Teacher's Pet | Katsudeku

Extra XII. The Marriage.

—¡Katsuki!

La voz de Izuku salía desde su nido de amor, esculcando en el closet sin saber donde esta lo que tanto busca.

— ¿Ah?

Respondió Bakugo en la sala de estar ya con su traje puesto, esperando que su pareja estuviera listo para salir a la dichosa boda, donde esperaban no llamar tanto la atención.

Uraraka y Iida en un acto de bondad pura decidieron aplazar el matrimonio para que los padrinos por parte de la chica asistieran en la boda. Iban a casarse hace unos meses pero el héroe cenizo cayó en batalla y se fracturó el cuerpecito cual lego, e Izuku ni nadie de sus invitados estaba con ánimo de celebrar un matrimonio.

— ¿Donde esta mi traje? — Asomó el rostro por la puerta del cuarto mirando con el ceño fruncido.

— Donde lo dejaste, dah — Izuku rodó los ojos ante la respuesta simple de Katsuki.

— Te odio — Le tiro una prenda a la cara. Era obvio que el rubio le había escondido su traje.

— Yo también me odio. ¿Por que no te vas así como estas?

— ¿Es enserió?

Izuku estaba en pijama. Un domingo por la tarde sin salir a ningún lado, ¿Por que debería vestirse formal durante el día? Solo se bañaria y se pondría su pijama de Dynamight, un conjunto de short y camisa ancha con estampado de bombas. Nada más bueno que la comodidad.

— Yo pienso que te ves divino mi rey. A ver, una vuelta — Los ojos rojos se pasearon por el cuerpo terso, silbando en el proceso — Creo que nos quedaremos en casa haciendo algo mejor.

— ¡¿Eh?!

Katsuki acercó el cuerpo de porcelana pero trabajado de Izuku, escabullendo su cabeza entre la tela y la cintura del chico dejando un rastro de besos desde el ombligo hasta los pezones rosados que gritaban ser mordidos, por supuesto los atendió. Suspiros salieron de la boca del semipecoso por el tacto sintiendo las manos calientes subir y bajar por su espalda, con la humedad de los labios ajenos en sus pezones.

— Llegaremos tard-Ah~

La electricidad que sintió no le permitió terminar el regaño. La lengua del cenizo y sus manos se encargaban de recorrer cada parte de su cuerpo superior, Izuku jalaba los cabellos rubios de la sensación que lo inundaba. Era genial cuando Katsuki tomaba sus botones entre sus dientes y los mordía.

— Ellos pueden esperar — Salió del pecho de Izuku y lo miro a los ojos, la voz ronca era dominante y llevando los dedos pecosos a su boca los besó y lamió — Si no quieres llegar tarde, apúrate y montame Deku.

En verdad que lo odiaba. Katsuki era un adonis y estaba su merced, listo para permitirle montar la extensión que le hacia ojitos. No podían llegar tarde, eran una parte importante de la apertura de la boda. No podían quedar mal ante sus amistades. Simplemente no podían.

— A la mierda — Maldijo en bajo Izuku y se retiro los shorts. Sin perder más tiempo alineó el miembro y de una estocada entró. Le valía un carajo si podían o no, necesitaba hacerse cargo de la calentura de ambos.

— Wow tranquilo, ¿Estas bien?

Aunque estaba prendido, también era consciente de que el niño no había sido preparado con anterioridad. Observó como el de pecas elevó su rostro mordiendo el labio, reprimiendo parte del dolor con sus ojos llorosos. Su amiguito era un monstruo, pero era uno que a Izuku le encantaba.

— Cállate — Escupió Izuku para empezar a subir y bajar apoyado con las rodillas sobre el sofá para mayor facilidad. Katsuki jadeó, excitado de la brusquedad de los movimientos y palabras del menor, amasando los glúteos y la masa de la cadera profundizando cada toque, besando lo que encontrara a su paso y mordiendo centímetros de piel pecosa a su disposición.