Mikoto Toshinori entra a la famosa Academia U.A, donde va a conocer a muchas personas, y entre ellas a cierto rubio explosivo que conquista a la chica de inmediato
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"FESTIVAL DEPORTIVO; PT. 1"
PARA SU BUENA SUERTE, su padre había aceptado con gusto ayudarla a entrenar, le daba consejos y le instruía, Mikoto podía notar el brillo en los ojos que su padre adquiría cada vez que entrenaban.
Le alegraba convivir con su padre, después de todo ella siempre recordaba con añoranza los años de su infancia donde sus padres siempre estaban tanto para ella como para sus hermanas.
Fue en una de las sesiones de entrenamiento que Mikoto sacó a la luz un tema que la tenía inquieta y al mismo tiempo curioso.
—Tu heredero es Midoriya-san ¿Cierto? —espetó ella mirando como su padre se colocaba tenso.
—Si, y-yo creí que... ya era hora de escoger a alguien —fue la respuesta de Yagi, quien observaba con cautela a su hija menor.
Para Yagi fue una sorpresa cuando sus hijas desarrollaron un kosei, él pensaba y había mantenido la esperanza que al menos una de ellas naciera sin uno, ciertamente Hani y Mikoto habían desarrollado kosei's, unos bastantes útiles y poderosos.
Claro que, Yagi sabía que su esposa había influido bastante en ello, la familia de Sarah tenía muchos tipos de kosei's, hubiera sido más extraño que sus hijas no hubieran heredado al menos una variante de ellos.
Mikoto podía cambiar de forma si tocaba a la persona o al objeto, podía copiar su kosei y también podía utilizarlo cuando quisiera, m era un kosei bastante poderoso.
El kosei de Hani por su lado podía utilizar su voz para controlar a las personas, animales e incluso a los objetos, "Siren voice", había sido registrado el kosei.
—No me molesta, si eso piensas —espetó la azabache provocando que su padre se sorprendiera—. Superé eso hace mucho tiempo, solo que nunca tuve la oportunidad de hablarlo contigo.
Y con eso Yagi se relajó mucho más, le alegraba saber que su pequeña lo apoyaba en la decisión que había temido decirle.
—Entonces... ¿Te molestaría si te pido que vigiles al joven Midoriya? Al menos hasta que su cuerpo se acostumbre más al One For All
—Puedo hacer eso —murmuró ella mientras miraba sus zapatos, y con ello se ganó un gran abrazo, el cual después de la sorpresa correspondió.
Continuaron con su entrenamiento, su padre ciertamente no empleaba su forma musculosa, pero sí que le ayuda a en el combate cuerpo a cuerpo.
Cuando la hora de la cena llego, Hani le avisó a su hermana y a su padre que debían ir a bañarse. Los dos hicieron caso y un rato después los cuatro estaban sentados en la gran mesa del comedor.
Yagi estaba a la cabeza, a su lado estaba su esposa, quien a su vez tenía a Mikoto a su lado, Hani se encontraba frente a su hermana.
Cenaron en tranquilidad y con charlas tranquilas de su día, y por esas tranquilas semanas, todas los desayunos y cenas fueron así.
