Capitulo 5. Misión: Por unos pantaloncillos cortos

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En la siguiente dimensión que les encomendaron, tuvieron que hacer lo posible porque las bocas no se les hicieran agua.

- ¡¿Estos barrotes están hechos de caramelo?! – Exclamaba Boone – Tengo que mordisquearlos...

- ¡Boone alto! – Detuvo Sashi – Es caramelo súper duro, si lo muerdes te partirás los dientes.

- ¿Dónde estamos? – Preguntó Penn mientras observaba el lugar – Parece una edificación hecha de distintos tipos de dulce.

- Es la casa de un brujo que engorda a los niños con dulces para después comérselos – Verificó la chica.

- Eso suena bastante terrorífico – Penn sintió que se le ponía la carne de gallina – Aunque con Boone, ya tiene medio trabajo hecho – Miraba la contextura de su amigo.

- Hey. Para tu información, soy un muchacho robusto, muy acorde para mi edad – Comunicó mientras se cruzaba de brazos y desviaba el rostro, evidentemente ofendido con su comentario.

- Y bien Sashi... ¿Qué tenemos que hacer?

- Tenemos que escapar y acabar con el brujo para evitar que siga haciendo sus fechorías.

- ¿Y cómo hacemos eso? Somos unos simples niños y él seguramente un brujo que puede usar magia ¿Cómo lo enfrentamos?

- Ese es tu trabajo "héroe". Piensa – Ordenó Sashi.

Cuando iba a sentarse a idear un plan, entraron a la habitación. Era Larry haciendo su respectivo papel de esbirro del brujo malvado.

- Hola chicos. Les he traído unas exquisiteces para que se degusten. Cortesía del anfitrión de la casa – Mencionó mientras sonreía afablemente.

- ¿Ah si? – El pelirrojo alzó su voz, adquiriendo el "modo héroe" que le encantaba utilizar - Pues dile al anfitrión que no vamos a comer nada porque hemos decidido hacer una huelga de hambre – En eso Penn detuvo su alegato de lucha pasiva, al darse cuenta de que el pelicastaño ya se había comido media bandeja de lo que hubo traído Larry - ¡Boone!

- Lo siento Penn... es que éstas galletas y estos pasteles están tan deliciosos – Hablaba con la boca repleta.

Sashi y Penn se miraron las caras, resignados.

- A éste paso, Boone será la siguiente victima de Rippen – Esbozó la chica.

El tiempo pasaba y lo único que tenía Zero para escapar era la idea de cavar un túnel en las paredes de galleta – muy tostadas, demasiado para darles un mordisco -, utilizando las cucharas de postre que les colocaba Larry junto a la bandeja.

- ¿Podrías dejar de salpicarme trozos de galleta? – Se quejaba Penn por el modo agresivo con que su compañera acribillaba la pared.

- ¿Qué quieres? ¿Qué nos tome toda la vida? – Sashi no dejaba de hacer su trabajo rudamente - ¡¡Esto está tardando una eternidad!! – Realmente estaba histérica.

- Yo creo que ambos están haciendo un gran trabajo – Alentaba el ojiverde.

- Boone, deja de comerte los trozos de galleta que estamos sacando de la pared – Pedía el ojiazul con una expresión de suma molestia.

- Pero es que así es más fácil de masticar... - Luego de un mordisco, tuvo que detenerse. Se llevó la mano a la mejilla – Oh oh... esto no le gustará a mi ortodontista.

- ¡Toma una chuchara y empieza a cavar! – Ordenó la chica con voz grave.

En eso, Larry volvió a entrar en la habitación. Ésta vez no cargaba nada en las manos más que un manojo de llaves hechas enteramente de dulce; lo que lo llevaba a de vez en cuando, darles una chupadita. Los chicos se colocaron de modo que el túnel fuera ocultado tras sus espaldas.

La tregua (Penn Zero Part time Hero Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora