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De nuevo estaba allí.

Un paisaje fantasioso y mágico que me hipnotizaba y que solo existía en mis sueños.

La brisa fría y mojada de la playa me erizaba la piel.

Veían como la luna brillaba... pero no era común, era azul, un azul brillante y lleno de vida que se reflejaba en las grandes olas y arrastraba el brillo hasta la arena, donde se volvía impregnar al agua y volvía a las nuevas olas formadas.

Nara...—

¿Esa voz era... mi padre?

Era extraño.

Nunca oí la voz de mi padre en mis sueños además que... parecía provenir del agua.

Me acerqué al agua despacio, sintiendo la arena entre mis dedos descalzos, dando pasos cortos hasta sentir como el agua mojaba mis dedos.

Me incliné para ver el reflejo en esta agua cristalina y brillante... me sorprendí al ver en este reflejo como las mechas de mi cabello pasaban de un celeste opaco a un azul francia y brillante, elevándose como su flotara.

Al alzar la vista, retrocedí impactada al ver una ola gigante acercarse a mí.

Y antes de darme cuenta la ola me atrapó y me sentí ahogada.

¡Nara Kiyoko, despierta de una vez!—

Abrí mis ojos sintiendo mi cara mojada y como caían gotas de un vaso sobre su cabeza.

¡Mierda, Aizawa!— me quejé rápidamente al sentarme en la cama y secándome rápidamente con la sábana, volteándome a ver al responsable de despertarme de esa manera.

Mi tutor, Aizawa Shota.

Son las 10 de la mañana, debes de desayunar, te dejé el desayuno preparado, voy a la UA temprano.— lo oí hablar viéndolo ya completamente vestido, con su típica cara de viejo cansado y su voz rasposa.

—si...

Bostecé algo somnolienta.

No seré su hija biológica pero ciertamente nuestro gusto por el sueño nos conwctaba realmente.

Nos vemos en la academia, Nara.— desordenó mi cabello, me molestó un poco pero viniendo de él ya era una interacción común entre ambos... creo que tenía un tic con verme con el cabello arreglado, aún cuando lo tenía medianamente despeinado, siempre le gustaba terminar de desarreglarme.

Lo vi salir por la puerta saludándolo con un sencillo "no te duermas en la escuela", claramente bromeaba pero el ya lo sabía.

Me estiré un poco y rasqué mi cabello algo perezosa por recién despertar.

Revisé mi celular viendo... ningún mensaje, nada nuevo, solo unas notificaciones de Instagram, la música de Spotify que oí anoche antes de dormir, un par de notificaciones de Tik tok, virndo la hora.

10:08 a.m.

Viendo la hora me levanté y tomé el uniforme colgado en la puerta de mi armario, cambiando mi pijama y guardándolo en un cajón del mueble para así colocarme el uniforme planchado y sin una sola arruga, tal vez era excesivo la perfección y el orden de mi cuarto, no era lo más común en una adolescentes... pero a mi me da paz.

Salí de mi habitación para continuar la mañana tranquila, reproducí en mi celular la canción.

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⏰ Última actualización: Aug 23 ⏰

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Pensamientos profundos | B A K U G O U  K A T S U K IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora