𝘽𝙇𝘼𝘾𝙆'𝙎 𝙇𝙀𝙂𝘼𝘾𝙔 ||ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ²

23|| THE (NOT) DISASTROUS CHRISTMAS DANCE

— Recuérdame porque has acabado yendo al baile con Draco — le pregunto Casiopea a Aquila mientas se colocaba sus pendientes

— Eso me encantaría saber a mi — dijo Adam

— No fue nada del otro mundo. Me confesé a Hermione, no fue correspondido, volví a acudir a Blaise, él ya tenía pareja. Esa misma noche estaba estudiando runas en la sala común porque no entendía nada, Draco con el cual comparto clase, comenzó a explicarme la lección. Una cosa llevo a la otra y me acabo besando, claramente yo no me quite porque Draco es caliente aunque sea un gilipollas, y antes de subir a la habitación me dijo: "el día del baile te recojo en la sala común a menos cuarto" Fin, esa es toda la historia

Sus amigos estaban boquiabiertos

— Que asco, yo no me vuelvo a sentar en ese sofá — Adam hizo una mueca

— ¿Acaso no entiendes el significado de besarse, idiota?

— No me fio — Aquila rodó los ojos

— ¡Ya estoy! — los dos amigos aplaudieron a Cassie, que por una vez había terminado a tiempo

Todos estaban especialmente guapos, y bien vestidos como pidió Snape. Aquila vestía un vestido negro, que tal y como le dijo Casiopea, ella se encargó de hacérselo con mucho amor y emoción. Adam le había pedido una capa a Regulus de cuando era más joven.
Pero sin duda la estrella de la noche era Casiopea. Iba espectacular, y se notaba que le había puesto todas las ganas al vestido porque era una auténtica obra de arte. Había pasado noches enteras desdeñando el vestido, y cada vez ella tenía más claro que ese era su talento y su futuro.
Llevaba un vestido con una falsa de vuelo de tul rosa y un corsé ajustado con pedrería y diamantes en tonos rosados y cálidos.
Los pendientes, a juego con la pedrería de su corsé, fueron cortesía de su tío. Al igual que los tacones, cortesía de su padre.

Cuando los adultos recibieron un boceto de como la adolescente planeaba hacer su vestido, los adultos no dudaron en ir de compras (Sirius en forma de perro) por todo Nueva York hasta encontrar los mejores accesorios para su niña.

Por último, del maquilla y pelo se encargó Aquila, dejándola el pelo ondulado con un hechizo que la rubia desconocía y el maquillaje, con las sombras rosas y los labios rojos, fueron hechos al estilo muggle. Tal y como la madre de Aquila le había enseñado a su hija.

Casiopea cruzaba la sala común muy emocionada, y feliz de haber solucionado las cosas con Harry. Había estado enfadada con él durante días, pero esa mañana, la mañana de navidad, solucionaron las cosas al entregarse los regalos mutuamente. Lo primero que vio Casiopea fueron unos pendientes caros, muy caros, con forma de serpientes y que tenían incrustados cientos de diamantes, aquello la enamoró y no pudo evitar abrazar al chico. Aunque si algo le ayudo a perdonarle de verdad fue la carta que también le entregó, en ella Harry se disculpó por lo idiota que había sido, le dijo que en un principio le hubiera gustado ir al baile con ella, aunque pensaba que ya tenía pareja por eso no lo hizo; también le hizo saber que era la chica más linda y que para nada era su segundo plato. Le dijo tantas cosas bonitas que Cassie tenía ganas de dejar plantado a Fred y tirarse a los brazos de Harry. Pero no, ella no era así, y las cosas no se hacían así. Harry tenia que haber espabilado, aunque eso sí, se ganó el perdón de Casiopea por completo (aún así seguro que en la noche le tiraría alguna pullita)

— Lauren — dijo Malfoy cuando llegaron al punto de la sala común en donde se encontraba el rubio. La miró de arriba a abajo y dijo: —, bonito vestido... Te ves bien

— ¡Es obra mia! — comentó Cassie emocionada

— Gracias — le contestó a Draco su pareja —, pero siento no poder decir lo mismo de ti, al menos no vienes repeinado ya es algo... Siento que todas las miradas vayan a ser para mi — Draco bufó