacando, Chimuelo está por atacar, pero lo detengo.
—Espera un segundo, amigo.
Chimuelo detiene su próximo ataque y suelta un quejido.
A la distancia puedo notar un comportamiento extraño del dragón salvaje, está intentado escapar, algo huele mal.

Noto como las personas le lanzaron unas flechas raras bastantes pequeñas al dragón, haciendo que esté caiga sobre el barco.
—Cazadores..- Chimuelo gruñó y preparo un nuevo ataque, esta vez, en dirección al barco.

Disparo, acierto, nos detectaron.
Las "flechas" comenzaron a pasar cerca a nosotros rápidamente, una impacta en mí pierna.
—Chi–muelo..- Digo antes de caer desmayado sobre su lomo.

Despierto, me encuentro en mí cama, oigo un ruido abajo y me asomo para ver qué sucede.
Es Astrid, parece bastante.. ¿Estresada?.
Intento moverme en silencio, pero hago un mínimo ruido.
Ella desvía su mirada hacia mí, notando que ya me encontraba despierto.

Su mirada estresada cambio a una bastante molesta.
Sus gritos se hicieron presentes.

—¡Hipo abadejo, te digo que bajes ahora mismo!.- Trago saliva.
Guiada por un escalofrío, seguido de un rotundo miedo, comienzo a bajar las escaleras, aún con dificultad para hacerlo.

Termino de bajar, y me paro frente a ella.
Me observa durante varios segundos.
"Clap", fue lo único que se oyó en nuestra casa.
Ella me había dado una bofetada.
—¿Te despiertas y lo primero que haces es irte a volar con Chimuelo?, ¿Sin dejar una nota ni nada?.- Yo me encogí de hombros, aunque ella tiene razón, fue bastante imprudente de mí parte.
Ella hace una mueca.
De repente, ella me da un abrazo, un fuerte abrazo.
Comienzo a oír sollozos de su parte.
—No se que hubiera -Sob- Hecho si no regresaba..- Coloco mi brazo sobre su hombro, y atraigo su cabeza aún más hacia mí pecho, realmente le afecto.

Pasaron varios minutos, en los que le comenté a Astrid que era lo que había visto.

—¿Más cazadores de dragones?.- Breve silencio.— ¿No sé cansan?.- Yo me encojo de hombros.— ¿Tienes alguna otra información?.- Niego con la cabeza, en realidad, se en qué dirección iban...

Astrid toma su rostro con una de sus manos.
—¿Pudiste acostumbrarte?.- Señala hacia mí mano izquierda faltante.
—Solo un poco, es.. Difícil.- Ella dirige su mirada perdida hacia el suelo.
—No debí inscribirte en ese torneo..- Ella toma mí mano.— Lo siento.- Yo le dedicó una sonrisa.
—Todos corrimos por un riesgo parecido, lo único que me molestó fue perder contra Dagur.- Me dirige una mirada confundida.— ¿Que?.
Ella se quedó en silencio durante unos segundos.
—¿Hasta donde recuerdas?.- Pregunto dudosa.
—Hasta que desmaye luego de suturar mí herida con Inferno.- Astrid me mira extrañada.
—No te desmayaste luego de suturar tu herida.- La miro confuso, ¿No?.— Tu seguiste luchando contra Dagur, con mucha más intensidad que antes, le diste varios ataques que podrían haber sido mortales.- La miro aún más extrañado que antes.— Tu golpe final fue un corte sobre su ojo izquierdo, luego de eso, Dagur se desmayo, y tu lo hiciste luego, ganaste.- Estaría feliz sabiendo esto, pero, ¿Porque no recuerdo nada?, ¿Que me sucedió?.