Maze Runer: Love Or Die

2. Bianca

Siempre había deseado hacer del mundo un lugar mejor, ayudar a las personas, salvar vidas, casarse y tener hijos, tener un futuro...

Lastimosamente todo aquello se vio afectado cuando el sol y la llamarada acabaron con todo, sus padres quienes eran todo lo que tenía habían fallecido antes de todo aquello y en parte lo agradecía por que realmente no le hubiera gustado decepcionarlos con lo que ahora hacía. Bianca siempre fue una persona amable y servicial por ello cuando le ofrecieron un trabajo en las instalaciones de Cruel ella no dudo ni un segundo y acepto.

Al principio aquel trabajo era lo único que la mantenía con esperanza, ayudaba a salvar vidas y eso la reconfortaba, sin embargo con el paso del tiempo se dio cuenta de que aceptar aquel trabajo fue por mucho la peor desicion que pudo haber tomado, Ava Paige la reclutó para trabajar con ella en un proyecto llamado "La cura" y a pesar de que aquello podía salvar la vida de millones, el costo para Bianca era demasiado. El plan que tenían para encontrar la cura era desde su punto de vista lo peor que podían hacer pasar a un niño pero ella trató de convencerse a si misma de que aquello estaba bien.

Hasta que llegaron ellos...

Cruel había dado "refugio" a varios chicos de diferentes ciudades, la mayoría estaba en un rango de edad de entre trece y quince años por ello Bianca sabía que algo andaba mal cuando por la puerta principal comenzaron a entrar niños menores, los pequeños no parecían tener más de cinco o seis años, algunos sollozaban y otros lloraban fuertemente, aquello le partió el corazón pero trato de no demostrarlo.

-Bien queridos colaboradores- la voz de Ava se escuchaba por el altavoz de la entrada -ellos serán los nuevos reclutas, primeramente y como en cada ocasión serán asignados a un grupo y luego serán evaluados, cuando todo esté listo se les indicara con que grupo trabajarán

El altavoz se apago, esa era la señal para que todos regresaran a sus rutinas hasta nuevo aviso, sin embargo en vez de dirigirse al comedor como debería haberlo hecho, Bianca se dirigió a una de las bodegas de armas ya que eran las más lejanas a cualquier lugar concurrido y no solían visitarlas mucho a menos que estuvieran en alerta roja.

Camino de un lado a otro por unos minutos, sabia lo que les pasaría a los pequeños en los años siguientes y no pudo más con ser parte de eso pero si ella no se quedaba ¿Quien los protegería?

No podía contar con nadie dentro de aquel lugar, todos creían fielmente en Ava y en todo lo que Cruel representaba, la tacharian de irracional o podían acusarla de traicion, las lágrimas comenzaron a salir una tras otra, no podía creer en lo que se había metido y peor aún sabía que sus padres estarían decepcionados de ella.

Su debate interno se vio interrumpido cuando escucho la puerta abrirse, rápidamente seco sus lagrimas y fingió revisar algo.

-¿Que haces aqui?- se giro a observar al hombre, evidentemente era un guardia pues estaba uniformado pero traía consigo una tabla con algunas hojas

-¡Hola! Una inspección

-¿Inspección?- cuestiono

-Si ya sabes, hay que asegurarse de que las armas no tengan ningún defecto- explicó

-¿Ah si? ¿Como cual?- ella no sabia nada de armas, nunca había sostenido una y fuera de que conocía el gatillo y la cámara, no tenía idea de como funcionaba

-Pues como que el, el ya sabes- movió sus manos para tratar de explicar a lo que se refería

-¿El gancho?

-¡Si! El gancho- le dio la razón pero antes de que pudiera decir otra cosa él la interrumpió

-Las armas no tienen gancho- río y se cruzo de brazos -¿tienes identificación?