𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟖.

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Conexion Cambiante

Adrián caminaba al lado de Chrysalis, quien lo miraba de reojo de vez en cuando, su expresión un tanto desconcertada.

A pesar de la tensión que había existido entre ellos, el pequeño Zorua no podía evitar sonreír de forma burlona al recordar cómo las princesas habían tenido que soltarlo, aunque de mala gana, para permitirle escoltar a la cambiante hacia su hogar, acompañado por algunos guardias reales.

La atmósfera entre ambos era extraña, y finalmente fue Chrysalis quien rompió el silencio.

Chrysalis: ¿Por qué me defendiste?.

Preguntó, dirigiéndole una mirada inquisitiva mientras continuaban su marcha.

Adrián, sin dudarlo, respondió con sinceridad.

Adrián: No lo sé, solamente quería ayudarte porque me caíste bien.

Sus palabras fueron directas y honestas, y la cambiante sintió un ligero rubor asomarse a sus mejillas ante el cumplido inesperado.

Ese momento de vulnerabilidad dejó a Chrysalis en un estado de confusión, pero también de reflexión.

La amabilidad de Adrián contrastaba con las frías circunstancias que la rodeaban. Mientras caminaban juntos, los guardias mantuvieron una distancia respetuosa, permitiendo que la conversación fluyera con libertad.

Adrián, sintiendo la incomodidad inicial, decidió seguir hablando.

Adrián: A veces, todos cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos.

Agregó, mientras su voz se llenaba de una calidez que buscaba aliviar el peso sobre los hombros de la cambiante.

Chrysalis, aunque aún en guardia, comenzó a reconsiderar su percepción de aquel pequeño Zorua.

Quizás, en medio de toda la confusión y el juicio, había una oportunidad para algo diferente.

La caminata hacia su hogar, que antes parecía una condena, ahora se sentía como un nuevo comienzo.

Chrysalis: ¿Tú has cometido algún error en tu vida?.

Preguntó Chrysalis, su curiosidad brillando en sus ojos.

Adrián: Sí, he cometido muchas equivocaciones y errores en mi vida.

Respondió Adrián, bajando un poco la mirada. Una sonrisa triste se dibujó en su rostro mientras recordaba los momentos difíciles que había enfrentado.

Sin embargo, rápidamente sacudió la cabeza, como si buscara espantar esos pensamientos.

Adrián: Pero ahora tengo una segunda oportunidad para enmendar mis errores.

Dijo, dejando que una sonrisa gentil iluminara su rostro. En su mente, revivió los recuerdos de su vida pasada como humano, con sus aciertos y fracasos, y cómo cada uno de ellos había contribuido a su crecimiento.

Chrysalis reflexionó sobre sus palabras, considerando la idea de una segunda oportunidad.

Sin embargo, pronto desechó el pensamiento, sintiendo que era un lujo que no podía permitirse.

¡𝐋𝐀𝐙𝐎𝐒 𝐒𝐈𝐍𝐈𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎𝐒! /// 𝐌𝐲 𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐏𝐨𝐧𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora