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Checo cerró los ojos y presionó las palmas de sus manos en su rostro, en un claro gesto de cansancio.
Eran las 8 de la mañana, apenas había llegado al trabajo y ya se sentía exhausto ¿Sería muy malo si usara su posición para darse a sí mismo el resto del día libre?
Y es que usualmente no le molestaba ir a trabajar, es más, le encantaba estar pendiente de la empresa. Pero había algo particular en ese día qué lo tenía inquieto, su lobo le decía que algo estaba mal.
Entonces, claramente, no era la persona más dispuesta en estos momentos. Sobre todo si no tenía a cierto rubio entrando y saliendo de su oficina para hacerle la vida más fácil.
Inhaló y exhaló un par de veces para soltar ese sentimiento en su interior. Al abrir los ojos, decidió checar su teléfono para ver las notificaciones.
Aunque por lo que encontró, quizás era mejor si nunca lo hubiera hecho.
Lance Stroll
«Hola, Checo.
Quería preguntarte si tenías a la mano el número de tu secretario»
¿Para qué carajos quería Lance el número de Max?
«Hola, Lance. Buenos días
¿Max?»
«Pues a menos que tengas otro secretario con el mismo nombre, sí, él»
"Já, graciosito" pensó Checo.
«No. No tengo su número personal
Y Cheoc habría estado encantado de dejar todo ahí, pero en el fondo sabía que el padre de Lance era de los principales inversionistas, por lo que no podría tratar así a su hijo.
pero te puedo enviar su correo de la empresa»
«Oh
Bueno, creo que eso estaría bien»
Checo frunció un poco su ceño, al parecer el joven Stroll parecía decidido en comunicarse con Max. La pregunta era ¿por qué?
«Sí
¿Quedó algún asunto pendiente entre ustedes?»
Trató de que su pregunta sonara casual, y esperaba que hubiera funcionado.
«Oh, no. Solamente quería felicitarlo por su buen rendimiento en la campaña con la indycar »
