Jennie entró al auto viendo cómo se cerraba la puerta de entrada de Lisa y giró la cabeza hacia su amigo- "Gracias por venir a buscarme, Abel""No agradezcas, Jen" -respondió el chico con la vista en el espejo retrovisor lateral por si venía un auto al costado a la vez que doblaba el volante hacia la izquierda- "No me molesta ser el taxista del grupo" -era verdad, desde que consiguió su licencia de conducir amaba manejar por todas partes y llevar a su novia y a sus amigas a cualquier lado que quisieran ir- "¿De quién era la casa? Estoy seguro de que es de alguien nuevo porque nunca te llevé allí" -ser el taxista del grupo era saber con quiénes se veían sus amigas y la casa de recién no la reconocía.
"Lisa"
"¿Lisa? No me suena ese nombre"
"Es la prima de Rosé, la que me comí en su fiesta"
"Oh" -asintió con una expresión neutra- "Sí, me acuerdo de ella. Creo que a una personita de cabello negro no le va a gustar que fuiste a la casa de esa muchacha"
Jennie resopló- "No me importa lo que piense Tae" -miró hacia la ventana y recordó su tarde con Lisa.
Sonrió como una tonta y sacó su celular, entrando a Instagram y apretó su chat con la pelinegra. Sus dedos se movieron sobre el teclado y envió el mensaje.
Sí, podemos repetirlo cuando quieras.
Jennie no lo sabía, pero esas cinco palabras cambiaron el estado devastado de Lisa a una alegre, quien miró el mensaje a los segundos de haberle llegado.
Abel estacionó el auto en la casa de Lily, quien los aguardaba ya en la puerta. Se bajaron del vehículo y se apuraron a entrar, saludando a su amiga en la mejilla. Los tres subieron las escaleras y apenas la terminaron, se toparon con el padre de la rubia sentado en el sillón de la pequeña sala frente al televisor con una lata de cerveza en la mano. No lo saludaron y siguieron su camino hacia la puerta del fondo cerca de la cocina.
La casa de la rubia estaba dividida en dos apartamentos, separados por una terraza en el medio. En el de adelante vivía su padre y en el de atrás ella junto con Troye, ambas viviendas contaban con un baño, una cocina, una sala y una habitación.
"¿Cómo hacemos? -preguntó Jennie viendo la fuerte lluvia salpicando en el piso de la terraza.
"Traje un paraguas" -respondió Lily- "Primero cruzamos nosotras y después vuelvo y cruzo contigo" -miró a Abel.
"¡Hola!" -gritó Simi desde la otra punta, protegiéndose de la lluvia debajo del toldo de la puerta- "Bebé, voy por ti" -le habló a Abel y abrió un paraguas caminando por la terraza hasta ellos.
Los cuatro trotaron con cuidado de no resbalarse en el piso mojado a la casa de atrás y se sacaron las zapatillas cuando estuvieron protegidos de la lluvia en el interior de la misma. Saludaron a Haze, sentada con las piernas arriba en el sillón pegado a la entrada, a Troye, quien salió de la cocina con dos tazones de frutas cortadas y los colocó en la mesa, y a Taehyung, apoyado en la pared del comienzo del corto pasillo, donde estaba el baño y la habitación.
"Hola, preciosa" -el pelinegro sostuvo a la morena de la cintura.
"Hey" -murmuró Jennie y retrocedió un paso cuando Taehyung intentó besarla.
Eso no le gustó al chico, últimamente la morena se comportaba distante con él.
"¿Estás bien?"
"Sí" -dijo Jennie y caminó al sillón.
"Estás callada" -le apuntó Lily.
"¿Yo?" -la morena se señaló a sí misma.
"Sí, tú" -se paró frente a ella examinándola con determinación- "¿Cómo te fue con tu cita?"
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¿Segunda oportunidad? - JENLISA g!p
FanfictionEn una noche de fiesta, una morena posa su mirada gatuna en una chica vestida de traje siendo molestada por su hermano pequeño al otro lado del salón. ¿Quién era esa pelinegra tímida? No era una compañera de clase porque Jennie recordaría si hubiera...