Ryan
Halley no repara en mí. Aunque intento llamarla y alzo mi voz para ser escuchado, camina rápidamente hasta que la pierdo de vista, tengo la sensación de que es justo lo que quiere hacer, alejarse lo más que pueda de mí.
Suelto un suspiro frustrado y camino lo más lento que puedo, mi pierna esta herida y caminar duele como el infierno, necesito pensar, todo en mi cabeza esta confuso, quiero encontrar respuestas, pero no creo que este listo para ellas, ni siquiera creo que sea valiente para buscarlas en realidad. Si, este cobarde soy yo.
Pero hay algo que me sucede cuando veo aquellos ojos verdes, es como si me transmitieran valor, coraje para enfrentarme a lo que sea, incluso se siente como esperanza ¿Alguien como yo todavía puede sentir eso? Recuerdo su sonrisa y una cálida sensación se extiende en mi pecho sin autorización. Sacudo mi cabeza intentando entrar en razón ¿Qué rayos me sucede?
– ¡Hermano! –Exclama Eric, mi amigo. Llega corriendo a mi lugar y me abraza por los hombros.
– ¡Hey, Eric! ¿Qué tal? –Le pregunto y el me observa.
–Amigo, su caída no fue para nada linda, debes estar adolorido como la mierda– Estalla en risas y lo acompaño.
–Mi pierna te da la razón, creo que dejara cicatriz–Hago una mueca.
–Te llevaste la peor parte amigo, aunque Halley también se ve bastante herida, aquí entre nosotros –Se acerca para susurrarme –Creo que vi su cabeza sangrando, debe ser el karma divino por ser una perra.
La ira burbujea en mi interior, pero la contengo y finjo que no me ha afectado su comentario.
– ¿Por qué la llamas así? –Pregunto curioso y el me mira extraño.
–Ese golpe si te debió joder la cabeza bro. Halley es una mala persona, no te dio ni una mirada cuando los sacaron de ese lugar, y cuando se le acercaron para socorrerla se alejó de todos corriendo con June y su madre, además se rumora que como su madre esta aquí, ha tenido privilegios –Me susurra como si fuera el mayor secreto del mundo.
Que porquería, es totalmente falso, incluso se le ha prohibido estar cerca de los representantes.
–Ella no es así –Gruño y el ríe.
– ¿Sí? –Me pregunta y en su mirada observo algo que no me agrada– ¿Y por que cuando la llamaste ni siquiera te volteo a ver? Porque para ella nadie vale la pena, a sus ojos todos somos insignificantes, las mujeres como ella merecen quedarse solas.
Cada palabra es soltada con mas odio y trago mis impulsos de irme contra él.
–Ni siquiera la conoces para hablar tanta mierda de ella, deberías al menos tener la decencia de entablar una conversación con ella, todo lo que dices deja ver de lo vacío que estas y la ausencia de respeto en tu vida.
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Encuentrame en las Estrellas.
Teen Fiction¿Crees en las casualidades? Porque yo no. Frecuentábamos el mismo lugar, estábamos con las mismas personas, compartíamos los mismos horarios cada día desde nuestra infancia, ¿Cómo no pude notarlo durante 8 años? Conocernos no fue una casualidad, e...