Las Hordas de la Destrucción

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 Maximus estaba perturbado de nuevo, no solo por el saber que las Fuerzas del Caos estaban colaborando con el Wagg de Orkos, sino por que de nuevo las imágenes de aquella mujer volvieron a su mente con mas fuerza que antes, podia ver su rostro pálido, la cicatriz en su ojo y su cabello rojo...sentía que la conocía. ¿Acaso era una mujer de antes de convertirse en Astarte? si ese era el caso entonces algo estaba muy mal con el, un Adeptus Astartes no debía recordar su pasado y aunque lo intentara no podría por el intenso psico adoctrinamiento al que fue sometido para olvidar su viejo yo y convertirse en un Hijo de Ultramar.

<<Acaso falle en eso también? acaso ni siquiera logre mi transición metal para ser un elegido del Emperador? no solo no tengo la fuerza, velocidad o resistencia digna sino que tampoco tengo la mente clara. Los Ultramarines son muy estrictos con las reglas del Codex...yo apenas llego a ciumplir el minimo ¿como es que no me han expulsado del Capitulo? ¿o no me han enviado a reformar para corregirme? tal vez soy tan insignificante que mi enorme fracaso ni siquiera llega al Alto Mando>> los pensamientos de Maximus no paraban, no había estoicismo, solo fracasos.

Los lideres de la Compañía de los Ultramarines y el Regimiento de la Guardia de Spartan Prime estaban reunidos para planificar su próximo movimiento, la operación de reconquista de la Capital fue exitosa, pocas bajas de Ultramarines y no tan altas bajas del Astra Militarum pero el plan original de usar la Ciudad como punto de operaciones militares terrestre para la campaña contra los Orkos a pesar de estar vigente había cambiado pues a traves del analisis de las armas y armaduras e equipamientos de los Piles-verdes se había descubierto que tenían componentes de forjas demoniacas de nada mas y nada menos que la Legión Negra. Era prioritario informar al alto mando para esperar ordenes pues este descubrimiento lo cambiaba todo. Por mientras los Marines y Soldados se preparaban para la siguiente batalla, asentándose en la Capital, curando a los heridos, fortificando los muros, y preparando sus armas e ahí estaba Maximus. 

Maximus intentaba calmar su mente siguiendo la filosofía de pensamiento de los Ultramarines y recordando párrafos del Codex para ser su mejor versión, en la anterior batalla demostró por momentos ser digno de ser un Ultramarine en palabras del Capitán Reman lo cual lo ayudaba a no caer en pena, tal vez si era digno tal vez...

La tierra comenzó a temblar, un grito alegre y salvaje se escucho fuera de la ciudad, todos sabían lo que era: la respuesta del Wagg. 

-Posiciones de batalla, prepárense para defender la Ciudad- grito el Capitan Reman. 

Inmediatamente todos los miembros de las fuerzas Imperiales se movilizaron a los muros para la defensa, habita terror en el corazón de los Guardias pero no cobardía rezaban al Dios-Emperador y se motivaban pues a su lado tenían a sus Ángeles. Los Ultramarines prepararon una defensa lista para la horda. Reman se alzo sobre el muro con el Estandarte del Águila Imperial.

-Aquí es donde ellos mueren, aquí es donde ellos caen ante nuestra implacable fuerza de defender a la Humanidad ante nuestra furia imparable de retribución. Por el Emperador !!!-

-POR EL EMPRADOR !!!- grito Maximus y todos los defensores. 

La Horda se acercaba y apenas se veían en el horizonte ya empezaban a disparar contra los defensores sin embargo estos confirmaron sus temores, los Orkos tenían vehículos del Caos modificados con chatarra orkoide. Si había alguna duda de la colaboración conjunta de estos dos enemigos de la humanidad ahora ya no la había. Las fuerzas Imperiales descargaron su furia y munición contra las hordas cada vez mas cerca matando a miles de adversarios derramando sangre y esparciendo cadáveres por el campo que ardía en llamas y fuego por la artillería de la Guardia Imperial los números de Orkos se reducían exponencialmente pero su avance no paraba.

La defensa parecía relativamente controlada pero misiles de tamaños monstruosos se lanzaron contra los muros. -Retrocedan y cúbranse- ordeno Reman lo mas rapido que pudo, los misiles impactaron contra su objetivo y la Marea Verde estaba por entrar a la Capital pero los Ultramarines avanzaron entre el humo cenizas y escombros y se posicionaron fuera de los muros frente al enemigo y dispararon sus Bolters contra el enemigo matando a muchos pero ya estaban cerca de su posición así que tomaron sus Espadas Sierra y cargaron contra la Horda desatando un choque de fuerzas colosal en el que los Astartes respaldados por el fuego de el ya reincorporado Astra Militarum avanzaron sin piedad desgarrando y destrozando con la precisión de una aguja de un cirujano, Maximus avanzaba son un Bolter mediano en una mano y su Espada Sierra en la otra luchando con tuda su fuerza contra decenas de Orkos que se avanzaban contra el matando a varios de un solo golpe y tajo de su espada, manteniéndolos a ralla con su Bolter ejecutando brutalmente a varios grandes Orkos, el avance continuaba y pronto las Hordas enemigas fueron dispersadas por apoyo aéreo de los bombarderos de las fuerzas Imperiales. Habían defendido la ciudad con éxito. 

Las fuerzas sobrevivientes se replegaron y se prepararon para fortificar de nuevo la ciudad Reman organizo la carga contra los pocos Orkos restantes todo y se encontró con Maximus ejecutando brutalmente a un enorme Orco con un hacha sierra casi tan grande como el, Maximus corto sus piernas su brazo y luego lo decapito para luego empujarlo contra el suelo y clavar su Espada Sierra contra el el pecho del Orko hasta que dejo de moverse.

-Muere sucio Xeno, muere, AAAAGAGAGA- gritaba en un ataque de furia poco anormal para un hijo de Guilliman. Se levanto agotado y bañado en sangre para luego quitarse el casco, tomar la cabeza del Orko alzarla y levantar su espada sierra eufórico por la victoria.

-POR EL EMPERADOR ! POR EL IMPERIUM !- grito para luego ver al Capitán Reman y varios Marines observándolo de forma extraña como si algo andara mal. Maximus salio de su trance de furia, dejo caer la cabeza de su enemigo y se vio el torso con una enorme herida, observo a sus hermanos de batalla, y cayo desmallado mientras le salia sangre de la herida. Rápidamente sus hermanos de batalla fueron a socorrerlo y lo llevaron a la Ciudad para ser atendido por sus heridas. 

<<Coraje, Honor, FURIA..."Taliel"...>> pensaba en sus adentros desmallado, confuso y atormentado escuchaba una vos hermosa de una joven que pronunciaba el nombre "Taliel", una voz rabiosa gritando con rabia y odio "Maximus", una voz firme y fuerte diciendo "Elegido" pero el nombre que aquella hermosa vos lo calmaba en aquella confusión...Taliel. Escucho susurros antes de desvanecerse por completo.

<<Taliel>>.


Se despertó estaba siendo atendido por médicos mientras el Capitán Reman lo observaba, Maximus se reincorporo de golpe como si hubiera tenido una pesadilla observando a Reman, los que estaban a su lado intentaron calmarlo. Reman ordeno a todos abandonar el barracon dejando a Maximus y Reman solos. 

-Maximus, tranquilo, la batalla termino estas a salvo tus heridas tardaron en regenerarse mas de lo normal tuvimos que curarte, debes reincorporarte la Operación: Espada de Acero comenzara pronto. Debemos avanzar contra los Orkos antes de que vuelvan a atacar nos adentraremos en las tierras bajo sus dóminos antes de que puedan poner un pie a kilometros de aqui sera la una Operación masiva y necesito a mis mejores hombres, eso te incluye soldado. El capitán extendido su mano para levantar a Maximus. Este se reincorporo.

-Me volviste a recordar que me equivoque contigo, aun te falta tiempo y batallas pero pronto seras un Ultramarine con todas las letras, Coraje y Honor- 

-Coraje y Honor- respondió Maximus. Sus dos corazones se llenaron de orgullo y alegría que trato de controlar. Un marine entro y los interrumpió, estaba alarmado.

-Señor debe ver esto ahora mismo, es urgente- 

Maximus se puso su armadura, tomo su Bolter y Espada Sierra y Reman estaba por ponerse su casco cuando salieron al exterior. Y los vieron.

Mas y mas grandes naves Orkas en la orbita del planeta batallando contra las naves imperiales, capsulas Orkas cayendo del cielo, y no estaban solos pues ahi estaban las naves crusero y capsulas de desembarco de las fuerzas del Caos de la Legion Negra.

-Que el Emperador nos Proteja, prepárense para la batalla- ordeno Reman.

Maximus se quedo atónito observando el cielo con las naves de los Orkos y el Caos. 

<<Y no sentirán Temor alguno.>> pensó aterrado ante el la Gran Guerra que estaba por estallar. 





Warhammer 40k: Fuegos de Amor y Guerra (Space Marine x Eldar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora