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22 De Octubre, 2023USA

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22 De Octubre, 2023
USA

La canadiense estaba sentada en el borde de la cama de su hotel, observando su reflejo en el espejo mientras Maya la miraba con una sonrisa de apoyo.

-Ok, Bea -dijo Maya con entusiasmo-, es tu hora. Recuerda, debes ser la mejor pareja de Charles hoy, todo el mundo te va a estar mirando.

Bea suspiró profundamente, las dudas seguían rondando en su cabeza.

-¿Y si no quiero ser su pareja? -preguntó en voz baja, más para sí misma que para Maya.

Maya se inclinó hacia ella, con una sonrisa divertida en los labios.

-¿Bea, estás loca? -exclamó Maya, agitando las manos con dramatismo. -¡Todas las chicas sueñan con estar con Charles Leclerc! ¿No lo has visto? Tiene unos ojos hermosos y esos brazos... -Maya soltó un suspiro de ilusión, casi perdiéndose en su propio mundo.

-¡Maya! -interrumpió Bealia, rodando los ojos, aunque una pequeña sonrisa se asomaba en sus labios.

-Lo siento, lo siento -dijo Maya rápidamente, mientras agarraba su teléfono y lo desbloqueaba para llamar a alguien. -Solo digo que, bueno, tienes que meterte en el papel. Recuerda, cuando llegues al paddock, tienes que ir junto a Charles, agarrados de la mano o al menos mostrándote feliz como la pareja perfecta, ¿ok?

Bealia asintió con una mezcla de nervios y resignación. Se levantó y tomó su bolso, colgándolo en su brazo mientras se miraba una última vez en el espejo. Llevaba una blusa del equipo Ferrari, roja con los logos bordados en los hombros, y una falda blanca que realzaba su figura de una manera elegante pero casual. Sus cabellos caían suavemente sobre sus hombros, y aunque su apariencia era perfecta, por dentro sentía un nudo de incertidumbre.

 Sus cabellos caían suavemente sobre sus hombros, y aunque su apariencia era perfecta, por dentro sentía un nudo de incertidumbre

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Cuando Charles la vio por primera vez esa mañana, estaba de pie junto al auto que los llevaría al circuito. Su mirada se detuvo en ella por un momento más de lo necesario. Bea llevaba puesta la blusa oficial del equipo, pero lo que realmente le llamó la atención fue la combinación con la falda blanca que hacía que sus piernas parecieran aún más largas. Todo en su apariencia era sencillo, pero había algo en la forma en que se movía que lo hacía sentir algo que no estaba preparado para identificar.

De Color Rojo || Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora