Una invitación 'forzada'.

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Una historia de Danganronpa.

Estaba sentado en clase, en mi pupitre, jugueteando con el lápiz hábilmente mientras la maestra platicaba sobre varios asuntos relacionados con la academia, en especial su historia.

"Qué aburrido estoy" —pensé, antes de escuchar a esa mujer que tanto hablaba formular una pregunta interesante.

"Una pregunta, chicos.... ¿Han escuchado hablar sobre la academia 'Hope's Peak'?" —arrojó esa interrogante, cautivando la atención de algunos.

"Sí, es una academia prestigiosa y privada, exclusiva para quienes posean un gran talento" —respondió uno de mis compañeros, agregando después— "Si logras graduarte, tendrás gran éxito en la vida".

La maestra asintió, retomando la palabra.

"El caso es que mañana tendremos la visita de uno de sus maestros, quien está en búsqueda de un joven que tenga un gran talento en cierto campo" —resumió, sonriendo, dejando al salón entero bajo una emoción indescriptible.

"Bah... Qué aburrido" —murmuré para mis adentros, consciente de lo indiferente que me resultaría aquella visita.

Seguí jugando con mi lápiz, haciendo pequeños malabares, ignorando la emergente plática que resonaba en toda el aula, hasta que la voz de un imbécil surcó el aire.

"¿Saben quién sería el candidato perfecto para eso?" —lo escuche interrogar, ganándose el interés del alumnado.

Lo siguiente que pude contemplar fue el movimiento giratorio de su cabeza y el señalamiento de mi persona con un dedo, seguido de una risa burlona, semejante a la de un pobre mocoso con aires de grandeza.

"T/n, tú serías el ideal. Podrías ser el 'perdedor definitivo' —comentó en ese tono burlón, provocando la risa de sus allegados.

Mi dosis diaria de humillación había llegado, no para mi desgracia, pero sí para mi hastío.

"Aquí vamos de nuevo..." —pensé, rodando los ojos y mirando a la maestra, quien desvió la mirada descaradamente— "...Incompetente".

Luego, otra estúpida siguió el juego.

"Podrías entrar también como el 'inútil definitivo', en serio" —expresó con esa tonalidad infantil— "Eres patético en calificaciones, no hablas, no sabes hacer las cosas bien, y además usas lentes".

Y las risas fueron reemplazadas por fuertes carcajadas.

"Tabloide de mierda" —articulé en mi cabeza, respondiendo a esos despreciables insultos femeninos.

"Es verdad, aunque hay algo en lo que sí es bueno, y es robar" —interrumpió otro descerebrado, con un tono serio y una mirada molesta— "¡Eres una maldita rata!"

El insulto apenas llegó a mis oídos, eclipsado absolutamente por el encantador, homérico, salvador y agraciado timbre de salida.

"¡¡RIIING!!" "¡¡RIIING!!" "¡¡RIIING!!"

Las burlas cesaron, las conversaciones llegaron a su fin y los infantes zumbaron a través de la puerta, ansiosos por la libertad que el timbre les había concedido. Mientras guardaba mis útiles en la mochila, otra de esas mierdas se volvió para interrumpirme, amenazante.

"Oye, pedazo de basura, ni se te ocurra aparecer mañana y estropear la imagen de la escuela con tus tonterías"— declaró, con una firmeza que me hizo hervir la sangre.

"𝐋𝐀𝐃𝐑Ó𝐍 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐎" ;; Danganronpa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora