Una mirada al abismo.

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Los tintes negros, el hedor a muerte, los cráneos que decoraban el suelo y la sangre que corría cuesta abajo, fundiéndose en la penumbra de un infierno silencioso, componían el panorama de esa lúgubre cuenca abandonada, guarida de un monstruo que más pronto que tarde vería la luz, sin que alma ninguna pudiera detenerlo.

"Estúpida, ¿acaso piensas que podrás contra los deseos intrínsecos de la humanidad?" —habló la bestia, escondida en ese mar de absoluta negrura— "No digas incoherencias. Los tuyos no son más que meros soñadores".

"No... La lucha es interminable" —contestó una voz femenina— "Pero lo tuyo va más allá de cualquier límite, amenazando todo lo que ha sido creado".

Una carcajada resonó entre los basálticos muros impregnados de pestilencia, ascendiendo como un cántico endiablado.

"¿Y desde cuándo la maldad ha sido ajena al ser humano?" —entonó la oscuridad, con cierto regocijo— "Los hombres quizás puedan remediar sus defectos y exaltar sus virtudes, pero ninguno puede escapar del mal".

La voz de la verdad se hizo presente, y una mirada molesta se esculpió en aquel rostro que miraba hacia la profundidad, misma que le devolvía dicho gesto.

"Tú no eres como Yaldabaoth" —dijo la mujer, seriamente— "Eres una cosa aún más horrorosa".

Y otra risa, más fuerte que la anterior, volvió a retumbar en ese páramo olvidado de la civilización.

"No me compares con ese idiota" —el vacío rugió, avisando su desprecio— "Yo no conozco religión ni ideología, mucho menos pecado y frontera".

"¿Entonces, no eres un dios?" —ella preguntó, articulando cierto escepticismo en su voz.

"¿Un dios?" —regresó la sombra, burlándose— "No me digas que pensabas en mí como ese malhechor de cuarta".

Y una breve exclamación de sorpresa pudo oírse, surgiendo de esos labios femeninos que no pudieron callarse.

"¿Qué pasa?" —inquirió el ente oscuro, sin dejar de burlarse— "¿Te diste cuenta ya de quién realmente soy?"

Pero hubo negación.

"No, es solo que... ¿Por qué desprecias al dios del control?" —la mujer siguió interrogando, dirigiendo la conversación por otro derrotero, más interesante.

"No es nada personal, por supuesto" —el monstruo respondió, elevando un sinnúmero de extraños tentáculos negros por todo el pozo— "Es solo que tuvo la osadía de volverse contra la humanidad, olvidando que de ella misma había venido".

"¿Eh?" —una gesticulación confusa, pudo verse en el semblante de aquella muchacha extrañada. —"¿Por qué pensarías eso, si eres también una manifestación maligna? No tiene sentido".

"Te equivocas, niña" —obtuvo su respuesta— "Por mucho que mi existencia se rija en la negatividad humana, no dejo de estar al servicio de quienes me invocaron".

"¿Ah, sí?" —la joven alzó una ceja, desconfiada— "¿Y qué significa eso, si puedo saber?"

"Jamás le pondría un dedo encima a ningún ser humano" —exclamó la oscuridad, imponiéndose ante la figura de esa dama.

Pero aquellas palabras no agradaron a su particular oyente.

"¡Patrañas!" —ella arrojó, rechazando ese supuesto juramento de palabra— "¡Fuiste tú quien volvió a reconstruir Mementos y darle una nueva forma! ¡Además, te atreviste a destruir la paz que habían conseguido los Ladrones Fantasma en su mundo!"

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⏰ Última actualización: Aug 22 ⏰

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"𝐋𝐀𝐃𝐑Ó𝐍 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐎" ;; Danganronpa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora