“Tres Citas [ II ]”
Adrián había concluido su cita con Celestia y ahora se encontraba en la espera de las dos restantes, una con Luna y otra con Chrysalis.Mientras caminaba por los pasillos del palacio, una sensación de aburrimiento se apoderó de él.
Adrián: Qué aburrido.
Murmuró tranquilamente, sintiendo que el tiempo se alargaba innecesariamente.
En ese instante, su pensamiento fue interrumpido por la dulce voz de la reina Elaine, quien apareció a su lado.
Reina Elaine: Hola, Adrián. ¿Qué te tiene tan aburrido?.
Preguntó con una calidez que iluminó el ambiente. Adrián, sintiéndose un poco más animado, le confesó que no sabía qué hacer en las próximas citas.
La reina soltó una ligera risa, percibiendo su inquietud.
Reina Elaine: Solo deja que tu corazón te guíe.
Le aconsejó con un tono suave y alentador. Mientras acariciaba la cabeza de Adrián con su ala, su gesto generó una sensación de calidez y apoyo.
Luego, la reina se retiró, dejándolo a solas con sus pensamientos. Adrián reflexionó sobre sus palabras, sintiendo que tal vez, al permitir que su corazón guiara sus decisiones, podría encontrar una dirección más auténtica para las citas que lo aguardaban.
Adrián: Quizás dejarme llevar no sea tan mala idea.
Pensó, reconociendo que a veces, lo mejor se encuentra en la espontaneidad.
Adrián decidió dirigirse al jardín, un lugar tranquilo y sereno donde podría entrenar con mayor comodidad, sabiendo que su cita con Luna no sería hasta la noche.
La brisa suave y el canto de los pájaros le ofrecían el ambiente perfecto para concentrarse en mejorar tanto su magia como su estado físico.
Al llegar al jardín, Adrián utilizó su habilidad para crear un clon de sí mismo. Este duplicado sería su compañero de entrenamiento durante la sesión, permitiéndole practicar sus movimientos y habilidades de combate en un entorno controlado.
Con determinación, comenzó a luchar contra su clon, cada golpe y cada hechizo lanzado le brindaban la oportunidad de perfeccionar su técnica y resistencia.
Mientras se movía ágilmente, un pensamiento persistente cruzó su mente.
Adrián: ¿Cuándo podré evolucionar en un Zoroark?.
La idea de transformarse en una versión más poderosa de sí mismo lo motivaba a seguir esforzándose.
Sabía que alcanzar esa evolución requeriría tiempo y dedicación, pero el deseo de mejorar y crecer como ser mágico lo impulsaba a entrenar con aún más fervor.
Cada intercambio con su clon no solo fortalecía su cuerpo, sino que también alimentaba su ambición de convertirse en un Zoroark, un ser que podría utilizar sus habilidades de manera más efectiva y con mayor confianza.
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¡𝐋𝐀𝐙𝐎𝐒 𝐒𝐈𝐍𝐈𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎𝐒! /// 𝐌𝐲 𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐏𝐨𝐧𝐲
FantasíaAdrián, un joven de 17 años con un futuro prometedor, vio su vida truncada de manera trágica en un accidente automovilístico. Pero su destino no terminó allí. Un Dios, con poderes misteriosos y benevolentes, decidió darle una segunda oportunidad, re...