Capitulo 14: Despertar

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-Sh...parece que empieza a reaccionar.-escuché una lejana voz que reconocí fácilmente como la de mi hermana Annabeth. Los párpados me pesaban así que no podía abrir los ojos, movi los dedos que se enredaron en unas finas sabanas, tomé aire por la nariz y sentí el fresco aroma de un cercano lago, el olor a fresas silvestres, el tufo de una hogera no muy lejana y el inconfundible olor a medicamentos. La pesadez de mis ojos se hizo menos pronunciada y por fin pude abrirlos poco a poco, la claridad que entraba por la ventana de enfrente me deslumbró al principio pero pronto me acostumbre y las siluetas que se alzaban alrededor de mi camastro por fin dejaron de parecer sólo sombras y tomaron el aspecto de personas humanas, al menos la mayoría.
-Por fin despierta.-susurró Percy a mi derecha junto a Annabeth.
-Pensé que bromeaban cuando me contaron que la chica loba había vuelto de entre los muertos.-dijo Quirón en frente de mi.
-Para volver primero hay que irse Quirón.-le respondí con la voz algo ronca. Tomé aire con algo de esfuerzo y me rebullí un poco en mi cama, quería levantarme y poder saludar como era debido pero mi cuerpo magullado no me lo permitía.
-Tómatelo con calma.-me aconsejó Annabeth.-A penas llevas unas horas inconsciente, necesitas descansar de ese muérdago, y de la paliza de tu padre, y de la pérdida de sangre...
-Creo que lo ha pillado Annabeth.-le dijo Percy y me dió una sonrisa que le devolví.-Quirón seguro querrá hablar con ella, ¿qué te parece si vamos a decirle a los demás que esta bien y luego volvemos?-ella lo miró no muy convencida.
-Ve, estoy bien.-le insté y ella se dejó arrastras fuera por Percy. Miré a Quirón directamente desde mi camilla y él me sonrió de lado con su típica postura de brazos cruzados sobre el pecho.
-No me preguntes por qué no te pedí ayuda, por qué no te lo conté, porque sabes las respuestas. Lo importante es que mi plan funcionó y ahora estoy aquí.
-No iba ha hacerte ninguna pregunta.-Quirón se acercó a mi camilla.-Sólo iba a abrazarte.-extendió sus brazos y me abrazó, yo se lo respondí, era agradable que Quirón no me hubiera regañado sino que a demás me hubiera consolado. Nos separamos después de unos segundos y yo me quedé medio sentada con la espalda apoyada en la pared de detrás de la camilla.-Hay una cola ahí fuera de personas que quieren verte y comprobar si lo que los 7 héroes dicen es cierto.
-¿Y que dicen los 7 héroes?
-Que Ana White a vuelto. ¿Te parece poco?
-Comparado a todo lo que se avecina si, Cronnos va a volver.-solté y Quiron asintió descontento.
-Lo sabemos, los chicos me lo contaron, ya le pondremos remedio a eso mañana. Vamos a reunirnos en asamblea para remediar esto mañana por la mañana, alguien debe guiarnos en esta batalla. Pero tu limitate a descansar. Vamos a trasladarte a la cabaña de Percy y él dormirá en otro lugar para que puedas descansar sola. Eso será después de la cena, ahora muchas personas querran verte, sobre todo tus hermanas.-sonreí al acordarme de ellas y asentí.-Llamaré a tu enfermera para que te revise...
-Quirón...-lo llamé.-¿Y Seth?
-Él está fuera, fue el primero en llegar, te trajo dando un salto de continente a continente, tubo que ser agotador.
-¿Salto?
-Seth es un alfa ahora, ¿recuerdas? Él también tiene su poder.

Poco después la enfermera, Lyla, me revisó, fue un gusto volver a ponerme en sus manos, como la última vez que estube en la enfermería del campamento. Dijo que aún estaba como para quedarme reposando pero me autorizó para ir a cenar al comedor con el resto. "Aunque te diga que no vas a ir igual" fueron sus palabras y yo me reí ante eso. Annabeth llegó con ropa nueva, me di una ducha en los baños de la enfermería y me puse esa ropa, eran unos vaqueros cortos y la camiseta del campamento, fuera del baño me esperaba mi hermana con mi sudadera de rombos.
-Pareces tu otra vez.-dijo mientras me la ponía despacio.
-Nunca he dejado de ser yo.-le respondí, me eché la capucha y me agarré a ella para poder caminar con más deshaogo, ella me condujo hasta la puerta donde Percy y Hazel esperaban sentados, se levantaron rápidamente y me miraron expectantes. Yo observe las vistas, campistas de arriba a abajo, algunos en las pasarelas colgantes de los árboles, otros haciendo combates en el suelo, otros tiraban con el arco a las órdenes del instructor, unos pocos surcaban el cielo a lomos de unos pegasos. Todo era tal y como lo recordaba sólo que faltaba algo, que la gente no estuviera parada, todo el campamento se había detenido y no se escuchaba un sólo repiqueteo espada contra espada, tan sólo silencio y un montón de ojos directos hacia mi. Annabeth iba a decir algo, pero la detuve y bajé sin su ayuda el resto de escalones para ponerme delante de ellos. Me quité la capucha de la cabeza y se oyeron algunas expresiones de asombro.
-Soy Ana White, y si, estoy de vuelta, ahora volved a la normalidad si no quereis que os devuelva yo a ella. Sólo he estado ausente, no he cambiado.-muchos semidioses me sonrieron y asintieron estando de acuerdo, otros pocos sólo pasaron del tema y siguieron con sus tareas y el resto negó con desaprobación ante mi actitud.
-Siempre tan mandona.-oí una voz muy familiar acercándose a mi y me giré para ver a Clarisse LaRue frente a mi, más alta, más fuerte y mas llena de cicatrices, le sonreí y ella me miró de arriba a abajo.-Te ves hecha mierda White.
-¿Hace cuanto no te miras al espejo LaRue?-ambas reimos y chocamos las manos para luego abrazarnos.
-Eres dura de pelar eh chica loba.-dijo separándose.
-Eso dicen.-comenzamos a caminar hacia el comedor con Annabeth, Percy y Hazel siguiendonos.
-Algunos aquí no se alegraran de verte, a decir verdad es normal, finjiste tu muerte así que no todos se lo tomarán bien, pero que sepas que la cabaña de Ares está con semejante luchadora como tu. Ah, y estoy deseando que me cuentes todo sobre ese Bosque de la Quimera, Percy es bueno contando historias, pero seguro tu le pones más emoción.-le di una sonrisa y asentí.
-Cuenta con ello.-Clarisse se alejó y de nuevo Annabeth ocupó su lugar.
-Es agradable volver a estár aqui, ¿no?-yo la miré y le sonreí.
-No es lugar lo que hace el hogar, es la gente que lo habita.-le respondí y agarré su mano, ella me sonrió y de pronto se formó un escándalo impresionante.
-¡Ana!-una mesa casi entera del comedor se levantó y corrió hacia mi, todas se abalanzaron a por mi y me abrazaron, yo intenté abarcarlas a todas pero me era imposible. Cuando deshicimos el montón pude verlas a todas. Cora, Lily y Paula eran las que estaban en primera fila, habían crecido mucho pero seguían teniendo las mismas facciones de niñas, aunque ahora perecían chicas duras.
-Por todos los Dioses, Cora, Lily, Paula, estáis...
-¿Mas altas?-sugirió Paula.
-¿Mas fuertes?-sugirió Cora.
-¿Preciosas?-sugirió Lily y todas reimos.
-Las tres cosas, anda venid aquí.-abracé a las tres y luego saludé a las demás hermanas una a una, Cora trajo a las nuevas, eran Aria, Jess y Lina, tenían 15, 12 y 11 años.
-Ella es Ana White chicas, la primera semidiosa licantropa, nuestra hermana.
-Encantada chicas.-le estreché la mano a todas y ellas me sonrieron con timidez, la que parecía más asustada era la pequeña. -Tranquila Lina, no me como a nadie, a no ser que me de motivos.-puse los ojos rojos y ella abrió mucho los suyos y sonrió.
-Como mola...-exclamó.
-He leído tu libro. El del Cazador, me encantó.-dijo Aria y yo miré a Cora.
-¿Qué libro?-pregunté.
-El que le dejaste a Annabeth, hicimos un par de copias de tus historias y algunas hermanas se lo leyeron.
-Y algunas no hermanas, y algunos romanos y quien sabe quien más...-dijo Aria y Cora la miró mal.
-Sentemonos a cenar ya hablaremos sobre esta violación a mi intimidad.-puse una mano sobre el hombro de Cora para apoyarme al andar aunque el malestar ya era más llevadero que antes. Me senté en una de las sillas frente a Lily y entre Cora y Annabeth, era como volver a estár de vuelta. Entonces pasó lo que más amaba de este comedor, todo el mundo desapareció para mi, tan sólo escuchaba unos pasos, un latido, una respiración, alcé la vista y allí estaba, Seth. Estaba más alto, más fuerte, más guapo incluso. Su postura era diferente, ya no parecía un adolescente al que todo le parecía indiferente, ahora parecía un adulto seguro de si mismo. Él no se dió cuenta de que lo estaba mirando, o no quiso dársela ya que no me devolvió la mirada.
-¡Por todos los Dioses!-una fácil, reconocible y casi irritante voz retumbó en todo el comedor, levanté la vista de mi plato y vi a mi mejor amigo Blade que me miraba con los ojos muy abiertos. Me puse de pie y comencé a caminar hacia él.-Pensé que estaban de coña cuando me lo decían Ana...-di el último paso hacia él y lo abracé.
-Yo también te he echado de menos cabra loca.-le dije mientras él me respondía el abrazo.
-Joder Ana, que chiste más malo.-respondió y nos separamos ambos con una sonrisa.-Quirón nos está mirando mal.-me susurró.
-Hablamos después ¿vale?-le di un apreton en el hombro y él asintió, yo me volvi a sentir en mi mesa y comí tranquilamente con Annabeth acallando a las pequeñas que querian preguntarme cosas.-Os prometo que os lo contaré todo, ¿vale?-les dije y ellas asintieron algunas no muy satisfechas. En realidad yo tampoco, no habia pensado mucho en que debia volver a "marcharme" y esta vez para siempre.
Al acabar la cena pedí a Annabeth y a Quirón permiso para quedarme en la hoguera un rato pero ambos se negaron rotundamente argumentando que tenía que descansar.
-Ahora vete a la cabaña de Percy, él dormirá en otra cabaña.
-¿En cual?-pregunté con duda y miré a Annabeth.-En la nuestra no eh, Annabeth que le arranco la cabeza.-amenacé y ella se puso roja y negó con la cabeza.
-Ana, tengo 20 años.-argumentó ella y yo entre cerré los ojos.
-Y yo 19, eso no importa, lo quiero apartadito de ti eh al hijito de Poseidon...-Quirón me agarró del brazo con una sonrisa y comenzó a arrastrarme lejos de mi hermana, no pude soportar sonreír y ella tampoco pudo. Echaba de menos esto y lo volvería a echar dentro de poco.
-Quirón...-me frené en seco al oír esa voz, me giré con los ojos fuera de las órbitas y lo miré a los ojos.-Puedo llevarla yo hasta la cabaña 3.-dijo y yo miré a Quirón con aprobación.
-Esta bien, hasta mañana Ana.-dijo Quirón y yo le di una media sonrisa y se fué. Seth comenzó a caminar y yo lo seguí, él no se daba la vuelta para mirarme, yo tampoco era capaz de mirarle a la cara del todo, aún me era difícil después de que se marchara aunque si nos ponemos exquisitos, yo también me largué.

¿No es genial tener a Ana de vuelta? ¿Que reencuentro les ha gustado más? ¿Pasará algo entre Ana y Seth? ¿Le contará a alguien la semidiosa lo que los Dioses le han dicho?
Espero como siempre comentéis, me deis un corazoncito y me difundáis por ahí. Besos para todos y siento no tener canción para este cap. Nos estamos leyendo...

PD:cap dedicado a @aroa2000 por su participación en los comentarios

Ana White Hija de Athenea 4: Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora