Capítulo 10 [SEGUNDA PARTE]

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La llegada de María Fernanda a la escuela fué un suceso que me ha marcado de forma irremediable

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La llegada de María Fernanda a la escuela fué un suceso que me ha marcado de forma irremediable. José Juan no se ha despegado de ella desde el primer día que la vió, una semana después de haber coincidido él y yo. La rabia y los celos me estaban carcomiendo día tras día sólo de pensar en ellos dos juntos. No me imaginaria una posible relación amorosa entre ambos, moriría del coraje y rabia.

A veces he llegado a pensar que esto es un karma que la vida me ha dado por haberle bajado el enamorado a mi amiga Day en la escuela primaria. La situación entre nosotras fue tan estúpida, que tuve que cortar mi relación con ese chico al dejar la escuela y empezar una nueva etapa en Monterrey. He de decir que me fuí en paz, ya que Dayma y yo habíamos rebobinado el lazo de amistad que nos alejó por culpa de alguien que no sabía si valía la pena. Todo gracias a Cirila.

En estos momentos sentía envidia —de la buena— por ella. Sin duda alguna, ha tenido muchos novios y pretendientes desde el primer año de kinder; fue la primera del clan en tener novio. Me faltan dedos para poder contar la cantidad de chicos que la  pretenden. Sin importar aquella condición que la ha dejado marcada por tanto tiempo.

Lo he estado pensando mucho, y creo que ya es hora de que José Juan y yo tengamos una conversación seria. Tal vez ha llegado el momento de confesar mis sentimientos hacía él, antes que la tal María Fernanda. No actuaría cómo antes, tendría que ser un poco más astuta que ella para poder conseguir lo que quiero. Y para ello, necesitaba a una aliada.

—... ¿Minerva? —Volví a la realidad gracias al llamado de la que se encontraba conversando conmigo—, ¿Me estás escuchando?

—¿Eh? —Cuestioné, tratando de adivinar lo que había dicho y por razones obvias no pude escuchar—. Perdóname, Dayma. Es que estaba distraída.

—Sí, ya me dí cuenta—me observó de arriba a abajo—. Te hablaba del noviazgo de Ciri y Trevor. Es increíble ver a nuestra amiga sonreír de nuevo —suspiró—, después de todo el sufrimiento que pasó por culpa del mal nacido, idiota ése.

—Me agrada que un chico cómo Trevor Summers se haya cruzado en la vida de Cirila. Me alegra saber que está junto a ella —Solté una bocanada de aire, mientras seguíamos deambulando por los pasillos del instituto—. Bendita suerte que tiene con los chicos.

—¿Qué pasa, Minerva? Pareciera cómo si no estuvieras tan entusiasmada por la ocasión—Nos detuvimos un rato para hablar—. ¿Se puede saber el porqué de tu despiste? Llevo minutos hablando contigo y no me escuchas. Sólo recibo la atención del aire.

—Discúlpame, amiga —Reanudé el recorrido a mi aula, está vez con algo de velocidad—. Es que el asunto de José Juan y la mustia esa de María Fernanda, me tiene muy preocupada.

—¿Acaso ya andan?

—No, pero estoy segura que ya no tarda en acontecer. Tengo mucho miedo, Day. Él me gusta mucho y no lo quiero perder por culpa de la nueva.

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⏰ Última actualización: Aug 23 ⏰

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