Capítulo 2: Fácil, tropiezo, no veo y me voy

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Irisha 🂡

Los días han pasado lentamente, las horas son infinitas y ni hablar de los minutos, tan sólo a pasado un més y ya quiero irme, realmente no hice ningún conocido hasta el momento, así que por esa razón estoy aquí hablando con mi propia conciencia.
¿Han oído del Kaiju Nro 8? Se ha hecho famoso es poco tiempo, vaya conflicto.

—Vaya mierda, ojalá un día esto acabe, los Kaijus, este trabajo, el mundo, lo que sea —estire mis brazos hacia arriba y suspiro —Ahh quiero irme a mi cuarto a dormir, bueno por lo menos ya me acostumbré a este cuarto.

Acomode mi bata y seguí viendo el paisaje desde el tercer piso, los edificios, solo estructuras planas y cuadradas "Quisiera ir al campo" mi mente comenzaba a imaginar sin embargo un sonido lo arruinó.

—Oh disculpe usted, pensé que estaba vacío —dijo un hombre alto de pelo negro junto a un chico de cabello blanco.

—¿hm? ¿Son subordinados del vicecapitan verdad?

—Mi nombre es Kafka Hibino y mi compañero es Reno Ichikawa, usted es...

—Keishi Irisha, la Jefa de la clínica de aquí —sonreí, tratando de sonar profesional o almenos amena, pero la verdad quería reirme "este debe ser el 1% que vi en los historiales clínicos" tome un gran suspiro —Vaya usted debe ser el famoso 1% de nuestra base.

"¿Lo dije en voz alta o lo pensé?" Lo dije en voz alta y solo pude ver la risa de su otro compañero, más la vergüenza acompañada con rigidez de Kafka. Trate de disculparme rápidamente con un poco de pena.

—No se preocupe —dijo él

—Lo pensé pero en voz alta, no era mi- ay, eso sonó peor —sentí como me volví azul, como si el oxígeno se me fuera por la vergüenza. —Solo, perdón, he hehe mejor ya me voy, mi descanso ya termino, debo irme.

—No debería afligirse por cosas así, además ya verá que muy pronto me
superare

—Espero así sea Kafka, ánimo, adiós. —Me dió envidia aquella cara, no, mejor dicho la confianza con la que dijo aquellas palabras, pero antes de siquiera bajonearme preferí no pensar en ello y seguí caminando —Si estoy aquí es por mis malas decisiones y ya —mis pasos rápidos fueron interrumpidos por una persona que se atravesó en mi camino, tropezando a brazos de aquél que interrumpió mi andar. —Mierda... —y ahí iba otra vez yo diciendo algo que no debía —perdón —me aparte del susodicho y me fuí rápidamente sin siquiera atreverme a ver quién era. —con permiso.

—Señori-

—Tengo mucho trabajo, no se morirá por un tropiezo tranquilo.

Una actitud desinteresada, sin preocupaciones y sin descaro, así nada, ni nadie se atreverá a estar a mi lado, es fácil, una vida monótona y aburrida hasta el día de mi muerte.

—¿y mi broche?...mierda, ya me la tenía que cobrar por ser tan despistada

Sonó una alarma. Un Kaiju había sido detectado. Mi trabajo estaba por comenzar.

CÓSEME A TU ALMA PORFAVOR - Soshiro HoshinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora