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Los ánimos de Hanna estaban por el suelo, después de haber salido del departamento de Jeongin se llevó una gran sorpresa cuando el alfa se soltó de su agarre y le hizo un gran reclamo por haber sido tan grosera, la Omega pasó toda la noche triste y pidiendole disculpas al alfa, como si hubiera sido a el a quien humilló de manera grotesca.

Jeongin notaba el aura de su amiga apagada y su olor era un poco agrio por su mal humor.

– Hanna ¿Qué pasa?- Ella negó mordiendo su manzana mientras miraba al suelo.

La cafetería era un lugar ruidoso, pero la particular risa de Hyunjin se escuchó en la entrada, venía junto a sus amigos, mientras todos a su alrededor lo veían como si fuera lo más hermoso del mundo.

Solo es un engreído.

El suspiro de Hanna cuando lo vio le hizo entender a Jeongin que su estado de ánimo era por aquel chico, entonces se arriesgo a preguntar.

– ¿Terminaron?-

Ella volteó rápidamente y lo miro a los ojos.

– No,no claro que no.-

¿Por qué lo había dicho como si tuviera tanto miedo de aquello? ¿Tan enamorada estaba?

– ¿Entonces?-

– Se molestó por la actitud que tuve en la cena.- Un puchero salió de sus labios.
-Un momento...-

– ¿Que?-

– Innie ,tu crees que...bueno que, ¿Puedas hablar con él?-

Los ojos de Jeongin se abrieron con sorpresa y rápidamente negó.

– Lo siento Hanna el y yo no tenemos buena relación, además no lo soporto y lo sabes.-

– Pero, Innie, ustedes hablaron como si se conocieran de toda la vida.- Se cruzó de brazos haciendo un berrinche.

– Fue por la casualidad del momento y nada más.-

– Tu le agradas...-

– Pero el a mi no.-

– Pero...-

– No.-

– Eres un egoísta, Jeongin si no hubiera ido a tu casa nada hubiera pasado, ¡Debes ayudarme soy tu amiga! -

Jeongin cerró los ojos con frustración.

– Pensé que me querías...-

– ¡No hagas eso Joder! No te victimices Hanna fuiste muy grosera.-

– ¡Pero no con él! Esto es muy estúpido.-

– Eres increíble.- Jeongin recogió sus cosas para salir de aquella cafetería, Hanna había colmado su paciencia ya había tenido suficiente con su comportamiento en la cena, ahora era demasiado caprichosa como para soportarla.

– Jeongin,lo siento...-

– No Hanna, parece que ese alfa te penetro hasta el cerebro porqué no me explico tu manera de actuar, así no es la Hanna que yo conozco.-

La Omega abrió su boca para decir algo más, pero antes de que sucediera Jeongin ya había salido de aquella cafetería, bastante enojado por el comportamiento de su mejor amiga.

¿Cómo era posible que se desviviera tanto por un alfa? A tal punto de ignorar completamente sus sentimientos para concentrarse solo en los del estúpido alfa ¿No era su mejor amigo acaso?

Fue a su casillero para tomar el libro que necesitaba para su clase y guardar el que ya había usado, cuando unos brazos lo acorralaron desde atrás apresandolo al casillero.

– ¿Por qué no puedo olerte?- Maldito alfa aprovechado, Jeongin cerro su casillero con fuerza y se volteó quedando frente a el alfa que más dolor de cabeza le causaba después de su hermano menor.

– ¿Quieres quitarte? No quiero otro motivo para tener a Hanna atormentando mi cabeza.-

El alfa frunció el ceño sin entender a qué se refería el Omega.

– ¿Por qué ella te molestaría? -

– Por ti, porque le importa más lo que tú pienses de ella que lo que yo sienta. -

El alfa se tenso por un momento.

– ¿E-ella te gusta?-

– ¿Que? Claro que no, ya quítate alda molesto.-

Las pupilas de Hyunjin se dilataron ante aquel apodo que tanto lo ponía y mucho más viniendo de su lindo Omega, miró alrededor asegurándose de que nadie los viera y tomo la muñeca del Omega para llevarlo a un salón vacío.

El Omega se quejaba y trataba de safarse pero la fuerza del alfa era demasiada y no podía deshacer su agarre.

La puerta fue cerrada detrás de ellos.

– Quiero olerte, Jeongin.-

– Deja de soñar.- El Omega quiso salir, pero el alfa lo detuvo.

– Solo un poquito, dame un poquito de tu olor.-

– Ya dije que no, déjame salir o te juro que voy a patearte los malditos testículos.-

– Haré lo que quieras, lo que tú quieras solo...Por favor, necesito calmar las putas ganas de romperte el culo aquí mismo, necesito controlarlo antes que se apodere de mi.-

Entonces Jeongin entendió que se trataba del lobo de Hyunjin, el omega trago grueso mirando a su alrededor tratando de encontrar una respuesta o algo que le sirviera, pero solo habían pupitres vacíos y ventanas cerradas por el aire acondicionado.

–Lo haré si... Perdonas a Hanna.- El alfa lo miró frunciendo el ceño.- Vuelve a hablarle o a tener lo que sea que tengan.

– No.-

– Entonces olvídate de mi olor.- Nuevamente intento salir pero un fuerte gruñido lo detuvo.

El lobo de su alfa le había gruñido, las manos de Jeongin empezaron a temblar al igual que sus piernas, aquello lo había afectado y sin contar que su celo estaba a la vuelta de la esquina.

Tener a Hyunjin esa fase dominante y desesperado pidiendo su olor no ayudaba en nada.

– Jeongin, ven aquí.-

Jeongin negó sin mirarlo, dandole la espalda.

El alfa sentía como sus garras empezaban a salir y sus colmillos a picar ¿Que le pasaba? Su celo aún no estaba cerca, pero oír a su Omega decirle "alfa" fue como si hubiera despertado un lado bestial de el,  ahora quería follar al Omega tan fuerte hasta que le pidiera que se detuviera.

Como si estuviera entrando en el pre celo.

– Ya no puedo controlarlo Jeo...-

Entonces el Omega se dió la vuelta y se acercó abrazándolo dejando salir sus feromonas para tranquilizarlo, algo más que un neutralizador no podía simplemente ocultar.

El alfa hundió su cara en aquella zona entre el cuello y su hombro dónde nacía su delicioso y dulce olor a vainilla, pero tan fuerte como el sabor de la misma, mientras lo abrazaba con fuerza apretando su cuerpo con sus brazos.

Aspiraba lo más que podía del omega, sintiendo como poco a poco su lobo se calmaba y empezaba a emocionarse, confirmandole lo que el ya sabía.

Nuestro Omega.

Mío, mío, mío ...

                                         

Hate You (Adaptación Hyunin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora