Capitulo 5: Bienvenidos

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Rápidamente tracé un plan, ellos no podían aterrizar contra el suelo después de una caida de 100 metros. Escondí mis garras y me lancé al vacio, era la última en el orden de caida, me concentré en mi poder de curación en cada uno de ellos. En cuanto ellos llegaron al suelo mi fuerza descendió, noté un gran apagón en mi cuerpo, fue como un cortocircuito en mi interior y casi me desmayo, cerré los ojos y volvi a concentrar la curación en mi propio cuerpo. Pero no fue suficiente, mis piernas tocaron el suelo y colapsé, rodé varios metros y sentí que de pronto algo se clavaba en mi pierna.
-¡Joder!-grité y saqué las garras para frenarme, me quedé tumbada en el suelo boca abajo, intentando recuperarme poco a poco, me dolian las piernas, sobre todo la pierna izquierda, no sabía si era por el golpe tan duro que me había vuelto a despertar la lesión de esta pierna o por lo que fuera que me había clavado. Mis músculos se iban curando lentamente y era un alivio poder sentir una mejoría.
-¡Percy!-escuché el grito facilmente reconocible de mi hermana, ella había gritado a mi derecha, con las pocas fuerzas que tenía giré mi cabeza hacia ese lado. Vi el borde del precipicio, no vi a mi hermana y eso me hizo entrar en pánico, entonces  localicé las manos de mi hermana aferrándose al filo del precipicio. Mis ojos se abrieron de para en par, un escalofrío recorrió mi espalda y un sudor frío me inundó. No lo pensé, apoyé las manos en el suelo y levanté mi cuerpo, apoyé la pierna derecha y luego la izquierda pero el dolor me hizo flojear y casi caer, pero no lo hice. Tomé aire y me encaminé al precipicio, llegué a la altura donde estaban los dedos de mi hermana aferrándose a el suelo. Apoyé la rodilla izquierda en el suelo y agarré con una de las manos su mano derecha, y con la izquierda me afiancé al suelo apoyándome en el bordillo. -¿Ana?-preguntó ella extrañada.
-A la de tres te subo.-le anuncié seriamente, ella asintió y yo comencé la cuenta atrás.-1...2...3-tiré con todas mis fuerzas y ella ayudó en cuanto pudo llegar al bordillo con su mano libre, seguí tirando hasta que estuvo del todo arriba y las dos caímos al suelo de espaldas la una junto a la otra. Ambas teníamos la respiración acelerada y a mi seguía doliendome todo. Annabeth tenía una pequeña brecha en la ceja y parecía que por lo demás todo bien.
-¿Estás bien?-le pregunté y ella suspiró.
-Eso creo, gracias...-añadió como con duda, como si no supiera si debía decir gracias o no.
-No tienes por qué darlas,-me levanté quedándome sentada, agarrando mi rodilla derecha y con la pierna izquierda extendida -tu lo habrías hecho por mi...-quise haber añadido un "¿no?" pero no lo hice.
-¡Annabeth!-gritó Percy que vino corriendo y abrazó a mi hermana, yo sparté la vista mientras ellos se besaban, pero mantuve una pequeña sonrisa en mi boca, era agradable verlos aún juntos. Yo fui a levantarme y al apoyar la pierna izquierda caí al suelo de lado.
-¡Ana!-gritaron los dos y se pusieron a mi lado.-¿Qué te pasa?-preguntó Annabeth.
-Es la pierna, og...-protesté y me llevé una mano a ella.
-¡Vamos, te hecho una mano!-Percy agarró mi brazo derecho y me ayudó a levantarme.
-Vayamos a ese árbol, tengo que mirar una cosa.-dije y el hijo de Poseidon asintió, comenzamos a caminar y yo evitaba apoyar la pierna izquierda. Al llegar al árbol me senté con cuidado y estiré la pierna.
-¿Estas bien? Tienes mal color.-dijo mi hermana y yo la miré, era la primera vez que mostraba algo de preocupación por mi desde que nos encontramos.
-Si, necesito que busquéis a los demás, ya.-Percy asintió.
-Iré yo, Annabeth quedate con ella.-mi hermana asintió y se puso en cuclillas junto a mí.
-¿Por qué no estamos muertos?-preguntó de pronto.-Has usado tus poderes no?-ella me miró con una mezcla de enfado y  preocupación.
-Era eso o que acabaráis muertos.-respondí y ella frunció los labios con desaprobación, entonces llegaron los demás junto con Percy.
-¿Donde estamos?-preguntó Hazel.
y mientras todos discutían y especulaban sobre donde estábamos yo me levanté la pernera del pantalón y pude ver lo que tantas molestias me estaba ocasionando. Era un corte con algo muy característico, una raíz, una raíz fácilmente reconocible para mí. Suspiré y apoyé mi frente en la rodilla derecha.
-¿Qué es eso?-preguntó Nico señalando mi pierna.
-Es muérdago.-respondí.-Tengo que sacarlo ya o no aguantaré mucho más aquí dentro. Percy, Jason, agarradme los brazos, y alguien que tire de ahí con todas sus ganas.-dije y los chicos me agarraron los brazos sin rechistar. Hazel dio un paso al frente y agarró la raíz, yo le asentí, cerré los ojos con fuerza para luego sentir un fuerte tirón, me retorcí sobre mi misma y de pronto no sentí nada. Me encontraba en mi mente, frente a mi la loba blanca de cada vez que desfasaba, la miré con duda y ella me gruñó.
-Estoy inconsciente, entonces, ¿mandas tú?-la loba me miró con sus ojos rojos y volvió a gruñirme, de fondo escuché una voz.
-¡Ana! ¡Relajate!-era mi hermana la que gritaba. Miré a la loba enfadada rápidamente, ella volvió a gruñirme.
-Yo soy la que manda aquí, así que dejame volver a tomar el control, ya!-grité y la loba relajó su postura y yo tomé el control de nuevo. Cerré los ojos en mi mente y volví a la realidad, mi hocico se encontraba a dos centímetros de la cara de mi hermana y ella mantenía una postura en guardia, miré a mi alrededor y vi a Percy, Jason y Frank listos con sus armas en la mano apuntándome. Yo volví a mirar a mi hermana y vi que detrás de ella estaba Hazel con la raíz en la mano.
-Tranquilos, ya ha vuelto en sí.
-¿Cómo estás tan segura ?-preguntó Piper. -Porque conozco a mi hermana.-entonces levantó su mano y acarició mi cabeza. Yo me relajé y volví a ser normal, al instante mi rodilla flaqueó y me apoyé en Annabeth, ella agarró mi brazo y me asintió de forma aprobatoría.
-Iremos a investigar mientras ella se recupera un poco.-dijeron los chicos envainando sus espadas.
-Que nadie se mueva de aquí.-dije casi sin fuerzas.-No podemos separarnos.
-¿Por qué lo dices?-preguntó Piper.
-Porque ella ya ha estado aquí, ¿no es así?-dijo mi hermana y asentí.
-Si. Bienvenidos al bosque de la Quimera.


Bueno chicos hola de nuevo, espero OS este gustando el rumbo de la historia. ¿Qué OS parece la relacion entre Annabeth y Ana? Parece que renace la cosa ¿no?
Nos estamos leyendo chicos, por cierto dedico este cap a aroanavarroborrero ya que a parte de tantos votos como me ha dado es española y eso pues me tira un poco. Si también queréis que os dedique un cap tan sólo tenéis que pedirlo.

Ana White Hija de Athenea 4: Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora