CAPITULO 6

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          Pasado un rato, llegamos al final del camino, donde el gigantesco pasillo blanco terminaba

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          Pasado un rato, llegamos al final del camino, donde el gigantesco pasillo blanco terminaba. En su lugar había una enorme puerta custodiada por dos enormes... Supongo que la palabra más apropiada sería "demonios". Cada uno medía más de tres metros y, aunque estaban parados sobre dos patas, eran muy similares a un jabalí. Tenían colmillos gigantes que salían de los lados de su mandíbula inferior, cuatro en total, tan grandes que parecían cuernos. Al frente, dos colmillos más sobresalían de su hocico, aunque estos no eran tan grandes. Su cara era idéntica a la de un cerdo; todo su cuerpo estaba cubierto de pelaje. Uno de ellos era totalmente negro y el otro café. De sus cabezas salían unas cabelleras alborotadas llenas de cabellos largos y puntiagudos que llegaban casi hasta el suelo. Su torso era enorme, con una gran barriga y brazos que parecían los de un luchador. Sus manos eran como las de un humano, pero de cada uno de sus dedos salían unas uñas negras de unos 25 o 30 cm cada una.

          Ambos seres sostenían unas hachas que medían casi lo mismo que ellos, y aunque se veían bastante pesadas, las sostenían con facilidad. La parte inferior de las hachas parecía un tridente con afilados picos, siendo el pico central más grande que los otros dos, y la parte superior era muy similar, solo que del costado de cada pico lateral salían unas enormes hojas que se veían tan afiladas que daba miedo el pensar en ser cortado por ellas.

          Esa aterradora vista me hizo detenerme y comenzar a dar pasos hacia atrás. Aunque esos seres aún estaban bastante alejados de mí, me negaba a acercarme, aunque fuera un poco más. Mientras daba pasos hacia atrás, tapándome la boca para no gritar y evitar que se dieran cuenta de que estaba allí, mi compañero Abbysael se alejaba más y más de mí.

          Pasados unos segundos, choqué con una de las puertas del sitio. Me quedé inmóvil un instante para guardar la calma y poder alcanzar a mi compañero, y al tratar de avanzar me di cuenta de que el lugar por donde venía había desaparecido. Al parecer, los pasillos se cambiaban de lugar o algo parecido estaba sucediendo. No sabía qué hacer, me sentía impotente, indefenso y con bastante miedo, pero tenía que calmarme, tenía que salir de allí y reencontrarme con mi compañero. Respiré profundamente y, mientras se acababa el aire de a poco, comencé a caminar hacia adelante. Traté de ir lento para dar tiempo a ver si Abbysael me encontraba, pero lamentablemente no fue así; solo veía cuartos por todos lados, y justo cuando estaba por gritar el nombre de mi compañero, una mano me tocó el hombro.

          Volteé un poco aliviado, creyendo que por fin Abbysael me había encontrado y que estaba a salvo, pero lamentablemente no se trataba de él; era uno de los cerdos que había visto antes en aquella gran puerta. Inmediatamente, el miedo se apoderó de mí, a tal punto que lo único que pude hacer fue intentar lanzar un enorme grito para pedir ayuda. Sin embargo, la mano de ese cerdo demoníaco cubrió mi boca, acallando mi débil intento por salvarme. Ese horrible cerdo no quitaba su mano de mi cara y a cada momento ejercía más y más presión. Con cada segundo que pasaba, el aire me abandonaba, al igual que mi conciencia, y justo antes de desmayarme escuché una horrible y ronca que se dirigía a mí.

          — ¡Cierra la boca, maldito humano!

          Abrí los ojos sin saber dónde estaba o cuánto tiempo estuve inconsciente, y al tratar de ubicarme quedé perplejo. La vista era horrible; me encontraba en un lugar bastante grande, muy similar a una bodega, pero en ese lugar había diversas máquinas de tortura. La mayoría de ellas no las conocía y las pocas que logré reconocer solo las había visto en películas, pero a decir verdad, eran mucho más impactantes de lo que alguna vez pude imaginar. Pasé un par de minutos observando todo a mi alrededor hasta que, al tratar de huir, noté que no podía moverme. Estaba encadenado de brazos y piernas.

          —¡AYUDAAAA! ¡ABBYSAEL! ¡AYUDAAAAA!— Traté de liberarme con todas mis fuerzas mientras gritaba el nombre de mi compañero. Pero él no venía y, muy por el contrario, lo único que conseguí fue atraer a mi captor.

          —Maldito humano, te dije que te callaras—, dijo mientras sostenía mi cara de manera muy agresiva entre una de sus manos.

          —Por favor, suéltame—, supliqué mientras las lágrimas salían de mis ojos.

          —Te dije que te callaras—, contestó con una mirada llena de odio mientras me abofeteaba con tal fuerza que me brotó sangre de la boca y la nariz.

          En ese momento recordé lo que Aamon me había dicho cuando estuve con él en la antesala del infierno, sobre no alejarme de mi compañero gatuno. Además, recordé que me había entregado la moneda de Sheol, y tal vez con ella podría salvarme de esta situación. Aun así, me negaba a entregarla; no daría tan fácilmente la moneda con la que lograría vivir como rey una vez volviera. Debía encontrar una forma de escapar sin utilizar mi moneda y guardarla hasta que no pudiera más.

          El cerdo comenzó a caminar hacia un cuarto cercano y, al volver, trajo consigo una mesa cubierta con una tela negra.

          —Es hora de empezar con este juego, gusano—, decía mientras quitaba la tela de encima de la mesa.

          —Espera, no, espera, ¿qué planea hacer con eso?—, pregunté al ver diversas herramientas en la mesa.

          —¿Cuándo entenderás que te calles, gusano? Aquí yo soy quien pregunta y tú solo limítate a responderme—.

          Aquel ser tomó un látigo y comenzó a golpearme con él repetidamente, y con cada golpe, mi ropa y mi piel se comenzaban a abrir. El dolor era indescriptible; se sentía un ardor inmenso con cada impacto que duraba unos segundos y daba paso al dolor. Yo solo gritaba y lloraba esperando que terminara ese tormento, pero, para mi desgracia, no había hecho más que comenzar.

 Yo solo gritaba y lloraba esperando que terminara ese tormento, pero, para mi desgracia, no había hecho más que comenzar

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⏰ Última actualización: Aug 29 ⏰

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