03 | Los Peréz... y los Verstappen

1.1K 235 85
                                    


—¡Charles, Carlos! Es un placer volverlos a ver, ya teníamos tiempos de no verlos por la casa— La mujer mayor rompió el silencio mientras abrazaba a los esposos.

 —Hola para ti también, güerito, mucho gusto— ahora la sonrisa iba dirigida hacia él.

Charles se adelantó —Hola, Marilú. Nos alegra mucho que hayas venido, quiero presentarte a Max Verstappen, amigo desde la infancia cuando corríamos en kartings enEuropa.

Max ofreció una mano como saludo pero fue sorprendido por un abrazo, el cual correspondió.

—Todos los amigos de Charlie son bienvenidos aquí— le dijo al separarse.

—Muchas gracias— respondió un sonrojado Max.

—Oh, hola, señorita Emilia— Saludó Carlos a la pequeña en brazos de la que debía de ser Paola.

Emilia saludó efusivamente son su brazo. Paola bajó a la niña que se acercó corriendo a la pareja.

Max aprovechó para saludar a Paola —Mucho gusto, Max Verstappen— nuevamente fue sorprendido cuando la mexicana lo jaló para saludarlo de beso en la mejilla.

Al parecer los mexicanos son muy táctiles.

—Como dijo mi mamá, bienvenido a México, Maxito— Max llevaba apenas unas horas en el país y ya tenía un mote cariñoso, podía acostumbrarse a eso.

—Emilia, ven a presentarte— llamó Marilú. Cuando la niña estuvo frente al omega, la mujer volvió a hablar.

—Ella es Emilia Pérez, mi nieta— y antes de que Max pensara que era hija de Paola, aclaró —Hija de mi hijo más joven.

—Y el jefe favorito de Carlos— Paola metió cizaña.

El español rodó los ojos y dijo entre murmullos —Mi único jefe, de hecho.

Max bajó la mirada ante la niña. Debía de rondar en la misma edad de Michel, tenía el cabello castaño claro, ojos color café oscuro, unas mejillas abultadas y una sonrisa con pequeños dientes.

La niña extendió los brazos hacia él. ¿Quería que la cargara?

—Al parecer le gustó tu olor— aclaró Paola.

—Oh... — Max se agachó un poco para levantar a la pequeña. La cual rápidamente lo abrazó por el cuello y colocó su cabecita en él.

No fue hasta que tuvo cerca el olor de la bebé que la pudo distinguir como alfa. Al ser tan pequeña debía de necesitar estar cerca de su madre, Max se preguntaba dónde estaba ella...

—Bueno familia— comenzó Marilú —Traemos "Carne en su jugo" para el almuerzo. Carlos— llamó —Ayúdame a bajar las cosas, para que el chofer se pueda retirar.

Charles dio un suave empujón a su esposo y dijo —Me encargaré de la mesa. ¿Me ayudas, Max?

El rubio se encontró en una encrucijada ¿Debía de bajar a la niña?

Las omegas Pérez parecieron ver su duda y Paola se acercó para ayudarle a bajar a Emilia. Sin embargo, la niña parecía reacia a dejar su escondite.

—Al parecer le agradas demasiado— sonrió —Pero Emilia— llamó a la niña —Debes dejar ir a Max.

—¡No!— el rubio sintió el puchero que hizo la bebé. Al ver la reacción de ella, ofreció una solución.

—Puede quedarse conmigo en lo que ponemos la mesa ¿Te parece bien, Emilia?

A lovely place to belong | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora