Hate You (Adaptación Hyunin)

06

                                           
                                           

La dichosa fiesta había llegado, Jeongin finalmente había sido convencido por su mejor amiga, la misma que le había pedido disculpas, diciéndole que no volvería a actuar de esa manera y excusándose con que estaba demasiado enamorada del alfa.

Cómo si eso justificara su actitud.

Aquello había tocado el corazón de Jeongin, se sentía miserable e incapaz de decirle la verdad a Hanna y romper su ilusión con el alfa, sin embargo su lobo empezaba a gruñirle a su mejor amiga y eso no le gustaba en lo absoluto.

La veía como una amenaza.

Ese día Jeongin comprobó que aunque que su celo no tardaba en aparecer no habían señales de sucederia ese día, así que se ducho y se puso una linda ropa que resaltará su linda figura, un maquillaje sencillo pero que resaltaba sus ojos mieles, peino su cabello rubio, tomo su teléfono y billetera dispuesto a irse con Hanna a aquella fiesta,seguramente llena de alfas e omegas hormonales.

El ambiente como lo había imaginado era patético, una gran mansión llena de omegas y alfas borrachos y seguramente drogados, la fuerte música, el fuerte olor a marihuana y cigarros por todas partes, era realmente espantoso ¿Cómo pudo haber aceptado venir en primer lugar?

La Omega parecía demasiado emocionada, daba brinquitos mientras sus ojos tenían un brillo excepcional.

– Ven, Innie ,vamos por algo para beber.- La Omega tomó a Jeongin arrastrandolo hasta la barra en aquel espacio que parecía un mini bar de la gran mansión, había demasiada gente incluso Jeongin pudo sentir como alguien apretaba su trasero mientras el era arrastrado por Hanna.

Malditos hormonales.

Tomó asiento en la barra mientras la omega pedia tragos que el Omega no conocía, el no sabía nada de tragos.

Mientras Hanna parecia una experta ¿Dónde había quedado su dulce linda mejor amiga?

Pudo notar cómo Hanna buscaba por todo el lugar a alguien, y el sabía a quién, por eso suspiró con pesar y empezó a buscar también para ayudarla, sus ojos lo vieron, estaba reluciente y realmente guapo, mientras reía con aquel grupo de amigos de la universidad, a su lado no habia ninguna mujer y el parecía bastante sobrio la verdad.

Algo sorprendente para el.

– Ahí esta.- Chillo la Omega mirando hacia la misma dirección donde Jeongin miraba, el Omega trago grueso y volteó para mirar los tragos que habían sido puestos delante de ellos.
- Oh Dios, viene para acá.-

Jeongin abrió sus ojos grandes y tomó el vaso entre sus manos dispuesto a beber todo el contenido, pero su mano fue detenida por aquella más grande que la de el.

¿Es que no podía comportarse en público?

– Ni siquiera lo pienses.- Quitó el trago de su mano dejandolo a un lado.

– ¿Que te pasa imbecil? -

– No ingieras nada de aquí Jeongin se porqué te lo digo.- La Omega miraba extrañamente el comportamiento de ambos como si se conocieran de siempre, nuevamente ese comportamiento que habían tenido en aquella cena.

Carraspeó su garganta llamando la atención de ambos.

– ¡Hola , Hyunjin! - El mencionado la saludo con un asentimiento de cabeza.
-Emm yo...¿Podemos hablar?-

Jeongin la miró pero ella no lo miró a el, sus ojos estaban clavados en el alfa y sus estaban pupilas dilatadas.

– Hanna no creo que...-

– Solo un momento por favor.- El alfa suspiró y soltó la muñeca de Jeongin, para caminar hacia el gran patio, no sin antes voltear para decirle a Jeongin.

"No bebas nada."

Jeongin volteó sus ojos con fastidio y lo vió marcharse con la Omega, rápidamente su corazón empezó a latir y un sentimiento extraño se instalo en su pecho, maldito lobo enamoradizo y tierno.

De nada servía que su lado humano fuera un dominante, si su lobo era una tierno lobito.

El cosquilleo en sus dedos por tomar aquel vaso y tomar su contenido era intenso, sin embargo no lo hizo y no sabía porqué exactamente, simplemente no lo hizo porqué no se sentía seguro probando algo de ese lugar, no cuando todos a su alrededor parecían absortos de la realidad actuando como hormonales drogados.

– ¡Tu eres Yang Jeongin!- El Omega saltó por el pequeño gritó de aquel chico delgado y bastante atractivo que había aparecido a su lado.

No sabía quién era, pero lo había visto antes en el grupo de Hyunjin.

Espera...¿Cómo el sabía quién era?

– Si... ¿Cómo lo sabes? ¿Quien eres? -

– Oh tranquilo chico.- Tomó asiento a su lado en la barra.
-Soy  Lee Félix uno de los mejores amigos de Hwang y se quién eres porqué el baboso habla de ti a cada instante, realmente ya me tiene harto.-

Una risa salió del Omega, no se esperaba aquello.

– No sabía que hacia eso.-

– Si bueno no es como si encontrar a tu destinado no causará nada en ti ¿Sabes? Estoy seguro de Hyunjin  siente esa extraña conexión de la que tanto hablan.-

– ¡Que dices! Por supuesto que no, no hay ninguna conexión hombre.-

Félix río tomando el vaso que antes le pertenecia a Jeongin entre sus manos dandole un largo trago.

– ¿Estás seguro de eso Yang?-

Jeongin se encogió de hombros cuando de repente sintió un dulce olor a manzana.

– ¿Eres un...Omega?-

Félix río y asintió, entonces la inseguridad de Jeongin se instalo en mi pecho, que tal si...

– No he estado con Hyunjin, si es eso lo que pensabas.- Oh mierda, ¿Había sido tan obvio?
- Solo somos mejores amigos.-

El Omega sonrió y asintió un poco avergonzado, divisando a su mejor amiga entrar con velocidad hasta la barra justo a su otro lado, bebió de un solo trago el vaso que había dejado allí.

– Oye oye ¿Que pasa? Tómalo con calma.-

La Omega nego reprimiendo las lágrimas.

Algo no estaba bien...

– Bien Jeongin, fue un gusto conocerte seguramente nos veremos más seguido.-
El Omega se despidió de Jeongin, el sabía perfectamente lo que pasaba sin embargo no le diría nada.

– Adiós, Félix fue un gusto también.-

Ambos se despidieron y Jeongin volteó para prestar atención a su amiga, pero está no estaba ya ¿Dónde se había metido?

Se levantó de la barra buscándola por todas partes, pero no la encontraba, subió a al segundo piso donde seguramente se encontraban las habitaciones, y la llamaba con cuidado, estaba preocupado por ella, sin embargo lo único que encontró eran los fuertes gemidos de un chico proveniente de una de las habitaciones, Jeongin trago grueso decidido a ignorar aquello que había causado un fuerte cosquilleo hasta que sintió el calor en su cuerpo.

Oh no...