CÓSEME A TU ALMA PORFAVOR - Soshiro Hoshina

Capítulo 12: Una llamada inesperada

➪ Soshiro 🂱

Los días pasaban y no sabía nada de ella. "Debí detenerla, debí abrazarla" pensé. Las noticias no hablaban más que del padre de Irisha y de sus asuntos fuera de los intereses del Gobierno Japonés, extorsiones, experimentos ilegales, asesinatos a líderes de divisiones extranjeras, etc, la lista se hacía cada vez más grande. Más sin embargo hubo solo una noticia que me interesó. Irisha también había sido víctima de los asuntos de su padre, mas no complice. Me preguntaba si esto la eximiria de su conflicto con la División americana y si de ser así volvería allá.

—Como siempre, fuí un idiota —suspire pesadamente —ella me gritó que confiara en ella y yo...

Miré con algo de nostalgia las estrellas, pero hoy particularmente parecían no querer brillar o tal vez solo era mi melancolía la que actuaba sobre mi vista hacía las cosas.

—Te veo preocupado Sub-capitán Hoshina.

Okonogi, la cual con dos tasas de café se acercó a mí.

—No es nada, solo...nada

—¿Es por la Dra Irisha Keishi o me equivoco? —trague saliva y desvíe ligeramente la mirada, no respondí, de todas formas mi cara decía más de lo que deseaba demostrar —Kafka es juzgado hoy si no me equivoco, pero de Irisha técnicamente no hemos sabido demasiado, aparte de lo que se dice en las noticias —me extendió una de las tasas de café

—Si... —tomé en mis manos la tasa.

—Toma ese café, no has comido bien en días

—Estoy bien no te preocupes...mañana debemos hacer mucho papeleo eso me pone la piel de gallina —hice un temblor fingido.

—Vamos Hoshina ¿por qué no vas a buscarla? —una vez más no respondí y Okonogi simplemente suspiro con desdén —...Ella fué para ayudarte ¿sabes?...ella gritaba y suplicó que te de tuvieras...

Una vez más un golpe fuerte resonó en mi pecho, "¿por qué yo no hice lo mismo?" me pregunté incredulo.

—Debi detenerla ese día, soy un completo idiota jajaja —solté una carcajada fingida.

—Demasiado, pues ella estaba ya bastante herida cuando decidió pelear

—¿qué? —solté con vos resonante

—¿no te diste cuenta que su porcentaje de poder se debilitó muy rápido? Eso...eso es porque cayó de cabeza por dos pisos cuando las gradas colapsaron, además en ese transcurso también fué aplastada por algunas bigas... Hoshina, ya perdonaste a Kafka por lo que hizo...deberías perdonar también a Irisha.

Ella había hecho todo eso por mí y yo simplemente la juzgue, lo primero que hice fué confiar en...no importa, ya no importa.

—Es sorprendente como ella...hizo todo eso y yo simplemente no hice nada

—Tampoco te culpes de esa forma, tienes un puesto aquí y no puedes actuar a base de lo que te diga el corazón, sino lo que se te confiere como subcapitán. Pero si deberías buscarla, pues después de todo se ha comprobado su inocencia.

Ese día me acosté en la cama y en el vacío de aquella habitación, lo único que se me ocurrió fué hablar conmigo mismo.

—¿Deberia hablarle? —me pregunté —Debe estar enojada conmigo —Cerré los ojos tratando de dormir, pero sólo daba vueltas y vueltas en la cama como un costal de papas. No puedes olvidar a alguien con quien ya te estabas acostumbrando a dormir, cuando sientes la piel y la carne juntarse siendo uno noche con noche, no sólo en el acto del sexo el cual recorre con la excitación todo el cuerpo, sino también un pequeño beso suyo cuando no puede dormir o un abrazo mientras la noche desprende una ligera luz llena de paz. —La extraño, en todos los sentidos.