Por Ella Vencer [BNHAXOC]

18

Eran las nueve de la mañana, algo tarde para lo que Nala acostumbraba, pero debido a los estresantes días que venía teniendo se permitió dormir unas horas más.

—que pelotuda que sos— se dijo a sí misma viendo que durmió con la camisa de Shoto en brazos.

*Seguro Marisa sabría que decirme*

La argentina caminó a su altar y prendió un incienso. Miró el sol que entraba por la ventana.

—era verano en Argentina cuando desapareciste...ahora es invierno allá— miró nuevamente la prenda de ropa en su cama y se castigó a sí misma— no hay tiempo para esas cosas— Nala se puso de pie, besó su mano y dejó su mano en la superficie del altar.

Quitó la tela que cubría un corcho en su pared con pistas de la desaparición de su hermana. Sólo tenía pistas de la última vez que habló con ella, tenía una reunión con Seguridad Pública al siguiente día, horas después desapareció. No sabe con quién habló, ni quién hizo sus guardias en otra ciudad.
Exhaló frustrada y fué a hacer su desayuno.

Se sentía muy milipili (chica fresa, como le digan en tu país) al hacerse tostadas con palta de desayuno. No estaba acostumbraba a permitirse ciertas cosas, mínimas e indispensables pero que no podía permitirse cuando vivía en barrio Ludueña.

"Te voy a tener preparado un departamento para vos y te voy a ayudar en la U.A" recordó las palabras de su hermana.

Miró la carpeta donde guardaba las facturas de servicios y comenzó a revisarla, con la cuota de la U.A cubierta podía preocuparse solo de sus gastos del hogar. Hizo unos cálculos y le sobraba dinero, bastante dinero, quizás podría empezar a darse gustos de vez en cuanto.

Se dió una ducha, se vistió y salió para la U.A.

Tomó su respectivo tren y llegó a la estación. Al abrirse las puertas del transporte, Nala pudo ver a su compañero bicolor esperándola como se le había hecho costumbre las últimas semanas. Inconscientemente la chica ebozó una sonrisa y caminó hacia el chico.

—hola

—hola, pasó algo ayer? No te ví salir— comentó Shoto mientras comenzaban a caminar

—me quedé con Mirio— mintió. Estaba mal pero no quería preocuparlo diciendo "oh, tuve una convulsión porque mi madre decidió usarme de experimento desde que era niña porque era un fracaso para ella". Claro que Shoto no la juzgaría ni nada por el estilo, solo no quería.... molestar. De todos modos ya se sentía bien, sólo fué un mal día.

Sin embargo, ese comentario desanimó al bicolor ante el pensamiento de que quizás su amiga estaba en una relación con el chico rubio, aunque no la culparía, ha oído que ese chico es el siguiente All Might, uno de los Tres Grandes, el mejor estudiante de la academia y el más prometedor....además de que no tiene una horrible cicatriz con piel derretida en el rostro- Shoto, Shoto- decía la chica llamando al chico que se había disociado en sus pensamientos- estás bien?- el chico asintió  y siguieron caminando.

—no llevas las vendas hoy— señaló el chico viendo los brazos de la chica

—me molesta más el calor que las miradas de la gente— la chica pasa sus manos por su cara en un intento de limpiar la fina capa de sudor. Sin pensarlo mucho, Shoto posó su mano derecha, la cual era naturalmente fría; en la frente de la chica. Esta respondió con un suspiro sonriendo y cerrando sus ojos permitiéndose sentir el fresco— aah, que lindo. Gracias— Shoto apartó su mano

—de nada— los adolescentes llegaron a la academia encontrándose con sus amigos, bueno, los amigos de Nala. Como de costumbre estos rodearon a la chica mientras hablaban de temas triviales dejando a Shoto apartado caminando solo atrás de ellos. Al darse cuenta de que el chico no estaba caminando con ellos, Nala se detuvo y lo buscó con la mirada