𝙬𝙝𝙖𝙩 𝙩𝙝𝙚𝙮 𝙨𝙖𝙮

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—. Heh... Apestas a zorra en celo, no te hagas el santo .–

Nine dejó caer con un estruendo el arma al lado de su cabeza sacándole un grito ahogado al blondo.

Tails era muy convincente a veces, pero no puedes mentirle a un mentiroso. Eso solo incremento su repudio por el de ojos cielo.

Le importaba un carajo cuánto tiempo se llevarán conocían o que clase de "relación" tuvieran, le daban arcadas la sola idea de lo que pudieron haber hecho para que al zorro se le impregne el susodicho aroma.

Nine aceptaba que era un monstruo, pero no de ese tipo. Así que se limito a ridiculizar al contrario.

¿Acaso creían que iba a hacer algo más que eso?

Lentamente se paró dejando finalmente en paz las maltratadas manos del dorado, aún tiritaba débilmente por la rudeza en la que se le fueron arrebatadas las uñas, fue tal, que quedo una mancha pequeña, difusa y carmesí debajo de ellas.

No tenía fuerzas para levantarse igualmente, Nine se había asegurado de ello y por eso lo dejo con total confianza sin ningún otro impedimento para salir.

—. Y dime... Tails, ¿Te gusta ser su puta personal? .– formuló la pregunta con desidia mientras caminaba en círculos rodeando al otro vulpino en el suelo. —. ¿Te gusta que te usen de esa forma? .–

Por experiencia previa, no respondió, tenía temor de que lo que sea que responda lo haga reaccionar de mala forma, de nuevo.

—. No puedo creer que en serio me hayan confundido contigo... Yo nunca me rebajaría para hacer algo tan... Sucio .–

El mostaza mostró sutilmente sus colmillos diciendo eso último, la molestia era clara.

—. Déjame adivinar ¿Tu eres el que muerde la almohada siempre, no? .–

Una risilla se escapó de sus labios, lo hacía sarcástico aunque el opuesto no le veía ninguna gracia. No entendía tampoco porque está repentina fijación en su vida sexual.

Se le hacía vergonzoso hablar de ello, claro, pero no comprendía la repulsión de Nine por el tema. Igualmente, tampoco entendía mucho de lo que estaba diciendo pues su cerebro solo podía focalizarse en el constante dolor en sus extremidades superiores.

Cerro ambas palmas en un puño mientras ahogaba un sollozo y respiraba lento y pausado, sus amigos le habían recomendado hace muchos años hacer eso para mantener la calma cada vez que una situación se salía de las manos, aunque ahora mismo eso solo le estaba sirviendo para intentar dejar de sentir el dolor en sus yemas.

Nine hablaba y hablaba, pero no podía prestar atención del todo a lo que decía, escuchaba perfectamente bien, sin embargo, no procesaba la información recibida aunque quisiera seguir atendiendo a las humillaciones del contrario.

En algún punto el mostaza se dió cuenta de ello, pero en vez de reprenderlo por estar ignorandolo abiertamente, simplemente comenzó a alejarse de el en rumbo a la unica puerta de la habitación.

Tails agradecía en parte dejar de ser el centro de la atención negativa del zorro de pelaje pálido, y finalmente podía retorcerse con libertad en su sitio soltando todas las lágrimas que pudo haber retenido y sepa Chaos como aún tenía líquido en su cuerpo.

Cierto, hace ya tres días su estómago no lo dejaba en paz. Aunque ahora tenía un dolor en el cual centrarse y podía olvidar un poco ese persistente vacío en su abdomen.

Suspiro y lleno sus pulmones nuevamente disfrutando ligeramente el casi silencio en la sala por lo que fácilmente habrán sido más de veinte minutos.

Aunque claro, nada es para siempre, y aunque parecía que no iba a regresar, Nine volvió al sótano.

La visión del rubio era borrosa, pero una vez lo tuvo lo más cerca posible, pudo distinguir su figura peculiar mientras cargaba algo en manos.

—. Sabes... Me dí cuenta que si quiero seguir pasando tiempo contigo no puedo dejar que mueras de inanición .– comentó con pesadez mientras dejaba en el suelo algo parecido a una bandeja —. Y si mueres, Sonic no vendrá así que... hagamos las paces hasta que me vuelva a aburrir de soportar tu existencia .–

Nine ofreció su mano al contrario para hacer que se reincorpore y aunque Tails con todas sus fuerzas se rehusaba a aceptar cualquier cosa proveniente de él, su instinto de supervivencia era más fuerte.

Y acepto.

—. Debes de estar agradecido de que me haya asegurado tener comida y recursos suficientes para subsistir indefinidamente aquí cuando aún tenía el prisma, de lo contrario tendría que comerte hehe .–

Aunque el tono de Nine fuera de broma, teniendo en cuenta todo lo que había hecho hasta ahora, eso último le sonó más como una posibilidad palpable que otra cosa.

—. Oh vamos, ¡no me mires así! solo mírate, yo no como porquerías, me darías dolor de estómago .– chasqueo la lengua a la par que lo ayudaba a sentarse en el suelo.

Era increíblemente incómodo ver el cambio tan drástico en las emociones del vulpino dueño de la propiedad, hasta hace unos minutos estaba insultando a toda su línea sanguínea mientras lo trataba peor que a una prostituta barata.

Y ahora... Le daba comida y ¿Acaso planeaba curar sus heridas? Porque eso era lo que podía apreciar en la bandeja además de frutos y agua.

—. Podrías morir de una infección mientras duermes, esto... no significa nada, solo estoy manteniendo la mercancía en el mejor estado posible .– se justificó mientras acercaba el primer bocado a la boca del blondo.

En definitiva, más de un tornillo estaba suelto en la cabeza del zorro mostaza.

—. Ahora abre la boca o te tendré que licuar todo esto y metertelo con una sonda por la nariz .–




[ Subido Agosto 23 del 2O24 ]
[ Modificado Septiembre 26 del 2O24 ]

𝙎𝙩𝙖𝙡𝙠𝙚𝙧 ,, ᵗᵃⁱˡⁱⁿᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora