Hate You (Adaptación Hyunin)

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El alfa pasaba su dedo por la silueta desnuda del Omega.

Eran las 6 am, porqué ambos no habían acabado de saciarse el uno del otro tan pronto, gracias a un Omega lujurioso con el libido a mil.

Ahora estaban felices y con una gran sonrisa, no podían dejar de ver y tocar aquel bultito que se podía apreciar.

Muy leve, pero ahí estaba.

– Creo que deberíamos ir con el doctor Kim.-

Rápidamente el Omega cubrió su vientre y negó.

– Bonito...-

El omega se levantó sin importar su desnudes y tomo la bata del suelo poniendosela en cuestión de segundos.

– Jeongin...-

– Me daré un baño... ¿Podemos ir por helado de fresa? Se me antoja mucho uno.-

– Jeongin...-

– También quiero chispas y una bola de chocolate y... Y unas galletas... Y...-

– ¡Jeongin! - El Omega se sobresalto por el grito del alfa.
- Cálmate Jimin, tus feromonas empiezan a ser demasiado intensas.-
El Omega suspiró rendido y asintió.
- ¿Por qué tienes miedo? -

– Ya no puedo soportar que no le den esperanzas, Hyunjin... Ya no quiero oírlo más.-

El alfa suspiró y aún envuelto en las sábanas se aproximó al Omega para envolverlo en sus brazos.

– ¿Y si todo mejoró? Tienes crecimiento, Jeongin eso es buena señal...-

– ¿Y si es otra cosa? ¿Y si...Y si se muere? ¡No! No ire más al médico, no quiero...-

– Cariño...mírame, Jeongin.- El Omega lo hizo, postro sus ojos en el alfa.
- No se porqué pero se que todo está bien.-

– No me des esperanzas para luego arrebatarmelas, Hyunjin.-

– Se que es complicado Jeongin, pero debemos afrontarlo, ¿No?, Juntos, tu y yo, somos un equipo¿No es así?-

El Omega sintió las lágrimas asomarse y sin dudarlo asintió.

– Ven aqui cariño.- Lo abrazó fuerte en sus brazos dandole varios besos en su cabello.- ¡¿Sabes cuánto amo a la Diosa Luna?! ¡Gracias por mi Omega! Es el omega más hermoso y fuerte que existe.-

Exclamó con felicidad mientras el Omega reía dandole leves golpecitos en su pecho.

Jeongin mordía sus uñas con nerviosismo mientras Seokjin pasaba el transductor por su vientre, cada vez su corazón golpeaba más fuerte, pero se sentía lo suficientemente valiente para enfrentar lo que sea.

Porqué su alfa lo tomaba fuerte de la mano demostrándole que el estaba ahí y que si eran un equipo.

El mejor equipo.

Una pequeña risita salió del doctor llamando la atención de ambos y retiro el aparato para luego limpiar el vientre del Omega.

Cómo ya habían hecho, el alfa ayudo a su Omega a bajar y luego se dirigian al consultorio del doctor.

– Bien...¿Que hicieron? -

Ambos abrieron los ojos con sorpresa mirando al doctor incrédulos.

– ¿A qué se refiere?- El alfa preguntó con un poco de temor.

– Me refiero a ¿Cómo lo lograron? ¿Que hicieron?-

El corazón de ambos empezó a latir desenfrenado.

– ¡Felicidades! El cachorro salió de peligro, estamos a dos meses de gestación, está desarrollandose muy bien e incluso está formado.-

Jeongin se levantó de golpe del asiento mirando al doctor.

– ¿No está bromeando? ¡Dígame la verdad! -

– Estoy muy seguro de que el bebé está bien, mira...- El doctor mostró aquella ecografía donde se podía apreciar la silueta extraña de lo que parecía ser un bebé, ya no era un simple punto, ahora tenía forma.
- Felicidades.-

El alfa se levantó abrazando al Omega con fuerza.

Quizás había estado muy cansado, había rechazado oportunidades buenas para su vida y había renunciado a su "yo" pasado, pero nada, absolutamente nada se comparaba a la calidez y felicidad que ahora sentía al saber que su bebé estaba bien, todo había valido la pena...

– Aún recomiendo guardar un poco de reposo, aún que ya puedes hacer más cosas, por favor cuídate mucho.-

El Omega asintió desenfrenado con una gran sonrisa, mientras el alfa limpiaba sus lágrimas, para luego tomar sus manos y entrelazarlas.

Se despidieron con una reverencia y salieron felices de aquel consultorio.

El alfa no pudo evitar girar al Omega una vez que estaban fuera del edificio, para besarlo desesperado, luego se agachó un poco y beso su vientre.

– ¿Que quieres mi lobito bonito? Te compraré lo que sea, lo que tú me pidas.-

El Omega rió.

– Si así te pones, entonces creo que pensaré en la posibilidad de tener más hijos.-

El alfa lo miro sorprendido y luego sonrió más aún.

– ¿Que te parecen tres? Dos niños y una niña.-

– ¿Estás demente? Lo decía jugan...-

– Aún que dos niñas y un niño no estaría mal, ¿Que piensas de los gemelos? Me gustaría tener gemelos -

El fuerte golpe de una mano estrellandose en la nuca del alfa lo saco de su burbuja.

– ¡Ey! -

– No pienses demasiado que se te puede explotar el cerebro, mejor vamos tu hijo y yo tenemos hambre.-

El alfa asintió sin rechistar y tomó la cintura de su Omega dirigiendolo al auto.

Mientras...

Hanna había visto perfectamente aquella escena, porqué ella era como una sombra para el Omega, miró el edificio "Clínica de Seoul", entonces fue como atar cabos sueltos, aquel olor que detecto en Jeongin, los besos que el alfa le había dado en el vientre.

Jeongin estaba embarazado.

Creyó que todo ya estaba perdido y sintió por primera vez que todo había acabado, ella debía aceptarlo.

Lastimosamente su loba no pensaba igual .

No seas imbécil, el es nuestro alfa.

- Ya no lo es, el ama a Jeongin, ya es momento de dejarlo ir, están esperando un cachorro.- Susurró para si misma, jalando las mangas de su suéter para tapar aquellas marcas de los rasguños profundos que tenía en los brazos.

¡Perdedora! Jeongin siempre te ha ganado en todo, Jeongin es mejor que tú, siempre has sido su sombra y una estúpida perdedora.

Hanna empezó a golpear su cabeza con molestia.

– ¡Cállate! Jeongin ,no es así ¡Cállate ya! -

Mírate, ni siquiera eres tan bella, todos los alfas a los que has amado se enamoran de él, ¿Sabes por qué?

- ¡Cállate! -

Porque es mejor que tú...

La Omega negó con lágrimas en sus ojos.

Sabes lo que tienes que hacer...

– Que...¿Que debo hacer? -

Matalos, Hanna, mata a ese Omega junto a su cachorro, ese alfa es tuyo, es nuestro alfa.

El corazón de Hanna empezó a latir y aquellos pensamientos se alojaron en su mente, era ella o no sería nadie.