16

20 4 0
                                    

Los jóvenes estaban sentados en una banca, Nala comiendo pipas (semillas de girasol) a más no poder y Shoto escuchando todo lo que decía su amiga.

—comida favorita?

—soba

—los fideos con salsa de soja?— Shoto asintió — si a vos te gustan...

—y tú?

—uff. Pastel de papa, empanadas, pizzanesas...que rica que es la comida argentina. Ok, me fuí. Película favorita?

—no ví muchas películas

—nunca viste Disney? O Pixar?

—no

—la familia del futuro?

—no la ví

—como entrenar a tu dragón?— Shoto negó con la cabeza—fua

Nala había caído en cuenta de todo lo que Shoto se perdió por el simple hecho de nacer en esa familia. De estar en su mano, ella se encargaría de recuperar todos esos momentos robados

— vamos a hacer una cosa. Voy a hacer una lista de pelis y las vemos juntos, dale?— decía comiendo pipas

—está bien. Cuántos tatuajes tienes?

—cinco. Aparte de el de mi brazo, tengo otros tres de distintas películas y otro que comparto con Marisa. Ella tiene mi fecha de nacimiento y yo la suya

—que lindo. Se nota que eran cercanas

—crecer en un hogar abusivo es menos laburo con hermanos

—mi hermana se hizo cargo de todo en casa. Cocina, limpieza, es la que más quiere que todo vuelva a "la normalidad"

—hermana mayor mujer tiene instinto de maternidad. Se le nota, los cuida mucho a vos y, cómo se llama tu hermano?

—Natsuo. Si, se esfuerza mucho porque olvidemos lo que hizo el viejo

—entendible. Marisa hacía lo posible para que yo no escuche a mis viejos peleando, siempre aprecié eso de ella, cuidaba de mí pero nadie cuidaba de ella— al oír esto, Shoto se dió cuenta de que nunca le había agradecido a Fuyumi por cuidar de él. No tenía porqué, tranquilamente podría haberse ido de la casa y dejarlo a su suerte, buscarse una mejor vida. Pero no lo hizo.— ya es tarde, tengo que ir a casa— Shoto asintió y caminaron a la estación.

Las calles seguían mojadas, brillando con la luz de las farolas en la calle, parecía una película a los ojos de cualquiera.

—me gusta tu pulsera — dijo Shoto

—te la regalo — dijo Nala quitandosela

—es tuya

—si, y te la regalo — la joven tomó la muñeca del bicolor y se la ató — te queda bien— ambos sonrieron y siguieron caminando.

Nala, distraída por quien sabe qué, cruzó la calle sin mirar, por poco la pisa un auto pero Shoto la tomó de la muñeca y logró quitarla del camino.

Los adolescentes quedaron frente a frente, a milímetros de distancia casi.

Nala quedó embelesada con los ojos de Shoto, no quería dejar de mirarlos, nunca había notado que sus pestañas eran de ambos colores como su cabello.

Pronto se dió cuenta de lo cerca que estaba del chico y lo incómodo que este se encontraba y se separó despacio.

—gracias— los jóvenes cruzaron la calle para subir a los andenes del tren.

Nala puso música nuevamente, esta vez Shoto se recargó en el hombro de ella, formando un ambiente tranquilo para ambos a pesar de estar en un ruidoso tren lleno de gente.

Por Ella Vencer [BNHAXOC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora