Capítulo Cuatro

285 38 1
                                    








Lo que menos se había esperado Fluke era eso. Ni en sus sueños más locos se había imaginado que Ohm Thitiwat  fuera a aceptar lo que le había propuesto e iba a estar de acuerdo en casarse con él. Sorprendido por su capitulación y muy consciente de la forma como lo estaba mirando se concentró en mantener el rostro
inexpresivo. Pero el corazón le estaba latiendo salvajemente en los oídos. No tenía ni idea de la razón por la que él aceptaba. ¿Por qué Nicky era tan importante para la familia Thitiwat?

Seguramente sería el primer nieto de alguien y era niño. Pero, seguramente también, Damon y su esposa producirían niños por si mismos. ¿Por qué iba Ohm a estar de acuerdo en casarse con un hombre que lo despreciaba cuando lo más que podía ganar con ese sacrificio era a Nicky?
Eligió cuidadosamente las palabras, decidido a no revelar nada de sus pensamientos.

-Parece como si Nicky fuera a valer su peso en oro.

-Dios mío.

Fluke lo miró entonces.

-Quiero decir, para usted. No puede culparme por expresar mi sorpresa. Ollie llevaba cuatro meses embarazado cuando la echaron del apartamento de su hermano en Oxford.

-Cristos... ¿Cree usted que habría dado esas instrucciones si hubiera creído que lo estaba?

Esta vez él parecía realmente arrepentido de algo.

Así que el desahucio había sido idea suya y no de Damon. Una vez más, Ollie había demostrado estar en lo cierto en sus deducciones. Fluke miró a Ohm Thitiwat  con un desprecio no disimulado.

-¿Qué ciase de hombre se cree que soy?- le preguntó él.

-Un perfecto hijo de mala madre- murmuró Fluke entre dientes.

-Si hubiera sabido que estaba embarazado de mi hermano me habría comportado de forma muy diferente.

-Oh, no lo creo. El talón habría cubierto el coste del aborto... No creo que a usted le preocupara eso de otra manera.

-¿Cómo se atreve? Nunca pensé eso. ¡No habría matado al hijo de mi hermano!

Sorprendentemente, Fluke descubrió que lo creía.

-Parece que Damon no le dijo que él estaba embarazado.

-No lo hizo.

Así que había habido mentiras, pensó Fluke disgustado. Se preguntó cuántas más habría contado Damon para salvar la cara delante de su hermano. No le cabía duda de que había sido Damon el responsable de que Ohm pensara que Ollie era un chico promiscuo y ansioso de dinero.

-Vamos a almorzar en mi casa de campo.

¿Es qué estaba Fluke con tan mal de aspecto como para que Ohm no quisiera que se le viera en público a su lado?

La casa de campo era parte de un imponente parque y el almuerzo fue servido en un comedor ricamente adornado por una doncella griega uniformada. Comieron en silencio, hasta que, al final, Ohm le dijo:
-El café se servirá en la sala de estar.

Fluke había estado demasiado tenso como para comer mucho. Todo lo que lo rodeaba le impresionaba notablemente. La decoración, el mobiliario, las flores de los jarrones, todo.

En la sala de estar había una pintura del Renacimiento italiano sobre la chimenea de mármol.

La doncella sirvió el café y, tan pronto como desapareció por la puerta, Ohm
murmuró: -Sigamos con los negocios. Naturalmente, espero que firme un contrato prematrimonial. Ya he dado instrucciones a mis abogados para que hagan uno.

¿Estaba él preparado casarse con Ohm? No sería un matrimonio normal, sería un trato de negocios en beneficio de Nicky. Los derechos a la herencia y el bienestar de su sobrino debían ser asegurados. Nicky lo tendría a él ... y Fluke a él, pensó aliviado. No tendría importancia si Ohm se pasaba todo el tiempo por ahí. En realidad, sería un honor, decidió. ¿Por qué no casarse con él?

Unidos por el rencor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora