Prólogo.

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Izuku estaba a unos momentos de entrar a un antro cuando se enteró de la dichosa noticia que definitivamente le borró la sonrisa por unos buenos minutos.

— ¿Supiste que Katsuki va a estudiar en la universidad de Tokio? — le había dicho Mina a la mejor amiga del peliverde, sin saber que fue lo suficientemente fuerte como para que este lo escuchara.

Repentinamente todas las expectativas que había tenido para su futuro universitario se vieron borrosas, casi dañadas. Se había quedado inmóvil y estaba seguro de que su corazón se había saltado un jodido latido en el proceso.

— Oh, ¿en serio? creí que iba a estudiar en el extranjero. — le había respondido Ochaco a su amiga de cabello rosado justo antes de desviar su mirada hacia Izuku con cierta preocupación al saber del tema delicado que se estaba tratando.

Sí, claro, él debía estudiar en el extranjero, énfasis en el "deber". Izuku se había hecho a la idea de que su ex pareja iba a dejar el país para estudiar ingeniería química en el extranjero, ¿por qué ahora le cambiaba los planes nuevamente?

Forzó una ligera sonrisa mientras suspiraba erráticamente antes de levantarse e ir al baño del lugar. Se suponía que estaban esperando a que llegara el novio de Mina para poder entrar juntos a la fiesta ese viernes, pero realmente necesitaba asumir la noticia a solas.

Bien, Bakugou Katsuki, su ex pareja, con el que había acabado en términos dudosos, ahora iba a estudiar en la misma universidad y se iban a tener que ver todos los días. Y aquello no era lo más grave, lo más grave es que compartían un jodido grupo de amigos, ¿ahora qué se suponía que iba a hacer?

Había hecho un progreso enorme en aquellos dos meses de vacaciones con el contacto cero como para reiniciar todo al verlo de nuevo. Bueno, si se puede llamar progreso al hecho de que estuviera saliendo informalmente con un chico el primer mes por completa evasión y que desde entonces no hubiera dejado de llorar al menos una vez al día al recordar al cenizo.

Simplemente se estaba permitiendo sentir el duelo, porque a fin de cuentas terminar su relación con Katsuki era una pérdida, y vaya pérdida que era. Él estaba consciente de que no iba a recuperarse de ello rápidamente, incluso veía la posibilidad de no hacerlo nunca, pero al menos no tenía ese recordatorio todos los días de sus próximos seis o siete años hasta graduarse.

Lo peor de la situación era que una parte de él se sentía bien de que iba a verle de nuevo, había una parte que todavía tenía esperanza de que algo iba a suceder cuando se vieran después de todo ese tiempo. Todavía había una parte de él aliviada de que volvería a ver al chico que alguna vez fue su mejor amigo.

Al llegar al baño se forzó a no lavar su cara por más de que lo sentía necesario, porque Ochaco y él habían pasado una hora alistándose en su casa como para hacerlo.

Su teléfono empezó a vibrar en el bolsillo de su pantalón y aunque se encontraba casi hiperventilando se forzó a responder al ver que se trataba del pelirrojo que estaban esperando.

— ¿Midoriya? ¿Podrías enviarme nuevamente la ubicación? creo que me perdí. — dijo el chico de sonrisa brillante pero afilada mientras reía un poco de su propia suerte.

— Oh, claro. — dijo Izuku rápidamente, sin tardar más en enviarle su ubicación actual. En ese momento, sin importarle mucho que el chico fuese incluso más cercano con Katsuki, decidió preguntar en plena crisis.

— Escuché que Kacc- Katsuki va a estudiar en la universidad de Tokio, yo... ¿crees que debería de intentar hablar con él de nuevo? no tengo idea de qué hacer. — su voz debió oírse tal y como estaba, al borde de las lágrimas. Por más de que sabía que era el mejor amigo de su ex pareja, sabía bien que de él no iba a escaparse nada que él le dijera, sus amigos no eran así.

Hubo un corto silencio del otro lado de la línea antes de escuchar a Kirishima con cierta lástima y pena en su tono de voz.

— No creo que tenga sentido, él... Midoriya, no sé cómo decirlo. — tanteó el otro con una lástima que dejó perplejo al pecoso. — Él hace tiempo que ya dejó de siquiera hablar de tí. — dijo, e Izuku no pudo sentirse más idiota en ese momento.

Claro, ¿qué se esperaba? ¿que le dijera que sí debía hablar con él para volver como si nada hubiera pasado? Definitivamente su vida no era una película, si lo fuera tal vez a Katsuki le hubiera importado un poco más su relación. Si fuera una película, tal vez solo con amarse hubiera sido suficiente.

Hubo un silencio igual de largo que el anterior antes de que Izuku hablara desde su decepción, pero siempre restándole importancia y tapándolo con una sonrisa.

— Ah, claro, solo... olvídalo, era obvio. Uh, nos vemos ahora. — dijo y sin esperar una respuesta colgó la llamada.

Ese día Izuku bebió hasta que se olvidó de que en poco menos de un mes tendría que ver de nuevo al que fue y siempre sería la persona más especial de su vida, sabiendo que el otro no lo veía de esa forma.

How Did It End? (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora