Esta historia cuenta con una secuela: Después de 30 años. Ya publicada!
La chica se veía en el espejo, jugando repetidas veces nerviosa con su cabello.
Su madre se acercó por detrás para darle ánimos, palmeando sus hombros, asegurandole que se veía muy bonita.
Hacía poco se habían mudado a New Jersey, pero el poco tiempo que habían estado ya estaba odiando todo del lugar.
Madre: En qué piensas tanto Eleonor?
Eleonor: Puedo faltar a clases?
Madre: Y esas tonterias?
La chica se avergonzó mirando a un lado y cubriendo sus brazos que tenían un par de moretones.
Eleonor: Las chicas aquí son muy malas.
Madre: No debería importarte, muestrales lo sofisticada que eres a esas salvajes, haciendo nada. Ahora ve.
La mujer terminó de arreglarle las mangas de la camisa para tapar los golpes que tenía, para luego marcharse, debía ir a su trabajo.
Eleonor suspiró cansada, y decidida a ir a la escuela, preparada para otro día de tolerar insultos y empujones.
Después de todo, era la chica nueva del vecindario, a los chicos les interesaba, y a las chicas les molestaba la atención que recibia, por lo que decidían fastidarla para bajar su estatus.
En los pasillos un grupo de chicas pasó a su lado e intentó empujarla contra los casilleros mientras reían, pero terminó haciendola chocar contra alguien.
X: Oigan! Qué les pasa?!
La voz masculina alarmó a las chicas, volteando a ver al chico que quería jugar a ser el héroe.
Chica: Ooh Stanley, sólo jugamos con la chiquilla nueva. Nada de que preocuparse! No deberías meterte, conoces a mi novio del equipo de fútbol verdad?
Las demás rieron con superioridad para continuar su camino ante la amenaza que le habían dado al chico.
Stan: Hey, puedes oír?
Los chasquidos de los dedos del chico en su oído la hicieron reaccionar y mirarlo.
Eleonor: Es mejor no oír.
Se cubrió la oreja en la que Stanley estaba chasqueando.
Stan: Qué? O sea que las vas hacer lo que quieran contigo?
Eleonor: No es de tú incumbencia.
Ella evitaba el contacto visual con el chico, pero lo escuchó quejarse por su actitud.
Stan: No sé ni para qué me meto...
Fueron sus palabras antes de marcharse a otra parte maldiciendo entre dientes.
Durante las clases, ante la presencia de los profesores, el abuso que sufría se detenía momentáneamente, y le permitía mantenerse impecable en sus estudios y aprendizaje.
Hasta que el sonido de la ventana del salón rompiéndose alteró a todos, sobretodo porque alguien había caído dentro por ahí.
Una de las chicas gritó aterrada al ver a su novio tirado en el suelo con la cara golpeada.
Se escuchó un insulto desde afuera, haciendo que todos voltearan a ver.
Y allí se encontraba Stanley, de pie sujetando a otro chico de la chaqueta, pero pronto lo soltó y empezó a huir.
El profesor no tardó en gritar su nombre para decirle que iba a tener que ir a detención por eso, y que llamarían a sus padres.
Eleonor estaba atónita ante la situación, solo parpadeando repetidas veces intentado asegurarse de que no era un sueño o una alucinación.
Supongo que le tendré que agradecer por eso... Le gustarán las fresas?
Pensó aprovechando el escándalo para garabatear en la parte de atrás de su cuaderno.
. . . .
Ustedes no se preocupen por el nombre, luego todo va a tener sentido <3
Y dibujito de la prota:
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