•Capítulo 4•

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Con el paso del tiempo, lo que sentía por él creció, pero junto con esos sentimientos, también creció la ansiedad. Los complejos que pensé que había superado volvieron a aparecer. Así como él entró a la empresa en un momento de crecimiento y falta de personal, ingresaron más personas, incluyendo un grupo donde había chicas muy lindas, con buena apariencia física, lo que me hizo sentir poca cosa.



Él convivía con ellas constantemente, mucho más de lo que lo hacía conmigo. Entre ellas, había una chica muy linda; todos la miraban por lo bonita que era, y tengo que reconocerlo: era muy guapa. Cuando me comparaba con ella, me sentía invisible.



Noté un cierto interés de ella hacia él, y eso me afligió mucho. Si ella mostraba su interés, obviamente la preferiría a ella. Esto me causaba ansiedad, celos y rabia al mismo tiempo, por no sentirme lo suficientemente bonita. No tenía las de ganar: ella, con un cuerpo estupendo y un rostro muy femenino; y yo, súper flaca y con mala postura.



En esos momentos de ansiedad, veía señales de que él también estaba interesado en ella, lo que me hacía sentir aún peor. "Soy fea", "no se fijará en mí" eran los pensamientos que rondaban mi mente.


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